En 1972, “Centinelas del Silencio” se alzaba con dos premios Óscar. El primero por mejor cortometraje documental y el segundo por mejor cortometraje. El trabajo fue escrito y dirigido por Robert Amram; y producido por Manuel Arango, oriundo de Tampico. A través de tomas aéreas la audiencia se adentra en distintas ruinas del México antiguo.
Con una duración aproximada de 18 minutos, el cortometraje fue narrado en español por Ricardo Montealban. y en inglés por Orson Wells. Muestra los sitios arqueológicos de Teotihuacan, Tulum, Monte Albán, Mitla, Palenque y Uxmal.
Un viaje al pasado: todos bajo el Sol
El corto abre con la banda sonora de Mariano Moreno y con una cita del soneto “Ozymandias” de Percy Shelley: “Mira mis obras Todopoderoso y desespera”.
Las primeras imágenes que se presentan son los vestigios de las pirámides ceremoniales del Sol y la Luna, en Teotihuacan, a 50 kilómetros al norte de la actual Ciudad de México. Donde se dice que, hace mucho tiempo, antes de que existiera el día y la noche los antiguos dioses se congregaron para dar paso al mundo.
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Después se presenta a la ciudad de Tulum, en el Caribe. En el corto se menciona que al ver su tamaño, los españoles la creyeron más grande que Sevilla. Acto seguido se muestra Monte Albán, en Oaxaca. En estos tres lugares el Sol era la figura que reinaba.
De sacrificios humanos y éxodos
El cortometraje menciona que en 1066, mientras que en Europa se llevaba a cabo la Conquista Normanda de Inglaterra, en Chichen Itzá los toltecas hacían gala de su fuerza militar, cuyos símbolos de guerra eran el águila y el tigre.
También en Chichén Itzá se muestra un aparente pozo sagrado, supuesto centro ceremonial de sacrificios humanos, donde se han encontrado además de restos mortales, piezas de oro y jade.
De ahí la toma pasa a Mitla, panteón de los reyes zapotecas, para después continuar en Palenque, Chiapas, hogar hace casi un milenio de los mayas.
Civilización de la cual se dice era próspera en conocimiento, además de calcular las fases de la luna y crear un calendario, inventaron el cero.
Sin embargo, la ciudad de Palenque fue abandonada por los mayas en un éxodo, del que se desconoce la razón. Las últimas tomas del trabajo cinematográfico son de la Pirámide del Adivino en Uxmal.
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“Centinelas del silencio” , el corto que en la 44.ª edición de los premios Óscar, de 1972, se alzó con dos estatuillas, sostiene que “Las ruinas del México antiguo, monumentos hechos por la mano del hombre, representan un misterio casi tan profundo como la creación misma…”