El naturista británico Chales Darwin, a quien se debe la publicación “El origen de las especies”, que incluye la idea de la evolución de la vida en la Tierra, vio la primera luz el 12 de febrero de 1809, en Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra.
Charles Robert Darwin, su nombre completo, llegó al mundo en el seno de una familia acomodada, liderada por un prestigioso médico, de acuerdo con información de la vida del destacado naturista publicada en el sitio electrónico “educarm.es”.
Luego de asistir a colegios elementales, a los 16 años el joven Charles estudió medicina en Edimburgo, no obstante, decidió no seguir con la tradición familiar y al poco tiempo se trasladó a Cambridge, donde realizó estudios de sacerdocio.
En esos años acudió a interesantes disertaciones científicas que lo motivaron y conoció a personalidades de ese ramo, como el geólogo Adam Sedgwick (1785-1873), quien lo enseñó a aplicar una metodología científica al análisis de los hechos.
También entró en contacto con el naturalista John Stevens Henslow (1796-1861), de quien aprendió a tomar datos de sus observaciones y recolectar muestras de forma detallada.
En 1831 logró concluir sus estudios y por mediación de Henslow obtuvo un puesto de naturalista sin sueldo en el barco de reconocimiento H.M.S. Beagle, que iniciaba una expedición científica alrededor del mundo, trabajo que no fue apoyado por su familia.
De acuerdo con la cronología de Darwin, disponible en el sitio electrónico “biografiayvidas.com”, durante el viaje, realizado entre 1831 y 1836, si bien sufrió grandes enfermedades y mareos, logró recopilar una cantidad inmensa de datos y anotaciones sobre geografía, geología, botánica y zoología, así como un gran número de muestras.
En 1837 regresó a Inglaterra, donde contrajo matrimonio con Emma Wedgwood y luego de unos años de vivir en Londres decidió trasladarse a Down, lugar tranquilo próximo al mar en el que obtuvo información suficiente para la creación de varios de sus libros.
Un año más tarde, en 1838, Darwin ya había perfilado su Teoría de la Evolución, pero consciente de las repercusiones que iba a causar y del rechazo que ocasionaría su publicación en la conservadora sociedad victoriana, decidió demorarla y continuar su perfeccionamiento añadiendo ocasionalmente nuevos datos.
Tiempo después publicó “Viaje de un naturalista alrededor del mundo en el H.M.S Beagle”.
En 1858, motivado por Charles Lyell (1797-1875) y Joseph Hooker (1817-1911), presentó ante la Linnear Society la “Teoría de la Selección de Darwin y de A. R. Wallace”.
Posteriormente publicó “El origen de las especies por selección natural”, libro que se agotó el mismo día que se puso a la venta y que desde entonces no ha dejado de traducirse y editarse en todo el mundo.
Las publicaciones continuaron para el naturista con “Origen de las especies” (1859), “Fertilización de las orquídeas” (1868), “Variación de animales y plantas bajo domesticación” (1871), “El origen del hombre”, (1872), “La expresión de las emociones en el hombre y los animales”, (1875) y “Las plantas insectívoras” (1876).
Así como “Sobre los movimientos y costumbres de las plantas trepadoras” (1876), “Los efectos de la autofertilización y de la fertilización cruzada en el reino vegetal” (1877), “Las diferentes formas de las flores” (1879), “Vida de Erasmus Darwin” (1880), “El poder del movimiento de las plantas” y, por último, en 1881 publicó “La formación del mantillo vegetal por la acción de las lombrices”.
En 1877, a pesar de la oposición de algunos sectores reaccionarios de la sociedad, la Teoría de la Evolución por Medio de la Selección Natural había conseguido la aceptación por la mayoría de la comunidad científica, que empezó a reconocérselo públicamente y a concederle los honores durante tanto tiempo negados, obteniendo distinciones, medallas y títulos.
Su entierro se celebró con todos los honores de un héroe nacional el día 26 siguiente. (Notimex)