Convertido en una de las sedes principales del Festival de Arquitectura y Ciudad, Mextrópoli, el Antiguo Colegio de San Ildefonso abre tres exposiciones que exploran la arquitectura en México desde tres aspectos distintos: el pasado, al revisar el legado del arquitecto Abraham Zabludovsky a 100 años de su nacimiento; el presente, con una exhibición crítica sobre la reconstrucción actual del puerto de Acapulco, y el futuro, a través de la valoración del ecosistema mexicano.

Zabludovsky recuperación de lo mexicano

Dividida en tres núcleos temáticos, la exposición “Abraham Zabludovsky, 100 años”, explora la obra de uno de los arquitectos que marcó el paisaje urbano de las urbes mexicanas durante la segunda mitad del siglo XX, a quien se le recuerda por sus colaboraciones en obras como la ampliación del Auditorio Nacional, el Museo Tamayo y obras propias, como las oficinas centrales del Infonavit.

“Como tal no hay un postulado de Zabludovsky en algo escrito, pero existe en la práctica en la que se puede ver en él la intención de hacer una arquitectura mexicana moderna que retoma de la arquitectura del pasado de la nación”, explicó Ernesto Bejarano, coordinador de museografía de San Ildefonso, a El Sol de México, sobre la muestra que conjunta fotografía, maquetas, planos y documentos personales del arquitecto.

Comienza con una serie de fotografías de sus primeros trabajos en el diseño de un centenar de viviendas multifamiliares que se inscribieron en el estilo del funcionalismo arquitectónico; continúa con el interés de Zabludovsky de llevar sus saberes al diseño de espacios domésticos y termina con la muestra de arquitectura monumental, trabajo que realizó en gran parte de la mano del arquitecto Teodoro González de León.

Acapulco, un proyecto fallido

Mezcla de muestra de arte y foro de discusión, “Laboratorio Acapulco”, analiza los problemas sociales y arquitectónicos del puerto a partir de su actual reconstrucción tras los daños por el huracán Otis.

“Nos parece que ‘reconstrucción’ no es el mejor término, porque el Acapulco anterior a Otis es ya un ejemplo de fracaso social, político, cultural, económico e incluso político. Es por eso que más que pensar el futuro de Acapulco hemos creado un espacio para la deliberación”, explicó Eduardo Vázquez Martín, Coordinador ejecutivo del Colegio de San Ildefonso.

Se exhiben obras de artistas acapulqueños en las que imperan preocupaciones sociales ante la violencia y el despojo a la comunidad frente al crimen organizado y la especulación inmobiliaria, y al mismo tiempo, ofrece un extenso recorrido gráfico por los cambios sociales del puerto, desde la llegada de sus primeros habitantes en el año 800 a. C, pasando por el proyecto de impulso turístico durante el sexenio alemanista, y la reciente devastación, que fue retratada por fotógrafos de la talla de Rogelio Cuéllar.

Están presentes las finalistas del concurso nacional para proyectos de construcción, convocado por la Academia Nacional de Arquitectura y la Asociación Mexicana de Urbanistas.

Una utopía necesaria

Por último, “Cinturón volcánico: Visión futura”, es una muestra de fotografías de gran formato y arte generado por Inteligencia Artificial, desarrollada por el Taller de Arquitectura X, que reflexiona sobre los daños de deforestación en el centro país.

La muestra busca la revaloración de elementos geográficos como los volcanes y los mantos acuíferos y plantea la viabilidad de proyectos sustentables que, por ejemplo, recuperen parte de la geografía local, entre ellas el estado lacustre del Valle de México.

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“No podemos seguir pensando que las ciudades son sistemas aparte del entorno natural. Son proyectos que pueden ser viables, como el mismo Chapultepec, la recuperación del Canal Nacional son pruebas de ello. Es por eso que poner en el pensamiento la posibilidad de estos proyectos que parecen utópicos son necesarios”, dijo Carmen Tostado, Coordinadora de Exposiciones del recinto.

Las exposiciones permanecerán abiertas hasta el 19 de enero, en las salas 15 a 21 en el segundo piso del recinto.