Para el chef Jorge Alberto Villela García uno de los postres emblemáticos de Semana Santa son las populares torrejas, que gozan de gran aceptación en estados como el de Oaxaca y siguen la tradición del menú de Cuaresma.
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Las torrejas son un platillo muy rico y fácil de preparar ya que al pan o baguette que tiene que ser del día anterior se le pueden agregar desde vainilla, vino dulce y hasta cítricos, etc., pero la base es el pan partido en rebanadas.
Desde pequeño Jorge Alberto, quien es el cocinero de La Marisquería Acuario, en Plaza Laguna de este puerto, conoció este postre; “mi abuelita nos lo preparaba durante la Cuaresma y desde ahí se convirtió en uno de mis preferidos, a pesar de que mucha gente no lo conoce”.
La receta de su abuela era muy sencilla, implicaba cortar el pan en rebanadas; hacer una mezcla de leche, ralladura de limón y naranja; agregarle azúcar, vainilla y ponerla a fuego lento. Posteriormente había que sumergir el pan, capearlo con huevo, freírlo en aceite de oliva y para concluir espolvorear con azúcar y canela.
La cocina gourmet ha implementado que en las torrejas se pueda emplear almíbar, vino tinto, licores, café con leche, leche de oveja, leche de coco, horchata y té y que si se requiere un consumo más saludable se puedan cocinar al vapor y hasta usar queso panela.
“La variedad para prepararlas es muy amplia y depende de cada cocinero agregarle diversos ingredientes para experimentar y encontrar el sabor que más les guste”, dice Jorge, quien cuenta con una amplia experiencia en el mundo gastronómico ya que ha laborado en diversos restaurantes de la localidad, Chetumal y Luisiana, Estados Unidos.
Lamenta que se desconozca este dulce, que al igual que la capirotada es una de las opciones que ofrece el abanico culinario de Semana Mayor.