Su inquietud por explorar en el mundo del emprendimiento y presentar al puerto de Tampico una experiencia gastronómica, llevaron a Gerardo Rincón a iniciar su proyecto llamado El Asador en 1988. El día de hoy compartió con Aderezo el resultado de la suma de trabajo, calidad y buena sazón.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Gerardo Rincón inició esta charla recordando que llega a la zona sur del estado como empleado de una empresa y 12 años después decide iniciar su propio negocio buscando desarrollar sus habilidades culinarias.
“Yo no soy cocinero, yo estudié Administración de Empresas, pero me gusta mucho la comida. Estuve en los Boy Scouts 14 años de mi juventud y salíamos mucho al campo, desde entonces se me dio la habilidad y el gusto”, narró.
Una de las metas del empresario al iniciar dicho proyecto era ofrecer carne asada de buena calidad, con un toque norteño inspirado en su tierra natal: Monterrey.
“Aquí en Tampico vi que predominaba el marisco, muchos restaurancitos de mariscos son los que se han hecho y han crecido, pero pocos son los que se han hecho con carne y yo vi esa área de oportunidad, claro que tenía un efecto cultural porque todas las amas de casa sabían hacer una sopa de mariscos, una torta de mariscos y pocas familias asaban carne en sus casas o en sus patios; vi esa área de oportunidad y dije: les voy a brindar una buena carne asada de calidad con un toque norteño original”, comentó.
La historia de El Asador inició en un tejaban con cuatro mesas que tenía como objetivo educar e ir formando a la sociedad en la elección de un buen corte, objetivo que poco a poco se alcanzó, además de convertirse en una fuente de trabajo para la población gracias a sus diversas unidades.
“El Asador es, aparte de una fuente de trabajo en la que hemos crecido varias personas, fuente de un cambio cultural en la manera de cómo degustar la carne con los tampiqueños, el tampiqueño era marisquero, tuvimos que hacer cultura y, como decimos, educar a la gente. La gente llegaba a un Asador y decía: qué tiene de suavecito, no sabía que era un t-bone, un rib eye, un New York, Tomahawk, las mollejas de res menos; todo eso lo empezamos a comercializar y educar a la gente. El Asador se dio un reto y la gente lo aceptó de ir creciendo con nosotros, por eso crecimos de un puntito en Altamira, donde era un tejabancito con seis mesas y luego empezamos con la calle Cinco, luego Aeropuerto y últimamente nos fuimos a Asador Terraza, ya están entrando nuestros hijos, nosotros formamos una sociedad con la familia Nader y la familia Rincón”, refirió el entrevistado.
Al cuestionarle cómo ha funcionado esta sociedad con una de las familias de más renombre en la ciudad, Gerardo Rincón señaló que en la vida una frase que más le ha aportado es “En esta vida o eres grande o te juntas con los grandes”.
“Yo tomé la opción de formar una sociedad con una familia sólida tampiqueña que le vi las ganas de hacer algo, ellos ya tenían su empresa, bajamos un plano sobre la mesa, lo aprobamos y ya llevamos 23 años de sociedad, los cuales han sido una aventura que estamos viviendo día tras día con los retos que nos han venido sucediendo, las adversidades las hemos enfrentado y hemos salido abantes”, remarcó.
EL ASADOR EN TU CASA
Gerardo Rincón comentó que una de las áreas que él con el paso del tiempo vio como una oportunidad fue la de llevar todas las especialidades de El Asador hasta los hogares de los tampiqueños, eventos sociales, recintos feriales y hasta grandes subastas ganaderas.
“Luego de ir a las casas me empezaron a hablar de subastas ganaderas, nosotros llegamos a dar siete subastas, la mayor de ellas de 3 mil 200 personas que estaban presentes y que el subastador César Cantú, me dijo: Gerardo tú vas a dar la comida; me dijo: tienes dos horas para dar la comida. Eran entre 120 meseros, 80 personas de cocina para dar una respuesta rápida de 15 parrilleros, porque tenía que salir todo adelante, caliente y en tiempo”, recordó.
Unas de las cosas que aprendió fue a trabajar en equipo y bajo presión, ya que en esos grandes eventos estaba de por medio la imagen del restaurante.
Para El Asador lo más importante es su equipo de trabajo, al contar con personas con una trayectoria de más de 25 años, quienes con lealtad, responsabilidad y fidelidad dan muestra de su trabajo atendiendo a los clientes.
“Fíjate que nosotros hemos aprendido que nuestro factor humano es la capital principal y una manera de medir la satisfacción de nuestros empleados es su lealtad, su compromiso y compañía. Cada tres años hacemos un evento donde les reconocemos la antigüedad, el que llegó a 20, 15, 10 y les damos un reloj, una comida, traen a su familia, convivimos con todos y se hace una fiesta bonita, estamos convencidos que el factor humano es el capital número uno, es lo que nos ha mantenido adelante, sumado a la buena sazón, calidad, sabor, infraestructura y todo lo demás”, explicó.
HISTORIA DE FIDELIDAD
René Pérez es un fiel testigo del crecimiento de esta empresa ya que luego de recibir la invitación de Gerardo Rincón para trabajar con él, abandonó su lugar de trabajo e inició la construcción de El Asador, lo cual describe como algo que lo llena de satisfacción y agradecimiento.
“Gracias a Dios yo me he ido adaptando a como se va transformando el tiempo, yo ya pasé por la parrilla, caja, compras, capitán de meseros y ahorita no soy capitán, pero aporto a todo lo que me solicitan. Hemos tenido eventos grandísimos, hemos estado en las ferias desde que se hacían en la Herradura, hemos atendido a gobernadores, todo esto es fogueó con una garantía de servicio, esperamos seguir muchos años más dentro de la empresa. Para mí es un orgullo, porque aquí no ven como un empleado, me ven como su familia porque hemos crecido juntos”, narró el empleado con más antigüedad dentro de El Asador.
Debido a las nuevas exigencias sanitarias, el empresario de la comida explicó que ellos han tomado con responsabilidad el reto de atender con la misma calidad y pasión, cuidando cada detalle en sus envíos a domicilio y atención en restaurantes.
“Tuvimos que hacer una reingeniería de nuestros empleados, nuestros menús y nuestros chefs. Nos juntamos con los chefs para saber qué platillos hay para llevar, los cuales se concentran en un solo restaurante en que tenemos autos de reparto, con eso hacemos el servicio de llevar a domicilio”, dijo.
LAS NUEVAS GENERACIONES
Para la sociedad que existe entre la familia Rincón y Nader es primordial que las nuevas generaciones se involucren en el negocio familiar con su talento, habilidades y uso de tecnología, siempre con su respaldo.
“Tratamos de evitar lo que en otras organizaciones hemos visto, lo que se conoce como choque generacional. Nosotros aprendimos una cosa: dale las llaves, déjalo aprender, tú estabas acostumbrado a operar, mover las ollas, ahora solo nos toca “coachear” y ver el trabajo que realizan”.
Una de las cosas que visualiza es el crecimiento de la marca a nivel nacional, llegando a diversas plazas de estados vecinos gracias al trabajo de las nuevas generaciones a quienes desea gran éxito y aseguró seguirán acompañándolas con la experiencia, tradición y calidad.
“Estamos viendo opciones o alternativas de salir de la ciudad de Tampico, nosotros por comodidad o confort quisimos abarcar la zona, pero yo creo que ya llegó el momento que la nueva generación con su juventud, con su agresividad y visión ya pueden ir por la plaza de Querétaro, Puebla, Zacatecas o Mérida y llevarse a un chef de aquí de que lo apoye para su arranque, una líder, un mesero, ya hicimos los cimientos ahora ellos van por el segundo o tercer piso” expresó.
Gerardo Rincón decidió finalizar esta interesante charla agradeciendo la lealtad al público tampiqueño que siempre ha dado preferencia a la cocina de El Asador, siendo testigos de su crecimiento.
PARA ESTE 15 DE SEPTIEMBRE
El chef Samuel Rosas Martínez cuenta con 3 años dentro de la familia de El Asador y señaló que desde el primer día ha sido una gran experiencia, una oportunidad de crecimiento y desenvolvimiento, significando para él un orgullo.
“Tenemos muy buenas cocineras que se encargan de seguir las recetas, de hacer perdurar la sazón y cuidar ese toque, todos los días venimos a trabajar al máximo todos”, refirió.
La misión de ofrecer al cliente una experiencia culinaria única ha hecho que dentro de las cocinas de El Asador se cuente con equipo de punta que permita conservar los sabores y olores hasta llegar al paladar del cliente.
“Nosotros trasmitimos un performance al comensal, eso de flamear tus cortes en la mesa, el llevar las quemadas de tuétano, las salsas, los churros que salen en su carrito y los meseros gritan “salen churros”, eso es lo que entusiasma a la gente, se siente apapachados, todos estamos en el mismo canal, la satisfacción del cliente, eso es lo bonito”.
Samuel mencionó que ver la alegría y satisfacción del cliente es algo que siempre busca transmitirle a su equipo de trabajo, ya que no solo es su trabajo, son todos, su cocina.
Al cuestionarle cuales son las especialidades, indicó que por las mañanas de los más pedidos están la cecina acompañada con enchiladas, entomatadas, bocoles; por las tardes y noches los más solicitados son los cortes como el rib eye, Tomahawk, bifes de chorizo y más.
Para este mes de septiembre El Asador ha preparado una selección de platillos que incluye las enchiladas tricolor, platillo que consiste en cecina acompañada de encremadas, entomatadas y una salsa verde, además de una carta que incluye bebidas con tequila.
Escucha sobre el maíz mexicano en nuestro podcast ⬇️
