Construido en los primeros años del siglo pasado, el edificio Ordorica se caracterizó por su majestuosidad, siendo uno de los primeros rascacielos que se edificaron en Tampico y que sería pauta para una gran tradición de tiendas de españoles, pues marcó un modelo de negocios durante décadas.
Fue construido por Mauro Ordorica, un empresario español que llegó a Tampico en el siglo 19 y de inmediato adquirió varios predios cercanos al puerto, que en aquel entonces tenía diversas obras e iba camino a consolidarse como uno de los de mayor movimiento en el país.
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El edificio, que se ubica en la esquina de la calle Isauro Alfaro y Héroes del Cañonero Tampico, antes Ribera, empezó como almacenajes de grandes cargas de víveres que llegaban de todas partes del mundo a México, por el Puerto de Tampico, para luego empezar a ser un comercio, con el nombre de "El Surtidor" y ofrecer en la zona todos esos artículos.
Su ubicación estratégica había sido concebida para que la parte trasera del inmueble colindara con el río Tamesí, por donde llegaban Los buques con diversos cargamentos directos a las bodegas del edificio, situación que por muchos años fue una gran ventaja, hasta que a partir de 1916 y se empezó a desecar un brazo del afluente y se convirtió en una vialidad.
El Surtidor: una de las tiendas más grandes de vinos, licores y ultramarinos
La parte alta del edificio, como se acostumbraba en aquella época, era para viviendas, por lo que constaba de diversos departamentos, incluyendo la casa de Mauro Ordorica, mientras que la planta baja tenía una gran bodega, además de un sótano para el resguardo de toda la mercancía que llegaba desde todas partes del mundo.
"Por muchos años fue una amplia tienda de todo tipo de abarrotes, ultramarinos, licores y Vinos, al grado de ser reconocida en otras partes de la República a dónde surtía muchos de estos productos, sobre todo a casino y grandes almacenes de prestigio e incluso la empresa obtuvo su propia patente para su agencia aduanal".
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Señala el historiador de Tampico y promotor cultural Adrián Pérez Sobrevilla, quien menciona que Mauro Ordorica se hizo socio de otro español de apellido Domínguez y la compañía que formaron se hizo de un renombre a nivel nacional, debido a la gran cantidad de mercancía que se movía y la variedad de sus productos.
Ordorica-Domínguez y Cía. tuvieron la comercialización exclusiva de diversas marcas de importantes vinos traídos desde Europa, así como champagnes y productos ultramarinos de alta calidad, lo que significó un prestigio para la empresa y para la ciudad, pues solamente aquí se encontraban ese tipo de mercancías.
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Ahí se hospedaban españoles que llegaron en busca de trabajo a Tampico
Comentaban, expresa Adrián Pérez Sobrevilla, que el edificio también tenia la fama se ser un casa de posada para las nuevas familia españolas que llegan al puerto en busca de fortuna, por lo que fue el primer hogar de muchas familias que después crearon grandes compañías en diversos ramos en la ciudad, quedando como un centro de hospedaje para impulsar a nuevos empresarios.
Gracias a ese dinamismo de haber servido como alojamiento para muchos de los españoles que llegaron a buscar una nueva vida a México, así como para familias locales que habitaron este precioso edificio en el centro de la ciudad, el Ordorica cuenta con una historia compleja de encuentros y desencuentros de todos quienes habitaron en algún momento este emblemático inmueble.
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Actualmente es uno de los pocos emblemas de la historia del auge petrolero en Tampico que quedan en pie. Además está considerado como patrimonio histórico de la ciudad, debido a su arquitectura neoclásica, siguió operando como vivienda con rentas de departamentos y bodega hasta mediados de la década de 1980, para después ser cerrado debido a las condiciones en las que se encuentra.
