Además de sol, playa, mucho calor y hermosos atardeceres la zona sur de Tamaulipas también es un espacio de historia y patrimonio arquitectónico, que lo hacen todo un tesoro por descubrir.
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Recorrer la zona centro de Tampico, sitios de Ciudad Madero y Altamira se convierte en una verdadera experiencia que nos permite viajar en el tiempo.
Desde los balcones y edificios de Tampico, hasta el emblemático faro de la La Barra en Ciudad Madero nos permite una zambulliada en pasajes de México.
“El visitante podrá encontrar diversas alternativas para disfrutar su estancia en la región, la cual cuenta con infraestructura y atractivos para todos los gustos” dijo Elvia Holguera Altamirano, Secretaría de Turismo en Tampico.
PLAZA DE LIBERTAD
El sitio más importante, el terreno llano que hoy alberga la plaza de la Libertad ubicada en el Centro Histórico, el 11 de septiembre de 1829 fue escenario de la consumación de la Independencia de México cuando el ejército encabezado por Antonio López de Santa Anna venció a la misión española liderada por el brigadier Isidro Barradas, quien tenía la misión de reconquistar el territorio nacional para la Corona Española. Está enmarcada en el Centro Histórico rodeada de hermosos edificios estilo Art Noveau.
LA EXADUANA
Prueba del alto valor arquitectónico con que cuenta la ciudad y la zona sur en general, es el viejo edificio de la exAduana Marítima que como dato curioso, se vendía por catálogo en Francia, de donde fue traído piedra por piedra.
El inmueble de ladrillo rojo, se comenzó a ensamblar en 1896, y fue Porfirio Díaz quien personalmente encargó los planos a la Compañía de Ferrocarriles Centrales Mexicanos, cuyo costo inicial fue de 1 millón 850 mil pesos en oro y el inmueble es todo un referente del patrimonio arquitectónico de Tampico.
CANAL LA CORTADURA
En el año de 1828 y bajo un acuerdo de Cabildo firmado un primero de enero por parte del ayuntamiento encabezado por el alcalde Vicente Lagos, se propone unir a la laguna del Carpintero con el río Pánuco a través de un canal para renovar la oxigenación del mismo por la acción de las mareas.
El canal de Iturbide mide mil 600 metros de longitud y fue abierto en 1832 tras varios años de labores de dragado. Su construcción fue un reto tecnológico y hoy junto con el parque Metropolitano en la laguna del Carpintero, es un paseo familiar por excelencia.
PLANTA HIDROS, CONTACTO CON LA NATURALEZA
La explanta Hidros, ubicada en el sistema lagunario en la zona de Tancol, es una combinación de belleza arquitectónica e historia, además de ser puerta de entrada al contacto con la naturaleza. Su construcción en talavera azul, data de 1927, se ubica en un terreno con acceso a tres canales de agua de los cuales dos, conectan directamente con la reserva natural La Vega Escondida.
LAS ESCOLLERAS
Ubicadas en Ciudad Madero, las escolleras combinan la actividad turística y la historia, el paseante se puede internar en el mar, casi dos kilómetros aprovechando la base de concreto, construida en 1890 para brindar seguridad en la boca del río Pánuco.
En su inicio, está colocado un monumento a los marinos petroleros caídos en la segunda guerra mundial y que partieron del puerto de Tampico, en el basamento se encuentra toda la información sobre ello.
FARO Y FORTÍN DE LA BARRA
Situada en la margen del río Pánuco, casi en su desembocadura al Golfo de México se localiza la zona histórica de La Barra, donde en 1829 se libró la Batalla de Tampico evitando se desarrollará una reconquista nacional.
Ahí permanece además vigilante el faro del puerto de Tampico, mismo que fue mandado a construir por el mismo Porfirio Díaz a petición de los residentes de esta región portuaria, dando gran impulso a la actividad marítima. .
IGLESIA SANTIAGO APÓSTOL
Uno de los sitios históricos que cuenta Altamira es la Iglesia de Santiago Apóstol, considerada patrimonio del INAH edificado a finales del siglo XVIII con piedra extraída del sector La Pedrera y pegada con una mezcla de arena, cemento y leche de vaca, al ser esta zona un emporio ganadero en ese entonces.
El primer nombre de este templo católico fue el de Nuestra Señora de las Caldas, debido a que la ciudad de Altamira fue fundada el 2 de mayo de 1749 en honor al funcionario virreinal Juan Rodríguez de Albuerne, Marqués de Altamira, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Caldas, cuyo origen es de España.