Es una mujer muy optimista, alegre, valerosa, deportista y a quien el cáncer de seno no la venció, por el contrario, la hizo ser más fuerte, tener más fe y sobre todo tener la ilusión de vivir por su querida familia, ella es María Teresa Salinas López.
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En este mes dedicado a la prevención del cáncer de mama, Tere ofrece su testimonio a los lectores de EL SOL DE TAMPICO, como una prueba más de que esta enfermedad si se detecta a tiempo es curable, como es su caso, y hoy puede decir y gritar feliz: "Estoy libre de cáncer, gracias a Dios".
Su historia
La relata así: "En octubre de 2018 fui a visitar al ginecólogo y me realizó mis exámenes de rutina y de esa manera fui diagnosticada el 18 de ese mes con dos tumores, uno de 1.1 y otro de 1.3 centímetros, no tuve ni tiempo de llorar, solo atiné a decir, ¿qué podemos hacer doctor?, y ahí comenzó mi lucha contra el cáncer de mama, pero de una manera valiente, porque esta enfermedad también se alimenta del miedo".
A pesar de la situación que estaba viviendo y que hace que a muchas mujeres les entren sentimientos de desesperanza, ansiedad, culpa, enojo, ella nunca sintió temor, por el contrario decidió luchar por su vida y pensaba, "el cáncer no supo con quién se metió y lo hizo conmigo pero no permitiré que me gane, debo de tener una actitud positiva, con mucha fe en Dios y con el amor de mi esposo, hijos y nietos, me fortaleceré para no tener miedo y salir adelante".
13 días después, Tere entró a cirugía con mucha confianza y llena de positivismo, "me encomendé a Dios y le pedí que me guiara de su mano y que no me soltara", recuerda.
En esta intervención relata: "Me hicieron una mastectomía bilateral, me retiraron dos glándulas mamarias, me quitaron de los brazos 15 ganglios, me colocaron expansores para realizarme una reconstrucción de mama y mi tratamiento se complementó con cuatro quimioterapias, perdí el cabello, pero no la vida".
Su última quimio fue en enero del 2019 y comenzó su otro tratamiento ya con medicamento y meses después le realizaron la cirugía para retirarle los expansores, le colocaron los implantes y en enero de 2020 le hicieron la operación de mastectomía radical como prevención del cáncer de ovario.
Su vida actual
Ella es ciclista de hace muchos años y ahora está muy contenta porque ya regresó a su deporte favorito y comenta muy motivada, "estoy muy agradecida a Dios por mi existencia y sonrío día a día porque amo la vida y vivo de color rosa, el cáncer hizo que mi perspectiva de vida cambiara y no permito nada negativo, porque tengo paz y amor por la vida".
Tere tiene una página de Facebook llamada Guerreras con turbante, donde apoya a mujeres en su tratamiento de oncología, a las cuales les dona turbantes y también realiza otras actividades en su beneficio, "cuento con el apoyo de mi amiga Raquel del Ángel García, ya que ella las cose y yo las corto" y así de esta manera, ella se une a esas mujeres que han experimentado en carne propia el cáncer de seno, el cual despierta en varias de ellas, a una guerrera.
En el Facebook Tere escribió: "Nunca pensé lo fuerte que yo era, hasta que me tocó ser fuerte, con un cáncer de mama que me dejó unas hermosas cicatrices de vida. Sonreír sana el corazón. Vivo de color de rosa. Gracias Dios".
Su consejo: "Invito a mujeres y hombres a unirse a hacerse sus exámenes de mamografías y no tener miedo, es muy grande la fe en Dios y pensar que todo estará bien, seguir las indicaciones del doctor".