/ sábado 14 de agosto de 2021

Tamaulipeco Juan Bárcena, el arquitecto que construye música para cine

Musas Films, fue la primera casa productora que brindó la oportunidad de desarrollar su talento con 15 años de trayectoria musical

El muiscalizador del cortometraje “Pantomimus” es el arquitecto que construye música para cine esto gracias a que desde muy pequeño desarrollo su talento, logrando convertirse en un profesionista con un futuro prometedor

Juan Eduardo Bárcena Barrios cimpartió una interesante entrevista con EL SOL DE TAMPICO en donde explica como ha logrado combinar su profesión como egresado de la UNAM y su pasión por la música y el cine.

“Mis padres siempre me dieron la confianza de elegir la carrera de mi preferencia, y claro que estuve tentado a estudiar música. Sin embargo, mi suerte se escribió cuando a los 17 años vi un video en 3D de la construcción de la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright, el cual estaba musicalizado por la Moldova de Bedřich Smetana, lo que me impactó y marcó al ver la conexión intrínseca que podía tener la creación arquitectónica con lo musical”.

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¿Cómo te describes?

En lo personal soy una persona muy seria cuando no estoy en confianza, lo que ha ido cambiando con el pasar de los años al ir conociendo gente nueva cada vez con más frecuencia. Me gusta apasionarme por las cosas que hago, y cuando se trata de la música me es inevitable no olvidarme de mí y del mundo a mi alrededor. Al final me gusta sentirme satisfecho con lo que hago, y trato de estar seguro de que si alguien más hubiera compuesto la música que escribí, igual me gustaría.

Ha tocado la guitarra desde los 14 años | Cortesía: Juan Bárcena

¿Qué es para ti la música?

Siempre he disfrutado la música. En la primaria tenía un casete de John Lennon que ponía una y otra vez hasta haberme memorizado por completo todas las canciones; cosa que espero no haya fastidiado demasiado a mis padres.

Si bien no soy alguien que disfrute demasiado del baile, nunca he podido no disfrutar la música. A diferencia de la arquitectura, donde la creatividad mal encausada puede desembocar en una irresponsabilidad técnica, la música me ha dado una enorme libertad creativa para transmitir lo que me gusta, por lo que no me equivoco al decir que la música es una parte fundamental de quien soy.

¿Qué representó para ti trabajar en un proyecto de cine?

Básicamente fue alcanzar una meta de vida, que ya llevaba un buen rato persiguiendo. Siempre estaré agradecido con los integrantes de Musas Films, así como con todos los involucrados que me hicieron formar parte del proyecto de Pantomimus, destacando a Clío Acostas y Azul Fernández que me hicieron la invitación formal para colaborar con ellos, y quienes me dieron su confianza teniendo solo como referencia mi canal de YouTube.

Todavía tocaba en la Orquesta de Reynosa cuando empecé a acomodar melodías sobre acordes a mi gusto, y me di cuenta de la gran satisfacción que representaba proyectar esas ideas en partituras para después tocarlas, por lo que en muchas de las reuniones que tenía con los amigos de la orquesta nos poníamos a tocar dichas invenciones. Desde entonces siempre aspiré a poder componer para cine.

"El compositor tiene la posibilidad de armar una narrativa por medio de la música" | Cortesía: Juan Bárcena

¿Cómo describirías el trabajo de musicalización?

Al igual que el trabajo de guionista o de director, el compositor tiene la posibilidad de armar una narrativa por medio de la música, que al final es un lenguaje, y al igual que la arquitectura o la literatura, crea símbolos, cultura e identidad. La música en las artes cinematográficas conjuga todo eso.

Por ejemplo, al escuchar las primeras notas de la marcha imperial de Star Wars, aun sin ser gran fan de la franquicia, uno lo relaciona inevitablemente con la creación de George Lucas, hasta el punto de imaginarse la respiración profunda de Darth Vader. Por lo tanto, creo que una forma de describir el trabajo de musicalizar cine radica en la búsqueda por crear esos elementos de identidad que responden a los sentimientos que el director quiere manifestar, y claro, si se trabaja de la mano con los creadores de la historia, por lo regular, se alcanzan mejores resultados al combinar los criterios y sensaciones.

El arquitecto de profesión asegura que existe una conexión entre su carrera profesional y su pasión, la música | Cortesía: Juan Bárcena

¿Qué te inspira?

La mayor inspiración para alguien que tiene por labor musicalizar historias es, y considero debería de ser, la misma historia que está musicalizando. Claro que después de eso hay otras obras de compositores e historias semejantes que igual sirven como punto de partida.

En el caso de la musicalización de Pantomimus, hice un repaso de cine mudo para ver los ritmos que se manejaban según la situación, así como los recursos técnicos como la percusión para hacer énfasis en la sorpresa de los personajes, o las formas de sincronizar los movimientos con la melodía. Por otro lado, me eché mis sesiones de pantomima, tomando a Marcel Marceau como referencia.

Pantomimus una tragicomedia, será estrenada el 3 de septiembre | Cortesía: Juan Bárcena

¿En qué otros proyectos haz trabajado y cuál te ha marcado más?

He colaborado en otros dos proyectos, donde uno actualmente se encuentra concursando en festivales de cortometrajes (No es la cuarentena, eres tú). El otro se trata se un cortometraje alusivo a las fiestas decembrinas en el contexto de la pandemia.

Ambos los pueden encontrar en la página de Facebook de Musas Films. Respecto a cuál me ha marcado más… Yo creo que pasará mucho tiempo para que un proyecto me impacte tanto como lo hizo Pantomimus, pues fue prácticamente mi debut. Además, gracias al gran trabajo de todos los involucrados y a la dirección de Clío Acostas, dicho proyecto recibió numerosas distinciones.

Claro que es un gran orgullo para mí que uno de tantos reconocimientos haya sido justamente por la musicalización, lo que significó inclusive la felicitación por parte de la Orquesta Sinfónica Comunitaria de Reynosa. Difícilmente podría imaginar mayor felicidad y satisfacción tratándose de mi primer proyecto de musicalización.

¿Qué opinas de los recientes musicalizadores galardonados en los Oscar?

En mi opinión, mi favorito de las últimas entregas ha sido Alexandre Desplat en La forma del agua (2017), de quien le admiro la forma simple en que desarrolló sus criterios, relacionando un instrumento latinoamericano como el bandoneón con la narrativa del ser que habían sustraído del amazonas, y la voz de Elisa (un personaje sin voz) con un silbido que el mismo hizo en la grabación.

También es bastante admirable que los nombres de siempre sigan siendo nominados, dígase de John Williams con la más reciente película de Star Wars, o como el caso del recientemente fallecido Ennio Morricone, quien ganara el Oscar con la genial musicalización que realizó en “The hateful eight” (2015), siendo un gran acierto de Tarantino el apoyarse en uno de los grandes símbolos del género Western.

También, no dejando atrás el talento nacional, es de admirar el trabajo de Antonio Sánchez en Birdman (2014), quien a pesar de no haber sido considerado por la academia para el Óscar por una cuestión de porcentaje entre música original y música clásica, si fue nominado al globo de oro, entre otras distinciones, demostrando la importancia de la conjunción de ideas entre director (Alejandro González Iñarritu) y musicalizador, ya que la película terminó ganando 4 premios Oscar.

El muiscalizador del cortometraje “Pantomimus” es el arquitecto que construye música para cine esto gracias a que desde muy pequeño desarrollo su talento, logrando convertirse en un profesionista con un futuro prometedor

Juan Eduardo Bárcena Barrios cimpartió una interesante entrevista con EL SOL DE TAMPICO en donde explica como ha logrado combinar su profesión como egresado de la UNAM y su pasión por la música y el cine.

“Mis padres siempre me dieron la confianza de elegir la carrera de mi preferencia, y claro que estuve tentado a estudiar música. Sin embargo, mi suerte se escribió cuando a los 17 años vi un video en 3D de la construcción de la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright, el cual estaba musicalizado por la Moldova de Bedřich Smetana, lo que me impactó y marcó al ver la conexión intrínseca que podía tener la creación arquitectónica con lo musical”.

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¿Cómo te describes?

En lo personal soy una persona muy seria cuando no estoy en confianza, lo que ha ido cambiando con el pasar de los años al ir conociendo gente nueva cada vez con más frecuencia. Me gusta apasionarme por las cosas que hago, y cuando se trata de la música me es inevitable no olvidarme de mí y del mundo a mi alrededor. Al final me gusta sentirme satisfecho con lo que hago, y trato de estar seguro de que si alguien más hubiera compuesto la música que escribí, igual me gustaría.

Ha tocado la guitarra desde los 14 años | Cortesía: Juan Bárcena

¿Qué es para ti la música?

Siempre he disfrutado la música. En la primaria tenía un casete de John Lennon que ponía una y otra vez hasta haberme memorizado por completo todas las canciones; cosa que espero no haya fastidiado demasiado a mis padres.

Si bien no soy alguien que disfrute demasiado del baile, nunca he podido no disfrutar la música. A diferencia de la arquitectura, donde la creatividad mal encausada puede desembocar en una irresponsabilidad técnica, la música me ha dado una enorme libertad creativa para transmitir lo que me gusta, por lo que no me equivoco al decir que la música es una parte fundamental de quien soy.

¿Qué representó para ti trabajar en un proyecto de cine?

Básicamente fue alcanzar una meta de vida, que ya llevaba un buen rato persiguiendo. Siempre estaré agradecido con los integrantes de Musas Films, así como con todos los involucrados que me hicieron formar parte del proyecto de Pantomimus, destacando a Clío Acostas y Azul Fernández que me hicieron la invitación formal para colaborar con ellos, y quienes me dieron su confianza teniendo solo como referencia mi canal de YouTube.

Todavía tocaba en la Orquesta de Reynosa cuando empecé a acomodar melodías sobre acordes a mi gusto, y me di cuenta de la gran satisfacción que representaba proyectar esas ideas en partituras para después tocarlas, por lo que en muchas de las reuniones que tenía con los amigos de la orquesta nos poníamos a tocar dichas invenciones. Desde entonces siempre aspiré a poder componer para cine.

"El compositor tiene la posibilidad de armar una narrativa por medio de la música" | Cortesía: Juan Bárcena

¿Cómo describirías el trabajo de musicalización?

Al igual que el trabajo de guionista o de director, el compositor tiene la posibilidad de armar una narrativa por medio de la música, que al final es un lenguaje, y al igual que la arquitectura o la literatura, crea símbolos, cultura e identidad. La música en las artes cinematográficas conjuga todo eso.

Por ejemplo, al escuchar las primeras notas de la marcha imperial de Star Wars, aun sin ser gran fan de la franquicia, uno lo relaciona inevitablemente con la creación de George Lucas, hasta el punto de imaginarse la respiración profunda de Darth Vader. Por lo tanto, creo que una forma de describir el trabajo de musicalizar cine radica en la búsqueda por crear esos elementos de identidad que responden a los sentimientos que el director quiere manifestar, y claro, si se trabaja de la mano con los creadores de la historia, por lo regular, se alcanzan mejores resultados al combinar los criterios y sensaciones.

El arquitecto de profesión asegura que existe una conexión entre su carrera profesional y su pasión, la música | Cortesía: Juan Bárcena

¿Qué te inspira?

La mayor inspiración para alguien que tiene por labor musicalizar historias es, y considero debería de ser, la misma historia que está musicalizando. Claro que después de eso hay otras obras de compositores e historias semejantes que igual sirven como punto de partida.

En el caso de la musicalización de Pantomimus, hice un repaso de cine mudo para ver los ritmos que se manejaban según la situación, así como los recursos técnicos como la percusión para hacer énfasis en la sorpresa de los personajes, o las formas de sincronizar los movimientos con la melodía. Por otro lado, me eché mis sesiones de pantomima, tomando a Marcel Marceau como referencia.

Pantomimus una tragicomedia, será estrenada el 3 de septiembre | Cortesía: Juan Bárcena

¿En qué otros proyectos haz trabajado y cuál te ha marcado más?

He colaborado en otros dos proyectos, donde uno actualmente se encuentra concursando en festivales de cortometrajes (No es la cuarentena, eres tú). El otro se trata se un cortometraje alusivo a las fiestas decembrinas en el contexto de la pandemia.

Ambos los pueden encontrar en la página de Facebook de Musas Films. Respecto a cuál me ha marcado más… Yo creo que pasará mucho tiempo para que un proyecto me impacte tanto como lo hizo Pantomimus, pues fue prácticamente mi debut. Además, gracias al gran trabajo de todos los involucrados y a la dirección de Clío Acostas, dicho proyecto recibió numerosas distinciones.

Claro que es un gran orgullo para mí que uno de tantos reconocimientos haya sido justamente por la musicalización, lo que significó inclusive la felicitación por parte de la Orquesta Sinfónica Comunitaria de Reynosa. Difícilmente podría imaginar mayor felicidad y satisfacción tratándose de mi primer proyecto de musicalización.

¿Qué opinas de los recientes musicalizadores galardonados en los Oscar?

En mi opinión, mi favorito de las últimas entregas ha sido Alexandre Desplat en La forma del agua (2017), de quien le admiro la forma simple en que desarrolló sus criterios, relacionando un instrumento latinoamericano como el bandoneón con la narrativa del ser que habían sustraído del amazonas, y la voz de Elisa (un personaje sin voz) con un silbido que el mismo hizo en la grabación.

También es bastante admirable que los nombres de siempre sigan siendo nominados, dígase de John Williams con la más reciente película de Star Wars, o como el caso del recientemente fallecido Ennio Morricone, quien ganara el Oscar con la genial musicalización que realizó en “The hateful eight” (2015), siendo un gran acierto de Tarantino el apoyarse en uno de los grandes símbolos del género Western.

También, no dejando atrás el talento nacional, es de admirar el trabajo de Antonio Sánchez en Birdman (2014), quien a pesar de no haber sido considerado por la academia para el Óscar por una cuestión de porcentaje entre música original y música clásica, si fue nominado al globo de oro, entre otras distinciones, demostrando la importancia de la conjunción de ideas entre director (Alejandro González Iñarritu) y musicalizador, ya que la película terminó ganando 4 premios Oscar.

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