Un llamado a experimentar el amor en el abrazo de Cristo Crucificado, viviendo los dones recibidos como hijos de Dios, realizó el Obispo Auxiliar de Monterrey, N.L., P. Juan Armando Talamantes, al presidir ayer martes santo la Misa Crismal en la Iglesia Catedral de Tampico.
"Los hijos de Dios estamos llamados a la santidad, a ser santos, y la santidad es la alegría perfecta de Dios, es el llamado al gozo del Espíritu Santo... pero, ¿quien soy?... recuerdan su propia historia, sólo aquel que está en oración y deja de lado la dispersión es capaz de responder esta pregunta", señaló el Obispo ante el templo que lució concurrido.
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Durante la misa más de sesenta sacerdotes de la Diócesis de Tampico renovaron sus promesas tras guardar tres minutos de reflexión, por lo que explicó el P. Talamantes que este acto se realiza en la Semana Mayor porque las promesas deben de hacerse frente al sacrificio como un acto de amor, siendo el camino de la cruz de Cristo Crucificado en el que se encuentra un amor lleno de fe que evoca en la esperanza.
Pidió a los fieles creyentes "comprensión y confianza para poder crecer y responder al llamado del Señor, también cuídenos de andar en malos pasos" refirió para finalmente realizar la bendición de los santos óleos.