Segunda Parte

Nacida en plena pandemia, la novela de Tamara Trottner no ha sido presentada en Ferias del Libro. Sin embargo, gracias a las aplicaciones como el Zoom se ha reunido con lectores de todo el país e incluso con algunos de España, Argentina, Guatemala, Colombia, Francia y Estados Unidos.

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“La mesa es redonda. De caoba. Cabe apenas un teléfono gris de disco. Miro hacia arriba, a esta edad todo se mira hacia arriba. Mi hermano y yo escuchamos angustiados las palabras que nuestro padre dice al auricular. Yo paseo la mirada de uno al otro sin entender muy bien lo que sucede. Acabo de cumplir cinco años. Éste es el último día de mi infancia”. Nadie Nos Vio Partir.

¿Qué prefieres, libros electrónicos o impresos, y por qué?

Definitivamente impresos. Detesto leer en pantalla porque pierdo el olor de las hojas, el tacto rugoso del papel entre mis manos. Me gusta subrayar, escribir notas al margen, lo hago con diferentes colores y aunque sé que se puede hacer lo mismo en un libro electrónico, nunca es lo mismo ver la letra de un puño que escribe inundado en emociones.

Me gusta ver hojas que se han desteñido por una lágrima, otras que llevan puesta una huella de chocolate, saboreado entre imágenes de cuerpos entrelazados. Además, atesoro los libros que tengo dedicados por diferentes escritores, todos ellos ocupan una repisa de honor en mi librero.

¿Por qué defines a tu novela "Nadie Nos Vio Partir" como una historia de autoficción?

Autoficción es un término creado en 1977 por Serge Doubrovsky, me gustó porque me di cuenta de que a pesar de tratar de escribir una historia basada en hechos reales, la memoria es mentirosa, decide recordar unas cosas y olvidar otras, decide, a veces, encajar en la mente situaciones que quizás no ocurrieron, o sucedieron en forma diferente para cada uno de los protagonistas de un evento.

Entendí, muy pronto, que "Nadie nos vio partir", a pesar de ser una historia inspirada en hechos reales, era tan sólo mi visión de los hechos. Estoy segura de que mi hermano, mi mamá, papá o cualquiera de los personajes contarían los eventos en forma diferente. Aunque la columna vertebral, que es el secuestro de un padre a sus hijos, ese es absoluto.

¿Fue tu catarsis esta novela?

En realidad, creo que la catarsis ocurrió a lo largo de los años en que contaba mi historia a todos. Mis compañeros de la primaria, mis novios, mis amigas, mis hijos… a todos les fui platicando partes y cada vez que la platicaba las piezas iban cayendo en su lugar, entendí mejor los hechos y logré aceptar los sucesos como una historia de amor.

Tu padre, ya fallecido, ¿qué opinó de la novela?

Él supo que la estaba escribiendo, pero se enfermó de Parkinson y empezó a perder facultades mentales. Murió unos meses antes de la publicación, así que ya no llegó a leerla. Me imagino que hubiera estado en paz con ella, al menos eso quiero creer.

¿Los amores desgarran y no tienen remedio?

Algunos. No siempre, sin embargo, sí creo que al ser el amor el sentimiento más poderoso que existe es también el que más lastima. Un amor como el de Valeria y Carlos es inevitable, y esos amores muchas veces confrontan y revuelcan, porque se salen de la norma. A las personas no les gusta que otros se salgan del guión preestablecido.

La historia de tu novela es como un argumento cinematográfico, ¿te han propuesto llevarla a la pantalla grande?

Tengo algunos ofrecimientos y proyectos. En este momento estoy analizando las opciones, uno de mis sueños es ver "Nadie nos vio partir" en la pantalla grande y espero que suceda pronto.

Sin ferias del libro Ni eventos formales, ¿cómo promocionas tu obra?

La novela nació en plena pandemia, para mí fue un golpe durísimo al principio, porque todo escritor sueña con la presentación de su novela en un foro, con amigos escritores hablando de ella, vino de honor y después el recorrido por las ferias del país, cerrando con broche de oro en la FIL Guadalajara.

Tuve que hacer todo a través de Zoom, y, sin embargo, me doy cuenta de que fue una enorme bendición ya que surgieron medios alternativos que han sido increíbles, clubes del libro en los que cientos de personas se han reunido a leer "Nadie nos vio partir" y después la comentamos y como es por Zoom me he podido reunir con lectores de toda la república e incluso con algunos de España, Argentina, Guatemala, Colombia, Francia, Estados Unidos.

La experiencia es asombrosa y eso no ocurría antes, era imposible ir a las casas de tantas personas. Ahora espero poder ir a las Ferias y viajar con mi novela por distintas partes del mundo. Deseo que se traduzca y conocer a los lectores en persona. Como te dije antes, soy optimista y estoy segura de que así será.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy escribiendo una nueva novela, voy como a la mitad, así que quizás esté terminada en un año más. También estoy participando en la escritura de dos series de televisión. Y además seguir con la promoción de "Nadie nos vio partir".

¿Abordarás otros géneros en tu narrativa?

Mi nueva novela no es de autoficción, es ficción y sin embargo, me doy cuenta de que así como no se puede escribir algo completamente autobiográfico, tampoco se puede algo completamente ficcional. Siempre se asoma nuestra vida, o aquella de personas que hemos conocido, historias que me han platicado, así que será ficción, pero muy cercana a la vida.

¿Cuál es tu palabra favorita?

Coincidir. Creo que la vida está hecha de coincidencias que a veces parecen destinos y otras, karma, pero cada coincidencia encierra la magia de las sorpresas.