Con la ilusión de aquel primer día de piloto y a un paso lento, don Amilcar Carrascosa Taboada llegó a las instalaciones del aeropuerto privado de Tampico, donde sus hijos, familiares y amigos le prepararon una sorpresa de cumpleaños 89: regresar a las pistas de vuelo y pilotear una avioneta Cessna.
Aunque por las condiciones climáticas solo pudo maniobras en tierra, el experimentado hombre no podía ocultar su emoción.
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Su hijo, Alejandro Carrascosa, organizo el evento, sacó a su padre de casa y lo llevó hasta el aeródromo, donde lo esperaba su esposa Eugenia Larrión y su otra hija Alicia, acompañados de varios amigos pilotos que no dejaron pasar la oportunidad de ver a don Amílcar subirse a una aeronave.
Al darse cuenta que iba a volver a pilotear una avioneta su rostro se llenó de alegría y, emocionado, caminó apoyado con su bastón hacía la pista donde estaba la aeronave.
Subió a la cabina de controles, en la que como todo un experto que es empezó a tomar el mando, para lo cual se puso su equipo de comunicación y solicitó el permiso de la torre de control para realizar algunas maniobras y recordar viejos tiempos.
Invariablemente los recuerdos se agolparon, cuando voló cientos de veces a distintas partes de la República Mexicana y al extranjero, además de tener la oportunidad de ser quien trasladó a importantes personajes de la política y empresarios de la región sur de Tamaulipas.
“Estoy muy contento por la sorpresa que me realizó mi familia y amigos. Es una satisfacción muy linda recordar cuando volaba llegando a gran parte de Estados Unidos y ciudades del nuestro país como la Ciudad de México, Cozumel, Mérida, Chetumal, Veracruz, conocí todo el sureste.
Hoy me siento contento y emocionado por tocar los controles de una aeronave y encender su motor”, dijo.
Entre ovnis, políticos y empresarios: así fueron sus vuelos
Entre las aventuras y vivencias de don Amilcar está que en uno de sus vuelos observó un objeto volador no identificado.
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“Como una experiencia de vuelo que tuve en cierta ocasión que me dirigía a la ciudad de Pachuca durante la noche, y nadie me lo contó, yo lo vi.
Un ovni se me atravesó en el camino y por fortuna no fue necesario maniobrar, solo estuvo unos minutos frente a mí y se desvaneció en el cielo, siendo este el encuentro más cercano con civilizaciones de otro mundo”, dijo.
Añadió que “de los personajes de la política que me encargue de trasladar a diversas partes fueron el ex gobernadores de Tamaulipas, Manuel A. Ravizé, por los años 60 y 70 y el ex alcalde de Tampico Gustavo González García, en la década de los ochentas.
Mismos que me pedían estar siempre al pendiente para viajar y cumplir con sus compromisos de sus agendas dentro y fuera del país”.
Con gran nostalgia recordó que “con quien me unió una gran amistad fue con don Rubén Díaz de la Garza, director gerente de El Sol de Tampico por más de 50 años.
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Él tenía la misma afición a los vuelos y tuve la oportunidad de instruirle en el manejo de aeronaves y se convirtió en un experto piloto”.
También hubo pastel en la celebración de don Amilcar
Con el paso del tiempo y la edad, don Amilcar, originario de Tuxpan, Veracruz, recuerda aquellos tiempos como una época maravillosa en vida.
Después de hacer sus maniobras en la avioneta Cessna, nuestro piloto aviador fue llevado a un área reservada donde partió el pastel con sus amigos de toda la vida.
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Los hijos de don Amilcar agradecieron a los asistentes estar en este festejo de 89 años, además de darle gracias a Dios por conservar a su padre en buen estado de salud, y que le haya dado la oportunidad de regresar a tomar de nuevo el control de una avioneta.