La Orquesta Sinfónica de la UAT es una agrupación conocida por poner en alto el nombre de la entidad en sus apariciones y por contar con destacados artistas en sus filas.
Sin embargo, nació del esfuerzo de una chihuahuense, quien gracias a su entusiasmo y determinación, hoy es recordada tanto por músicos como por la sociedad del sur de Tamaulipas.
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En esta ocasión, EL SOL DE TAMPICO se encargó de conocer la labor emprendida por la Mtra. María Teresa Cortinas del Riego, para formar un proyecto que ha permitido a niños, jóvenes y adultos acercarse a la música y al arte en general.
"Es una mujer alegre, con una energía impresionante. Yo nunca la escuché perder el control y la alegría, El sello de la OSUAT fue la personalidad de María Teresa", mencionó Luis Pedro Ruiz Cortinas, hijo de la docente y quien fuese relacionista público de esta agrupación
La llegada de Teresa Cortinas a Tampico
De acuerdo con Pedro, María Teresa y su familia llegaron a Tampico a inicios de los setenta. Durante estos años se unió al pequeño grupo del gran teatro que encabezada Lynda Jones de Leyva, integrándose de a la comunidad cultural que se desarrollaba en el sur de Tamaulipas.
Conforme avanzó el tiempo llega la oportunidad para que Cortinas del Río impartiera clases de violín en la Escuela Superior de Música, hoy conocida como la Facultad de Música y Artes de la UAT.
"Mi mamá llega a dar clases de violín. Pero aparte mi mamá, habla inglés a la perfección y empieza a dar clases de inglés técnico musical", señaló su hijo.
Gracias a esta etapa de su carrera María Teresa conocería a Elena García Paredes, Tere Terrazas, Platón Sánchez y demás músicos que formarían a la Orquesta de Cámara de la Escuela Superior de Música.
Pedro Ruiz destacó que parte de la enseñanza de su mamá se dio con Abraham Chávez, quien fuese director de la Orquesta Sinfónica del Paso, Texas. Esto le permitió a la chihuahuense conocer el proceso para construir una agrupación de este tipo.
"¿Cuándo se dio cuenta que era el momento de integrar? Cuando vio que se podía hacer música en grupo, en lo individual se oía que faltaba mucho, pero en grupo empezaba a sonar algo interesante”, destacó.
Después de varios años de trabajo, la orquesta de cámara tendría su debut en 1976 en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Inicios de la OSUAT y su historia como emblema de la universidad
Conforme el proyecto crecía, María Teresa tomó la iniciativa de integrar nuevos instrumentos y repertorios para comenzar la transición a lo que sería la Orquesta Sinfónica de la UAT.
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"Mi mamá estudiaba cómo iba el proceso, y decía 'podemos tocar esto, esto está muy difícil, todavía no, pero podemos tocar esta otra'. Entonces empieza a decidir qué música ya podría tocar la orquesta", recordó.
Es importante destacar que la Orquesta Sinfónica de Xalapa prestaba instrumentos a la orquesta que formaba María Teresa Cortinas. El proyecto debutaría en 1979, logrando marcar un antes y un después en la cultura y el arte de nuestra nación.
Durante estos años, Pedro resaltó que este proyecto fue respaldado por los rectores José Manuel Adame Mier y Jesús Lavín Flores.
"Fue por ellos que la orquesta, de ser de la Escuela Superior de Música, pasó a representar a la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Ahí fue cuando se conforma la OSUAT", mencionó.
El hijo de María Teresa definió a esta época como una revolución cultural en el sur de Tamaulipas. Los conciertos no solo atraían a la comunidad universitaria, sino también a familias de la zona y a figuras como la doctora Cecilia Sanz de Ridaura.
"El licenciado Lavín Flores decía que la Orquesta Sinfónica de la UAT, era el clavel en la solapa de la Universidad", anotó Ruiz Cortinas.
Profesionalización de un proyecto: la orquesta
Como parte de este proceso de formación, María Teresa se dio a la tarea de profesionalizar a la OSUAT a través de sus conciertos de temporada.
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"Eran cada 15 días los concierto. Había temporada de lo que era primavera. De marzo a junio y octubre a diciembre".
Otro de los méritos para estos años fue darle un logotipo al conjunto y un sueldo a los músicos, generando así una identidad y un patrimonio a la agrupación.
Pedro también destacó que una de las decisiones que distinguieron al proyecto fue la participación de solistas invitados a las presentaciones.
"Siempre había un gran músico en cada concierto. Llegaba Leopoldo Téllez, Hermilo Novelo, Pedro Cortinas, Rafael Jiménez. Empezaban a llegar músicos de gran renombre reforzando los conciertos y que cobraban lo que pagaba extensión universitaria", describió.
Dentro de los méritos que se alcanzaron también se encuentra el acercamiento de niños y niñas hacia la música.
Se integran niños a las filas de OSUAT
Pedro señaló que su hermana, María del Pilar Ruiz Cortinas, fue la primera jovencita en integrarse a la agrupación, cuando aún era una orquesta de cámara.
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Ya integrada como orquesta sinfónica, María Teresa luchó para que se formaran los seminarios infantiles, lo cual representó una oportunidad para formar a jóvenes talentos.
"Empiezan a llegar niños, entonces a partir de esa primera niña que fue mi hermana, ya era común ver a los niños integrándose a los conciertos", recordó Pedro Ruiz.
Gracias a esta iniciativa, los músicos que colaboraban con María Teresa llevaban a sus hijos a estas clases, creando así un nuevo semillero de artistas que hoy continúan activos.
A pesar de ya no radicar en nuestra ciudad, María Teresa Cortinas del Riego continúa siendo recordada por la sociedad tampiqueña, esto no solo por fundar la OSUAT, sino por promover el arte y la cultura en distintos niveles.
Tomando en cuenta esto, su hijo señaló que la personalidad de esta artista fue lo que ayudó a consolidar un proyecto que ha trascendido fuera de las fronteras del estado.
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"Esa entrega, esa disposición, sin importarle grillas, sin importarle políticas, sin importarle nada. Simplemente era un trabajo diario con mucha pasión", anotó pedro Ruiz Cortinas al recordar la labor de su madre.
