Cuando tenía solo cinco años, Juan Antonio López Andrade sufrió una fisura en la base del fémur, lo que ocasionó que su familia lo llevara a la Ciudad de México para recuperarse del incidente.
Durante su estancia en la capital un amigo de su padre recomendó que, el entonces niño, practicará la danza con el propósito de que se rehabilitara de mejor manera.
A partir de ese momento comenzó el camino de una figura que hoy es conocida como una de las grandes personalidades del arte en el sur de Tamaulipas y que en 2025 estará cumpliendo 95 años.
"Ha sido en cierta forma muy gratificante, porque he vivido de la danza, de lo que menos esperaba del folclor porque no me gustaba, he vivido de eso. Nunca pensé tampoco en trabajar con niños, jovencitos, no se me daba. Aquí estoy gracias a las facultades que me dio Dios", detalló López Andrade para EL SOL DE TAMPICO.
Comenzó como bailarín clásico
A pesar de que su vida está vinculada con el folclor, el maestro Juan comenzó su camino profesional en el ballet concierto, hoy conocido como la Compañía Nacional de Danza.
"Te confieso, nunca me ha gustado bailar. Pero al hacerlo he viajado, conocido gente y sobre todo pues me pagaban porque decían que bailaba muy bien", comentó el docente.
➡️ Te puede interesar: Transformando vidas a través del arte: jóvenes artistas del sur de Tamaulipas brillan en diversas disciplinas
No fue hasta principios de los sesenta que el arte típico llegó a la vida de Juan, gracias a un familiar, tuvo la oportunidad de vivir en Ciudad Victoria, donde se unió al Conjunto Típico Tamaulipeco, grupo al que perteneció hasta 1972.
"Después de estar en Victoria varios años, me vine a Tampico porque yo ya me sentía viejo para pertenecer al grupo con el cual viajé mucho", describió.
Fundador del ballet Umalayapem
En su retorno al puerto jaibo, el maestro Juanito se encargaría de impartir clases de ballet en el Instituto Regional de Bellas Artes, en donde emprendería una de las labores más importantes de su carrera.
"Un día llega el señor Villalba, que era el presidente del patronato del IRBA, y me dice, oye, maestro, fíjate que tenemos la idea de que formes un ballet folclórico", detalló.
Fue así como nació el Ballet Umalayapem, el cual tenía entre sus primeras integrantes a Elvi Elena López Caballero, Mercedes Pérez Damián, Esther Pedraza, Nora Alicia Romero e Inés Orellana.
"Empezamos con cuatro parejas. Eran cinco mujeres y cuatro hombres. Eso fue en enero del 72 y para abril ya éramos 48 parejas", detalló su fundador.
Cabe hacer mención que en esta época ya existían otras agrupaciones folclóricas, solo que el Umalayapem se destacó por incluir cuadros de otras partes de la República, no solo de Tamaulipas.
"Viajamos por toda la República, al sur de los Estados Unidos, a Centroamérica, a Guatemala, a Costa Rica, y así estuvimos durante años”, declaró.
La danza transforma
Además de crear esta agrupación, López Andrade también fundó el grupo de Banamex, Región Golfo Norte, y el Ballet Infantil Paquiliztli. A raíz de estas experiencias, se dio cuenta de que la danza era más que un arte, era una disciplina para transformar vidas.
Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp
Esto lo confirma al recordar una anécdota en la que un grupo de jóvenes lo buscó para saber si todo lo que había contado sobre sus viajes en una entrevista era verdad.
Después de que les contara de sus travesías a través del folclor , los adolescentes lo siguieron hasta sus clases en el centro cultural IRBA para aprender.
“Una noche, como a eso de la una de la mañana, oigo el ritmo del huapango. Estaba toda la palomilla aprendiendo los pasos que habían visto. Se quedaron a bailar conmigo. Hoy todos son profesionistas”, detalló.
Un tesoro humano
El paso del tiempo no ha representado un impedimento para que el maestro Juanito dejara de enseñar.
En 2018 sumó un nuevo logro a su carrera al fundar el grupo Edad Dorada de la Casa de la Cultura de Tampico, el cual está activo.
"Tengo la ayuda del maestro Juan Castro, que fue director del Conjunto Típico y del maestro José Luis Bonilla, que fue mi alumno también", agregó Juan López.
Todas estas experiencias le han valido al tampiqueño diferentes reconocimientos. Sin embargo, uno de los más notables es haber sido nombrado como Tesoro Humano Vivo por el Instituto Nacional de Bellas Artes a través del Gobierno de Tamaulipas.
➡️ También puedes leer: La mujer en el ballet es un gran ejemplo de lo que somos: Elisa Carrillo
Él asegura que jamás se imaginó obtener este tipo de logros, en especial porque siempre trabajó desde el corazón y sin recibir algo a cambio.
“No creo haber hecho nada del otro mundo. lo que hice lo hice de todo corazón sin pensar en recompensas ni nada. Y aquí estoy todavía, no sé qué misión me tenga Dios para realizar más adelante”, declaró el maestro López Andrade.