Familiares y residentes del ejido Esteros, al norte de Altamira, celebraron el cumpleaños número 100 de uno de Doña Juanita, uno de los residentes más queridos y longevos de esta localidad.
Juana Espinosa Vázquez es conocida por su don de gente y socialización, es todo un roble lleno de vida, por lo que agradeció a Dios llegar al siglo de vida y en perfectas condiciones.
El salón de actos del ejido Los Esteros se arregló para la ocasión, al ser la sede del festejo que se llevó a cabo el jueves 20 de octubre, al nacer en esa fecha, pero de 1922.
“Para llegar a cumplir estos 100 años de vida es no tener secretos con nadie”, destacó Juanita a El Sol de Tampico.
¿Quién es Juanita Espinoza Vázquez?
Nació en Jaral de Berrios, Guanajuato, contrajo nupcias con Rosalío Jiménez Hernández en el municipio del Mante en 1945 y después se trasladó a Esteros, Altamira, localidad en la que lleva más de 70 años viviendo.
En su matrimonio tuvo cinco hijos, de los cuales le sobreviven cuatro y crio siete más, acrecentando la familia, quienes la ven como su guía moral y ejemplo de disciplina en la forma de vivir para llegar a celebrar su primer centenario de vida.
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Decir que Juanita es todo un roble no es simplemente una frase, sino que lo demuestra al tener una postura completamente derecha, solo en ocasiones se apoya en un bastón, solo toma una pastilla para controlar su presión y tiene dificultades para escuchar.
También sabe leer y escribir sin utilizar lentes, por lo que ha sido la forma de comunicarse con los demás al tener problemas con sentido auditivo. Pero ella se vale por sí misma, prepara sus alimentos, hace el quehacer de su casa y aún tiene el tiempo para darle cariño a sus hijos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos.
El árbol genealógico de Juanita Espinoza Vázquez
Sus cinco hijos son: Carmela, Celia, Silvia, Antonio y Rosa, esta última ya finada, ellos le dieron 21 nietos, estos a su vez ya la hicieron bisabuela y tiene a 31 descendientes, siguiéndole con 3 tataranietos.
Mole, cochinita pibil y pastel para la festejada de 100 años en Altamira. Todos sus parientes se organizaron para celebrar en grande el festejo de Juanita, por lo que hubo hasta mariachi.
El menú fue mole y cochinita pibil, sin que pudiera faltar de poste un rico pastel.
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Juanita Espinoza Vázquez, no guarda ningún secreto para llegar a los 100 años de vida
Ha sido el ejido Esteros donde ha pasado la mayor parte de su vida, donde ha vivido alegrías y desencantos pues ahí murió su esposo, dejándola con cinco hijos, a quienes logró sacar adelante, trabajando en el campo, haciendo empanadas de piña, participando en la pizca de chile y tomate.
Al preguntarle cuál ha sido el secreto para llegar a los 100 años dijo: “yo no tengo secretos para nadie, si yo tuviera secretos no viviría".
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También con toda una vida llena de experiencia y sabiduría comentó que "desde cuando estaba esperando la muerte y he llegado a cien años", exclamó doña Juanita, quien se dijo agradecida con Dios “por la vida, la salud, el pan de cada día porque me permite trabajar en mi hogar".
Ella nunca había tenido una fiesta tan grande como la que le organizaron, "todo lo que han gastado, todo lo que me han dado, estoy muy agradecida primeramente con mi Dios y luego con mis hijos, ellos me dan lo que yo necesito, todo".
"Dios me dio mucha vida, tengo unas hermosas hijas e hijo y un corazón de oro, me siento muy bien, son los primeros 100 años que cumplo", puntualizó Doña Juanita, el roble de Altamira.