La enseñanza del arte folclórico no solo ayuda a transmitir conocimientos y tradiciones de generación en generación, sino que también representa una fuente de crecimiento personal para quienes la practican.
En el marco del Día del Folclor, EL SOL DE TAMPICO se encargó de conocer la opinión de docentes que al acercar a nuevas generaciones a este arte han cumplido sus sueños y continuado su trayectoria como artistas.
Llevar su esencia a la docencia
Con una trayectoria de 25 años como instructor, Daniel Padilla encontró en la docencia una oportunidad para llevar su esencia a las coreografías, bailes y vestuarios, pero también una ventana para impulsar su creatividad a través de niños, niñas y jóvenes.
"A la fecha sigo siendo bailador cuando es necesario. Sin embargo el saber que podía poner mi sello a mi trabajo me impuso a crear y creer en mí, siempre con la referencia de mis profesores que han sido mi mayor inspiración", destacó el director de la Compañía Nexcoyotl.
Con esta mentalidad y trabajando de la mano de otras figuras, Daniel ha compartido su visión artística con alumnos para llevarlos a escenarios dentro y fuera del sur de Tamaulipas.
"Nos da una perspectiva distinta de nuestro día a día, nos permite tocar fibras de los seres humanos que nos hacen más sensibles y vulnerables, además que gracias a la danza hemos podido representar a nuestro municipio a nivel local, estatal, nacional e internacional", mencionó.
El valor conlleva ser maestra
Parte del trabajo de Daniel se ha reflejado en la trayectoria de Laura Rosas, quien también es docente de la Compañía Nexcoyotl. Comenzó su rol de maestra en 2019 y comparte que sus alumnos le han permitido enfrentarse a distintos retos, entre ellos crear un montaje desde cero, y ganar valores como la empatía.
"He aprendido a entender a cada uno de los integrantes, el tener paciencia. También hemos podido representar a nuestra ciudad y al estado en diferentes intercambios culturales en otros estados de la república mexicana", añadió.
En este sentido, Laura comentó que la enseñanza es una fuente de orgullo sobre todo al momento de visualizar cómo es que sus estudiantes llevan a escena los conocimientos que les ha inculcado.
"Ser maestra de danza para mí significa mucho, es uno de los retos más bonitos que he decidido tomar y que me ha llenado de mucha satisfacción y alegría", describió.
La enseñanza permite sembrar raíces
La enseñanza del arte folclórico no solo es una forma de crecimiento para quien la ejerce, también es una manera de inculcar un sentido de pertenencia y amor hacia nuestras raíces.
Prueba de ello es Dietrich Canizales, quien desde hace 20 años se da a la tarea de contribuir a la mejora del tejido social de nuestra región a través de la formación de niños, niñas y jóvenes.
"Mi padre es catedrático, desde la infancia eso me inspiró a ver siempre por los demás y su aprendizaje, el compartir una metodología y técnica me llevó a crear mi propia forma de enseñanza", explicó el director del ballet Raíces Huastecas.
Portando esta bandera, Canizales y sus alumnos han sumado más de 50 premios como campeones nacionales de huapango y también se han desempeñado como promotores de las tradiciones y expresiones artísticas de la Huasteca tamaulipeca.
"Es una pasión de vida que se lleva para transformar un entorno que nos haga sentir orgullosos de nuestra gente y región para llevar en alto nuestra identidad de ser de aquí, de donde nos tocó vivir", destacó.
Nunca se deja de aprender
Convertirse en docente no significa dejar de aprender, así lo confirma Jessica Carrera Franco, quien junto a José Antonio Juárez Sobrevilla lidera la agrupación Fusión Huasteca.
"Algunas cosas que como maestros aprendemos es que cada uno de los alumnos es diferente en su forma de ser y de aprender, llega un punto donde nos convertimos en sus consejeros, padres, amigos, donde ellos pueden desahogarse", mencionó Jessica.
Otro aspecto en el que ella y su esposo han mejorado con la práctica es el conocimiento de las cualidades individuales de sus alumnos y la comprensión de que cada uno tiene una forma distinta de aprender.
"Aprendimos qué es lo que queremos ver cuando ellos están en el escenario y cómo pedírselos y eso también ha sido enseñanza de la experiencia y trabajo de grandes maestros y promotores culturales que con cariño y respeto comparten con nosotros su saber", detalló.
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Esto ha permitido a los directores de Fusión Huasteca adentrarse a otros rubros artísticos, tales como la música, el teatro y las artes plásticas, lo cual ayuda a su crecimiento pero también al de sus pupilos.
"Los logros más importantes son ver cómo los alumnos se van desarrollando y creciendo personalmente en sus escuelas y trabajos, y las felicitaciones de sus padres al ver resultados positivos en sus vidas", anotó
El folclor y sus maestros
Hablar de esta parte de la Huasteca es explorar el hogar de grandes generaciones de docentes que al día de hoy siguen impulsando el amor por nuestras tradiciones, pero también a la construcción de una mejor sociedad mediante el arte.
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Armando y Gil Alberto Martínez Carreón, María Escobedo China, Juan López, Juan Castro y Sara Hernández Mar son otros de los nombres que destacan en esta labor que se ve reflejado en encuentros e intercambios culturales y festivales artísticos dentro y fuera de la localidad.