A pesar de que su acercamiento a la música fue a través de la guitarra, Cosme Infante Orozco ha construido su carrera profesional gracias a su voz.

Su camino comenzó en su niñez, cuando aún vivía en El Mante. "Yo era un niño problema y me corrieron en la secundaria y fui a dar a otra y me presentaron como que hice la música y a partir de ahí, ya no la solté", comentó el tenor en entrevista para EL SOL DE TAMPICO.

Conforme avanzaron los años, el ahora tenor decidió hacer del arte su profesión, por lo que decidió estudiar en la Facultad de Música y Artes de Tampico. "Mi idea cuando me vine para acá no era ser cantante, era seguir tocando guitarra, tener un poco más, pero mi primer encuentro con lo que ahora hago fue con la Orquesta de la Facultad. Me impresionó mucho escuchar una orquesta con violines, con cuerdas, que yo no había tenido el placer de escuchar, fue un impacto muy fuerte", describió.

Descubrió su potencial como cantante

Cosme recuerda que en una ocasión intentó imitar al cantante Andrea Bocelli. Mientras pasaba esto, el Mtro. Elías Argot alcanzó a escucharlo, y le dijo que tenía potencial para incursionar en la ópera.

"Ya no me soltó, jalé con él en el coro, empecé a trabajar con él cantando, y bueno, ya obviamente vino esa formación todavía más profesional en otros lugares”, compartió.

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Él asegura que en un inicio no se visualizaba como cantante, aunque él considera que siempre tuvo facilidad para usar su voz como instrumento. "Yo me daba cuenta que entendía mucho más fácil el canto que otras personas. Es decir, yo no tenía problema con la afinación, con la rítmica. No son cosas profesionales, pero sí son cosas que te van dando la señal".

Sin embargo, Cosme asumió el reto de dejar atrás sus propios cuestionamientos e inseguridades para dedicarse a la labor por la que hoy es conocido.

Experiencias que marcaron su carrera

Gracias a las primeras ediciones del Festival Internacional Tamaulipas, Cosme Infante se fogueó y conoció a diferentes exponentes de la ópera, tales como Fernando de la Mora y Patrón de Rueda.

"Estar rodeado de esas personas, la verdad es que a mí me inspiró mucho. Ahora, como maestro, les comento a mis alumnos que escuchando también te enseñan. Yo tuve esa enseñanza directa con ellos".

Estas experiencias ayudaron al tenor a madurar y comprender el impacto que tiene su profesión en el público.

Recuperada al finalizar la presentación, que formó parte del programa ''Orquesta En Tu Colonia'', un señor se le acercó para decirle que había causado un cambio en su estado emocional.

"Decía que había tenido un mal día, que me agradece que por qué no sabía lo que uno había hecho por él, con esa orquesta ahí, y conmigo cantando. Realmente le cambió la perspectiva, no sé si de su vida, pero al menos de ese momento que él tenía".

El tamaulipeco ha tenido la oportunidad de vivir experiencias similares a lo largo de su carrera junto a otras figuras, tales como Los 10 Tenores Tamaulipecos, la Orquesta Sinfónica de la UAT, el barítono Rafael Negrete, y otros artistas.

Participaciones en el extranjero

También es importante hacer mención que Cosme Infante ha llevado su voz al extranjero, gracias a la invitación de la soprano Karla Lazo. La primera de ellas fue en 2019 en París, y la más reciente fue en Barcelona.

Al hablar sobre lo que distingue a estas actuaciones, el tenor señala que a pesar de que el público europeo tiene un mayor conocimiento de música de ópera, nada se compara al cariño de los mexicanos. "La calidez que tiene el público mexicano es muy diferente, si sienten alguna emoción la expresan y ellos sí la expresan pero lo hacen casi al final".

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Esto lo corroboró en un espectáculo en Francia, en el que los espectadores mantuvieron silencio hasta que terminó la presentación.

“Llegó un momento del programa en el que pensé que no les gusté como cantante. Terminó el programa y la gente se paró a aplaudir muy fuerte, y los organizadores me comentaban que era la primera vez que se paraban en ese espacio”, aseguró el tamaulipeco.

La importancia de su música en su vida

Tomando todas estas vivencias, Infante Orozco asegura que no se imagina en otra profesión, pues la música significa un camino para llevar un sustento a su hogar, pero también una puerta para conocer su propia identidad.

“Tengo la gran bendición de hacer lo que a mí me gusta. yo me levanto todos los días con la emoción de saber quién soy y de qué es lo que hago, entonces creo que no muchos tienen ese privilegio”, señaló.

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También dijo que en su carrera ha tenido la oportunidad de compartir su camino y conocimientos en las aulas de clase.

El tenor nos comentó que no solo les enseña la técnica a sus alumnos, sino también la dedicación que deben poner debido a la responsabilidad que significa pararse ante un público.

“Cantar una nota desafinada no es problema, pero darla sin corazón es muy detestable”, concluyó el cantante.