La banda Crossing Death es parte de la escena local y movimiento alternativo de la zona sur del estado. Con más de tres décadas tocando (desde 1988), "los metaleros de la colonia Obrera" cuentan hoy con dos discos grabados de manera profesional.
Ellos han forjado una experiencia en los escenarios, alternando con todo tipo de grupos y audiencias. Y hoy se preparan para este 11 de diciembre abrir el concierto de la banda internacional Exodus, de esto y más comentamos con sus integrantes.
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Actualmente la banda se compone por Antonio “Paisa” Rodríguez en la guitarra y voz, Juan Rodríguez en la batería, Robert Alanís en el bajo eléctrico, y recientemente se incorporó Oscar López en el requinto.
Cuando se habla de Crossing Death es casi obligado hacer alusión a la colonia Obrera de Ciudad Madero.
Aquí está su centro de operaciones en casa del bajista, y apenas a una cuadra vive el Paisa, guitarrista y fundador, quien nos comenta “no recuerdo exactamente cómo es que me hice de mi primera guitarra, seguramente algún familiar o amigo. Entonces escuchaba a bandas locales como Zeta o Crucifier”.
Junto a su hermano Juan comenzaron a ensayar con diversos músicos, hasta que encuentran a Gustavo Herrera y las cosas pasaron a otro nivel. Gustavo desde entonces tenía un gran talento para la música, y entre canciones de Angeles del Infierno o Motor Head, comenzaron a componer. Su estilo musical tuvo como eje desde el principio el hardcore oscilando entre el thrash y el death.
Su primer concierto fue en 1988
De su primer concierto, el Paisa hace un esfuerzo de memoria “fue el 11 de marzo de 1988 en el Instituto Anglo Mexicano, en la colonia Campbell; y ese mismo día acudimos a una tocada en el salón de la CTM con las bandas como Crucifier, RIP Ride y Cripta”.
Ese concierto en la CTM fue en realidad una fiesta de cumpleaños, y de alguna manera marcó una nueva etapa en la escena alternativa local, surgiendo una nueva generación de músicos.
Roberto Alanís indica que “En ese momento apareció el colectivo Hordas Metálicas encabezado por Toño Díaz, que comenzaron a organizar conciertos en lugares como el salón del sindicato de Panaderos, Boleros, Ferrocarrileros o el de la CTM. Hasta que un día anunciaron un sitio nuevo para tocar rock: el Metal Garage en la colonia Árbol Grande”. Allí alternaron con muchas bandas de la escena de esa época como Aquelarre y Agressor Disaster, entre otros más.
Graban "Una vida no es suficiente" en 1992
Con esa experiencia en los escenarios y el trabajo en conjunto de composición entre el Paisa y Gustavo Herrera, no tardaron en encontrar a un aguerrido promotor musical que venía de Ciudad de México, todos lo conocían como “El Tyson”, quien logró engancharlos para realizar su primera grabación profesional.
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La producción se realizó en la capital del país y llevó por título “One life is not enough” en el año de 1992, un disco editado en el entonces novedoso formato de disco compacto. El arte de la portada estuvo a cargo de Robert, que ilustró una alegoría de las diferentes tentaciones que pueden rodear al ser humano y sobre todo a la juventud.
Aquí se incluyen 10 canciones entre las que podemos comentar Death Rattle, de la cual el Paisa nos dice “fue una canción casi de último momento, para completar el disco, no tenía letra y la escribimos un poco en broma”. Al leer la letra de esta melodía solo encontramos sonidos guturales como argh, grmf, ouch, trompf, nah; compuesta por Gustavo Herrera y Antonio Rodríguez.
Mientras que la canción Tepexpan Man se ha convertido al paso de los años en un tema controvertido. Su título alude a un esqueleto hallado en el lago de Texcoco en 1947. Los científicos establecieron que se trataba de un varón con una antigüedad de 10 mil años, quizá los restos más antiguos encontrados en nuestro país.
Pero estudios posteriores han aclarado que en realidad se trata de los restos de una mujer, que posiblemente se encontraba cazando mamuts al momento de su muerte. Por lo tanto el título de la canción quizá debería cambiarse por Tepexpan Woman.
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Con ese disco en mano realizaron múltiples conciertos alternando con bandas nacionales como Transmetal, Cenotaph, Pactum, Next y más.
Por motivos personales hicieron una pausa en 1994 y anunciaron un concierto de despedida en el auditorio Américo Villarreal Guerra. Un evento para recordar más allá de la música. Aquí ocurrió una gran pelea y alboroto al concluir el concierto. Las cosas se salieron de control, llegó la policía y se llevaron detenidos a varios chavos del público. Pero todo tuvo un final feliz. Esa misma noche reunieron el dinero de la taquilla y fue suficiente para pagar la multa y rescatar a los rockeros presos en la ergástula municipal.
La separación, retiro o pausa no lo fue del todo, pues de vez en cuando tocaban en ocasiones especiales. Además Robert Alanís se incorporó como bajista al grupo Empire Darknes (con Juan Calavera en guitarra y Sandra Hernández en batería) por casi una década. También estuvo en la banda Sarcoma, donde conoció a Oscar López Castillo, quien se convertiría tiempo después en guitarrista de Crossing Death.
En este lapso comenzaron de nuevo a ensayar y poco a poco a volver a componer. Hasta que llegó el momento en que habían reunido suficiente material musical para un nuevo álbum.
Surge el disco "Todos tenemos el mal"
En el siglo XXI muchas cosas cambiaron en la industria de la música, nuevas tecnologías, nuevos estilos y un cambio generacional evidente. Es entonces que la banda decide en 2015 lanzar un segundo disco, que sería Todos tenemos el mal. Grabado y mezclado por Aldebarán Muñoz e impulsado por la Fundación Rock.
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La portada fue creada por el artista gráfico Miguel Mar, quien nos comenta “la ilustración está hecha al estilo cómic realizado con ilustración digital, representa a los seguidores de la banda infectados por el germen de la música, casi como zombies, y al centro de todos cobra vida Crossing Death encarnando a un esqueleto rockero”.
Más que música: una declaración de principios
El concepto del disco se concentra en la canción "Todos tenemos el mal", pues allí Roberto Alanís recita una declaración de principios, a los cuales vale la pena poner atención.
"...Esto va por todos aquellos que algún día en su adolescencia decidieron escuchar y pensar en cosas diferentes y se pusieron una camiseta negra, y que a pesar de las burlas y discriminaciones decidieron seguir adelante y tomaron la irreverencia del punk, la agresión del hardcore y la fuerza del metal, y los hicieron parte de su existencia.
No por moda pasajera, sino por decisión propia, convencidos de que era para toda la vida, como una enfermedad contagiosa pero selectiva que nos atrapa y seguimos aferrados, y que lo hacemos porque nos gusta y lo llevamos en la sangre, en el corazón y en el alma. Porque del punk, hardcore y metal todos tenemos el mal”. Esta arenga es uno de los puntos culminantes en los conciertos de la banda.
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En su experiencia con grupos internacionales se han presentado en Tampico con solistas como Neil Turbin, excantante de la banda estadounidense Anthrax; con los ingleses Venom Inc, liderados por el bajista Tony “Demolition Man” Dolan y la controversial agrupación México-Estadounidense Brujería. Y muy pronto compartirán escenario con los californianos Exodus.
Inmersos en el mundo de la música, Robert y Oscar iniciaron un emprendimiento llamado La Obrera Custom Shop, donde se dedican a dar mantenimiento a instrumentos musicales, construir guitarras y trabajar la madera en general.
Entre sus obras construyeron una Cigar Box Guitar para Lalo Chávez de la Tampico Blues Company, es un instrumento creado a partir de una caja de habanos y usando material de desperdicio y una pastilla. También adaptaron el modelo Tavorraizer para el guitarrista Gustavo Herrera.
Los dos discos de la banda están disponibles en plataformas de streaming como Spotify, donde su canción más reproducida es Todos tenemos el mal. Como dato adicional, el primer disco ya cuenta con edición japonesa en formato de disco compacto y casete. Además fue editado por la disquera mexicana Denver.
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Con los veterano y los pioneros, así llegarán a abrirle el concierto a Exodus
Actualmente Crossing Death se afana en sus ensayos en la colonia Obrera, entre sus compromisos hay uno especial: abrir el concierto de la veterana banda Exodus, pioneros a nivel mundial del género Thrash Metal. Esto será el domingo 11 de diciembre en el Auditorio Municipal de Tampico, junto a la agrupación victorense Solitude.
