Después de haber sido alcalde de Tampico, Nicanor Fernández solo una vez contempló la posibilidad de buscar un puesto político, su amigo Luis Donaldo Colosio lo invitó a sumarse a su proyecto y de paso, recorrer en campaña, juntos Tamaulipas.
Cincuenta años después de que Nicanor -el pescador camaronero- compró su primer barco en Campeche, reveló a EL SOL DE TAMPICO que ha decidido tras medio siglo de trabajo retirarse.
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1) ¿Cómo lo convenció Colosio de regresar a la política?
Yo fui invitado por Colosio a participar como diputado, yo lo conocía antes, me invitó, lo acompañé en la gira de Colosio en Tamaulipas, me pegué unas mareadas en el camión, soy malo para el camión.
Yo acepté a Colosio por la amistad que tenía con él y además porque él iba a la Presidencia Nacional, iba a ganar, por eso a lo mejor lo mataron.
Más que de las pláticas me acuerdo de las mareadas que me pegaba, Tamaulipas tiene sierras inmensas y horribles. Yo me bajé en una escala que hicimos por Mante. Comimos en varios lugares, comimos en un pueblo de la sierra -Colosio- tenía un magnífico carácter, hubiera sido un magnífico presidente.
2) ¿Cómo fue el momento en que supo que habían matado a su amigo Colosio?
No quiero mentir, pero muy pronto de esos eventos lo mataron y me quitan a mí, yo iba para diputado y X persona iba para gobernador y a los dos nos quitaron.
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Me acuerdo perfectamente bien que estaba viendo la televisión cuando interrumpieron para pasar la muerte de Colosio, impresionante -era su amigo- aparte era un cristiano y la forma en que lo mataron, se ve cuando le ponen la pistola en la cabeza.
3) ¿Qué le parece esa noticia de que ahora buscan a otro tirador responsable?
Es política, es político, hay cierta gente en México que quería hacer política sobre eso, totalmente inútil por no decir estúpido, con todo respeto, no se vale, no se debe.
4) ¿Por qué ha decidido bajarse de la flota camaronera?
Yo estoy en esto desde el 73 o en el 74, éramos casi 400 barcos, ahorita hay 182 de los cuales 80 están parados, yo me salgo del negocio, me salgo por dos cosas: hay costos muy altos en el diésel, pero fundamentalmente en el caso mío me salgo por mi edad.
Ya no me puedo andar subiendo y bajando a los barcos, imagínese, si me subo al barco. Me representa tranquilidad más que tristeza, tristeza no, porque lo disfruté.
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5) ¿Cómo fue pescar en altamar?
Me hace usted una pregunta misteriosa, en mi vida salí a pescar con un barco, en mi vida, porque me mareo. Nunca pesqué por varias cosas, pero fundamentalmente me mareo.
“Compré mi primer barco, se llamaba 'Don Lorenzo', me fui a Campeche, ahí estaba la flota camaronera. Le dije a Rosita, que en paz descanse, ‘vamos a buscar un barco’ y lo compré.
En aquella época yo lo compré en 480 mil, en el 72, pero déjeme decirle de repente, a los tres, cuatro viajes me dije ‘Nicanor estás perdiendo el tiempo. La papa está aquí'”.
6) Al parecer la papa ya no está ahí, ¿la flota está en crisis?
La industria camaronera en todo México está de capa caída, es que esta administración del presidente, de ese que no sé cómo se llama, no ha habido ningún apoyo para la flota. En el Pacífico hay mil barcos pudriéndose.
Aquí en Tampico la flota camaronera de 180 barcos le dan trabajo en forma directa e indirecta a 10 mil gentes, de ahí comen los tripulantes, las esposas, los hijos.
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Desde los cinco años estoy trabajando aunque no me lo crea, era una tienda de abarrotes ‘La Casa de Nicanor' -estaba en Aurora y Díaz Mirón- no importa lo que compres, ni dónde vivas, te lo llevamos, yo trabajé 10 años de tiempo completo y ser el hijo del dueño es lo peor que puede haber.
