Recibir la noticia de tener cáncer de mama representó para Rebeca Gómez un giro radical en su vida, la de su familia y en su entorno laboral.

En mayo de 2017 la paciente se dio cuenta de que tenía una alteración en su seno, por lo cual acudió a su médico, quien oportunamente dio un diagnóstico y a partir de ahí ella inició la batalla.

“Dios me encaminó con el doctor que me ayudaría a salir de esta enfermedad, mi familia y mis amigos jamás me dejaron sola y fue así como inicié un proceso que aún no termina, pero que no me hará darme por vencida”, compartió.

Rebeca Gómez era en aquel entonces una mujer dedicada a su profesión, pero al iniciar el proceso la abandonó, ya que lo único que buscaba era salir victoriosa y saludable.

Para la paciente que hoy en día continúa en tratamiento preventivo, la fe es lo que la hace fuerte, ya que menciona Dios sabe el porqué de sus pruebas y sus lecciones.

“Lo que te hace fuerte es la fe, el amor a la vida y a tu familia ya que son ellos el motor para que jamás te des por vencida”, dijo con lágrimas en los ojos.

Durante su charla compartió que ser sobreviviente de cáncer sin duda para ella fue una lección que la enseñó a valorar el día a día, cada momento y cada espacio compartido con sus seres queridos.

“Fue una lección de vida, hoy disfruto cada instante a mi esposo, mi hija y todos mis amigos se volvieron primordiales para mí, hoy no puedo ni quiero perderme ninguna experiencia”.

Luego de una cirugía y recibir ocho quimioterapias, Rebeca Gómez concluyó su tratamiento y actualmente regresó a su trabajo, ya que dice la mantiene activa y ocupada.

Invitó a todas las personas que están viviendo una situación similar a no darse por vencidas, y también no perdió la oportunidad para invitar a todas las mujeres a realizarse sus chequeos ya que dijo una detección oportuna podrá salvar su vida.