/ martes 29 de diciembre de 2020

Pistoleros es una narconovela sobre buscar luz dentro de tanta oscuridad: Paula Castiglioni

Su obra ganadora del premio internacional Ignacio Manuel Altamirano fue escrita en menos de un año

SEGUNDA PARTE

La argentina Paula Castiglioni considera que actualmente se lee a un mayor número de escritoras latinoamericanas.

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¿Tienes un horario fijo para escribir?

De chica escribía a cualquier hora y en cualquier lugar, hasta en rollos de papel higiénico. Ahora descubrí que ando mejor por la mañana y a última hora de la noche. “Pistoleros” lo escribí en menos de un año, entre investigación, diseño de estructura y la narración en sí.

Llegaba antes al trabajo y me ponía a escribir en la oficina, después continuaba en la cama, cuando mi marido ya estaba dormido.

Y los fines de semana me aislaba en la casa de mis papás, porque en ese entonces vivíamos en un monoambiente y me distraía fácilmente ahí. Para los últimos capítulos me fui a la casa de mis tíos en Reñaca, Chile. Primero escribía en un café frente a la playa, después caminaba por la costanera hasta Viña del Mar y antes de volver, agarraba un cafecito en el centro y seguía escribiendo.

¿Las redes sociales facilitan la difusión de nuevas “voces” literarias?

Creo que sí, pero hay que saber manejarlas. Hay autores que comenzaron con un blog, tuvieron mucho éxito y después vino el libro. Otros supieron usar de manera brillante Twitter. Hay mucha movida también en Instagram.

La verdad que mucho no las entiendo porque tampoco soy consumidora literaria en las redes. Uso Facebook por motivos laborales y ver memes de gatitos. Twitter lo tengo como buscador de noticias. Tengo una cuenta en Instagram, que más o menos es una bitácora de mis lecturas y a veces meto alguna reflexión o comparto técnicas literarias.

En mi caso, las redes sociales no me facilitaron la publicación. Sí me ayudaron a contactar a grandes escritores, poder entrevistarlos y también aprender de ellos, porque siempre les pregunto sobre el proceso creativo.

¿Qué historia estás escribiendo actualmente?

Cuando terminé “Pistoleros” quería hacer un spin-off. Al ver que no me daban bola en ninguna editorial, me dije: “A la mierda, voy por otro lado”. Tras el premio, volví a pensar en el spin-off. Estoy en la etapa de hurgar en los temas del mundo del hampa.

Tengo más o menos definido el universo, pero para la trama, también debo pensar en la estructura. En este momento tengo dos libros sobre cómo escribir thrillers. No sé si terminará siendo un thriller o lo que me salga, tampoco hay que encasillarse. Por el momento, me remito a aprender.

¿Los ebooks y pdf sustituirán a los libros impresos?

De esto estamos hablando hace más de 15 años… y los libros impresos siguen existiendo. Hay cierto fetichismo con el papel, la cosa de tocar lo que estás leyendo, que tenga algún peso sobre tus manos. Y no se trata solo de la edad.

Mi sobrina tiene diecisiete años y quiere todo impreso. Yo la verdad soy bastante práctica. Por cuestiones económicas y también de tiempos, cada vez me gustan más los ebooks. Sí, justo leí una nota sobre tal o cual autor, googleo y compro su libro. Me sale más barato, no pago envío y solo ocupa lugar en mi Kindle. La biblioteca de mi casa solo tiene dos cuerpos… y después tengo libros tirados por todas partes, claro.

El grueso de mis lecturas hoy pasa por lo digital. Muchas editoriales pequeñas tienen prejuicios por el tema de la piratería, pero es una forma de darle mayor alcance al autor. Hace poco Eve Gil me regaló una copia digital de su hermosa novela “Borrada de Dublín”… solo se publicó en papel y encima está agotada en Amazon. Una pena, porque es una historia que vale la pena ser leída.

¿Las escritoras de género policial leen y escriben historias de amor?

Yo creo que sí. Me viene a la mente María Inés Krimer, la reina del policial argentino. Sus protagonistas son mujeres fuertes que en medio de sus investigaciones, siempre se hacen un huequito para el amor. Y si no hay amor, no le hacen caso a un touch and go.

En mi caso, nunca fui lectora del género romántico-romántico, tipo Corín Tellado o sus nuevas versiones un poco más sofisticadas. Amo a las hermanas Brontë y a Jane Austen, sí. Las historias de Shannon Hale, como “Austenland” o “The actor and the housewife”, me parecen preciosas. Me gusta lo romántico como condimento de otro tipo de historia. Un autor que lo maneja de forma magistral es Ernesto Mallo, el creador de la saga del comisario Lezcano. Su protagonista es un hombre duro de corazón tierno, respetuoso de la mujer.

Como el amor forma parte de nuestras vidas, me gusta incluirlo en mis historias. Después de todo, “Pistoleros” nació como una narconovela romántica… y así también la definió la doctora Ainhoa Vázquez Mejías, docente de la UNAM.

¿Consideras que existe un nuevo "boom", ahora exclusivamente de escritoras latinoamericanas?

Se está leyendo mucho más a las mujeres y este fenómeno no es ajeno en Latinoamérica. No sabría decirte si es un boom, ya que considero que esa opinión sería más válida por parte de un académico. Yo leo cada vez más a autoras latinoamericanas, y sí, en mis planes de lecturas al menos hubo un boom.

¿Cuál es tu palabra favorita?

Hay palabras que suenan muy lindo como chiruza, badulaque, patán, pichicho, o los términos chilenos siútico, cuático y choriflai. En mi vida cotidiana uso otras palabras que son muy liberadoras. Por lo general los productores televisivos argentinos tenemos boca de letrina, así que te imaginas cuáles palabrotas uso con frecuencia.

¿Quién es el personaje histórico que hubieras querido ser y por qué?

Nunca quise ser otra persona. A lo mejor sí, fantasee con haber nacido en otra época y lugar. Por ejemplo, la campiña inglesa a fines del siglo XIX. ¿Pero qué rol tenía la mujer en ese entonces? Olvídate, me quedo con haber nacido en Buenos Aires en 1984.

Me gustaría ser invisible y meterme en la cabeza de determinados personajes poderosos, eso sí. Conocer los secretos del Área 51, saber si existen los grises y los reptilianos. ¿Realmente hay vida después de la muerte o los fantasmas son producto de nuestro miedo a dejar de existir?

¿Te has arrepentido de haber leído un libro?

Si es así, ¿cuál fue?

No me arrepiento de haber leído ningún libro, porque si no me gusta, lo abandono. Si algún aspecto de la trama me interesa, adelanto hojas y sigo solo parte de esa historia. Pensándolo bien, sí pude haberme arrepentido de haber hojeado ciertos libros. Tengo cierta fascinación por el ocultismo desde chica y estuve una semana sin dormir después de haber visto fotos de supuestos endemoniados.

¿Qué opinas del lenguaje inclusivo?

La RAE dice que las palabras tienen género y no sexo como las personas. Simbólicamente me parece interesante que a veces se aplique, yo misma lo uso a veces entre compañeros de trabajo, en cuestiones de género o con personas no binarias. Es más bien un gesto de solidaridad con ciertas luchas.

En lo personal dudo que agregar el género neutro al castellano mejore la situación de la mujer en la sociedad. En alemán tenemos masculino, femenino y neutro, en inglés directamente no hay género. Y los maltratos y los feminicidios ocurren igual en aquellos países donde se hablan estos idiomas.

¿Algún mensaje para los lectores mexicanos?

Me pone feliz que “Pistoleros” sea publicado en México, meca de la narcoliteratura y en cierta manera, gran colonizador cultural del resto de Latinoamérica. Mi generación creció con el Chavo del Ocho, cada tarde esperábamos las novelas de Thalía, vimos películas y dibujitos doblados en el castellano neutro de México.

Y de la música, ni hablar. A nivel turístico muero por conocer sus tesoros arqueológicos. Es un pueblo con una gran historia. Gracias, México, por cumplirme este sueño que parecía imposible. Gracias por tanta calidez. Espero que disfruten de “Pistoleros”, una narconovela del cono sur que busca luz dentro de tanta oscuridad.

Periodista y productora

Para la escritora, aún en la era digital, los libros impresos seguirán existiendo pues hay cierto fetichismo con el papel, a la gente le gusta tocar lo que está leyendo, desde pequeños hasta adultos.

Me pone feliz que “Pistoleros” sea publicado en México, meca de la narcoliteratura y en cierta manera, gran colonizador cultural del resto de Latinoamérica.

Estoy en la etapa de hurgar en los temas del mundo del hampa. En este momento tengo dos libros sobre cómo escribir thrillers. Por el momento, me remito a aprender.

Cortesía | Paula Casticlion

SEGUNDA PARTE

La argentina Paula Castiglioni considera que actualmente se lee a un mayor número de escritoras latinoamericanas.

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¿Tienes un horario fijo para escribir?

De chica escribía a cualquier hora y en cualquier lugar, hasta en rollos de papel higiénico. Ahora descubrí que ando mejor por la mañana y a última hora de la noche. “Pistoleros” lo escribí en menos de un año, entre investigación, diseño de estructura y la narración en sí.

Llegaba antes al trabajo y me ponía a escribir en la oficina, después continuaba en la cama, cuando mi marido ya estaba dormido.

Y los fines de semana me aislaba en la casa de mis papás, porque en ese entonces vivíamos en un monoambiente y me distraía fácilmente ahí. Para los últimos capítulos me fui a la casa de mis tíos en Reñaca, Chile. Primero escribía en un café frente a la playa, después caminaba por la costanera hasta Viña del Mar y antes de volver, agarraba un cafecito en el centro y seguía escribiendo.

¿Las redes sociales facilitan la difusión de nuevas “voces” literarias?

Creo que sí, pero hay que saber manejarlas. Hay autores que comenzaron con un blog, tuvieron mucho éxito y después vino el libro. Otros supieron usar de manera brillante Twitter. Hay mucha movida también en Instagram.

La verdad que mucho no las entiendo porque tampoco soy consumidora literaria en las redes. Uso Facebook por motivos laborales y ver memes de gatitos. Twitter lo tengo como buscador de noticias. Tengo una cuenta en Instagram, que más o menos es una bitácora de mis lecturas y a veces meto alguna reflexión o comparto técnicas literarias.

En mi caso, las redes sociales no me facilitaron la publicación. Sí me ayudaron a contactar a grandes escritores, poder entrevistarlos y también aprender de ellos, porque siempre les pregunto sobre el proceso creativo.

¿Qué historia estás escribiendo actualmente?

Cuando terminé “Pistoleros” quería hacer un spin-off. Al ver que no me daban bola en ninguna editorial, me dije: “A la mierda, voy por otro lado”. Tras el premio, volví a pensar en el spin-off. Estoy en la etapa de hurgar en los temas del mundo del hampa.

Tengo más o menos definido el universo, pero para la trama, también debo pensar en la estructura. En este momento tengo dos libros sobre cómo escribir thrillers. No sé si terminará siendo un thriller o lo que me salga, tampoco hay que encasillarse. Por el momento, me remito a aprender.

¿Los ebooks y pdf sustituirán a los libros impresos?

De esto estamos hablando hace más de 15 años… y los libros impresos siguen existiendo. Hay cierto fetichismo con el papel, la cosa de tocar lo que estás leyendo, que tenga algún peso sobre tus manos. Y no se trata solo de la edad.

Mi sobrina tiene diecisiete años y quiere todo impreso. Yo la verdad soy bastante práctica. Por cuestiones económicas y también de tiempos, cada vez me gustan más los ebooks. Sí, justo leí una nota sobre tal o cual autor, googleo y compro su libro. Me sale más barato, no pago envío y solo ocupa lugar en mi Kindle. La biblioteca de mi casa solo tiene dos cuerpos… y después tengo libros tirados por todas partes, claro.

El grueso de mis lecturas hoy pasa por lo digital. Muchas editoriales pequeñas tienen prejuicios por el tema de la piratería, pero es una forma de darle mayor alcance al autor. Hace poco Eve Gil me regaló una copia digital de su hermosa novela “Borrada de Dublín”… solo se publicó en papel y encima está agotada en Amazon. Una pena, porque es una historia que vale la pena ser leída.

¿Las escritoras de género policial leen y escriben historias de amor?

Yo creo que sí. Me viene a la mente María Inés Krimer, la reina del policial argentino. Sus protagonistas son mujeres fuertes que en medio de sus investigaciones, siempre se hacen un huequito para el amor. Y si no hay amor, no le hacen caso a un touch and go.

En mi caso, nunca fui lectora del género romántico-romántico, tipo Corín Tellado o sus nuevas versiones un poco más sofisticadas. Amo a las hermanas Brontë y a Jane Austen, sí. Las historias de Shannon Hale, como “Austenland” o “The actor and the housewife”, me parecen preciosas. Me gusta lo romántico como condimento de otro tipo de historia. Un autor que lo maneja de forma magistral es Ernesto Mallo, el creador de la saga del comisario Lezcano. Su protagonista es un hombre duro de corazón tierno, respetuoso de la mujer.

Como el amor forma parte de nuestras vidas, me gusta incluirlo en mis historias. Después de todo, “Pistoleros” nació como una narconovela romántica… y así también la definió la doctora Ainhoa Vázquez Mejías, docente de la UNAM.

¿Consideras que existe un nuevo "boom", ahora exclusivamente de escritoras latinoamericanas?

Se está leyendo mucho más a las mujeres y este fenómeno no es ajeno en Latinoamérica. No sabría decirte si es un boom, ya que considero que esa opinión sería más válida por parte de un académico. Yo leo cada vez más a autoras latinoamericanas, y sí, en mis planes de lecturas al menos hubo un boom.

¿Cuál es tu palabra favorita?

Hay palabras que suenan muy lindo como chiruza, badulaque, patán, pichicho, o los términos chilenos siútico, cuático y choriflai. En mi vida cotidiana uso otras palabras que son muy liberadoras. Por lo general los productores televisivos argentinos tenemos boca de letrina, así que te imaginas cuáles palabrotas uso con frecuencia.

¿Quién es el personaje histórico que hubieras querido ser y por qué?

Nunca quise ser otra persona. A lo mejor sí, fantasee con haber nacido en otra época y lugar. Por ejemplo, la campiña inglesa a fines del siglo XIX. ¿Pero qué rol tenía la mujer en ese entonces? Olvídate, me quedo con haber nacido en Buenos Aires en 1984.

Me gustaría ser invisible y meterme en la cabeza de determinados personajes poderosos, eso sí. Conocer los secretos del Área 51, saber si existen los grises y los reptilianos. ¿Realmente hay vida después de la muerte o los fantasmas son producto de nuestro miedo a dejar de existir?

¿Te has arrepentido de haber leído un libro?

Si es así, ¿cuál fue?

No me arrepiento de haber leído ningún libro, porque si no me gusta, lo abandono. Si algún aspecto de la trama me interesa, adelanto hojas y sigo solo parte de esa historia. Pensándolo bien, sí pude haberme arrepentido de haber hojeado ciertos libros. Tengo cierta fascinación por el ocultismo desde chica y estuve una semana sin dormir después de haber visto fotos de supuestos endemoniados.

¿Qué opinas del lenguaje inclusivo?

La RAE dice que las palabras tienen género y no sexo como las personas. Simbólicamente me parece interesante que a veces se aplique, yo misma lo uso a veces entre compañeros de trabajo, en cuestiones de género o con personas no binarias. Es más bien un gesto de solidaridad con ciertas luchas.

En lo personal dudo que agregar el género neutro al castellano mejore la situación de la mujer en la sociedad. En alemán tenemos masculino, femenino y neutro, en inglés directamente no hay género. Y los maltratos y los feminicidios ocurren igual en aquellos países donde se hablan estos idiomas.

¿Algún mensaje para los lectores mexicanos?

Me pone feliz que “Pistoleros” sea publicado en México, meca de la narcoliteratura y en cierta manera, gran colonizador cultural del resto de Latinoamérica. Mi generación creció con el Chavo del Ocho, cada tarde esperábamos las novelas de Thalía, vimos películas y dibujitos doblados en el castellano neutro de México.

Y de la música, ni hablar. A nivel turístico muero por conocer sus tesoros arqueológicos. Es un pueblo con una gran historia. Gracias, México, por cumplirme este sueño que parecía imposible. Gracias por tanta calidez. Espero que disfruten de “Pistoleros”, una narconovela del cono sur que busca luz dentro de tanta oscuridad.

Periodista y productora

Para la escritora, aún en la era digital, los libros impresos seguirán existiendo pues hay cierto fetichismo con el papel, a la gente le gusta tocar lo que está leyendo, desde pequeños hasta adultos.

Me pone feliz que “Pistoleros” sea publicado en México, meca de la narcoliteratura y en cierta manera, gran colonizador cultural del resto de Latinoamérica.

Estoy en la etapa de hurgar en los temas del mundo del hampa. En este momento tengo dos libros sobre cómo escribir thrillers. Por el momento, me remito a aprender.

Cortesía | Paula Casticlion

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