El trabajo de su abuelo don Víctor Monterrubio fue inspiración para Diego Gutiérrez Monterrubio, un artista plástico que asegura que sus raíces están aquí en Tampico, el puerto en donde nació su gusto por el arte.
Aun cuando en sus venas corre sangre michoacana, él asegura que es más tampiqueño y ha sido eso su motor para desarrollar su carrera, misma que ha tenido grandes alcances a nivel internacional.
El sonido de las olas del mar, la belleza arquitectónica del Centro Histórico de Tampico, los sabores y olores que lo remontan a su infancia han sido factores importantes en la carrera artística del hoy maestro de artes de California State University Fresno, Bakersfield College y del Central Valley High School.
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¿Qué significa Tampico para ti?
Tampico es mi raíz, somos de la zona centro, mi familia y yo tenemos en la misma casa casi como 90 años, toda la familia vive cerca, mi infancia es aquí en Tampico.
¿Cómo fue esa infancia, qué recuerdos tienes?
Caminando con mi abuelo que era el pintor que le decían “cómo estás maistro”, yo me quedaba encantado porque estaba con el maistro y aquí tenía la libertad de estar con mis abuelos, comer, conocer gente, la playa, el clima.
¿Cómo inicia tu camino en el arte?
Yo me enamoré de la pintura con mi abuelo, viendo sus pinceles, viendo sus pinturas, viendo sus obras, me encantaba ver cómo de la nada salían grandes cosas a la manta o la pared. Mi camino en el arte empezó en California, como cualquier joven haciendo cosas, jugando con la pintura, no realmente estudiando.
¿Cuáles fueron tus primeros maestros?
Mis papás me decían si vas a estudiar la pintura debes saber que es una carrera que no es muy exitosa, pero yo quería ser pintor, estudié pintura, dibujo y fotografía, pero un día me dice un mentor, Tom Howell, tú tienes que seguir estudiando porque tú tienes algo muy interesante, me enseñó a llevar mi vida diferente, me fui a estudiar a California State University Fresno y ahí un maestro me dijo que estudiara una maestría, mandé cinco aplicaciones y me aceptaron en las cinco.
¿Cómo fue estudiar una maestría?
Llegando a la universidad de Texas me dice el director, Diego no nos dijiste quién eras en realidad y yo dije cómo que no y me contestó tú ya tienes una carrera de pintor, ya vimos tu trabajo y vas a empezar a dar clases y les dije, pero yo vengo a estudiar y ellos aseguraron que yo ya iba muy avanzado, ya había tenido más de 20 exposiciones, mi tesis la dediqué a Tampico, yo quería pintar mi infancia y se llamó “El regreso a mi infancia”.
¿Qué ha significado para Diego ser un tampiqueño desenvolviéndose en el plano docente y artístico en Estados Unidos?
La mentalidad es cruzar una frontera para saber qué podemos hacer, cómo podemos avanzar, mi familia era superhumilde, trabajamos y siempre pensando ellos no son como ellos, pero ellos tampoco son como yo. Nunca me imaginé llegar a cierto nivel, primero por el color, por los lugares en que hemos estudiado, pero últimamente yo he estudiado en los mejores lugares, ahora yo soy el “maistro” como mi abuelo cuando me llevaba de la mano.
¿Cuántas exposiciones has realizado y cuál ha sido la más significativa para ti?
Vamos para la número 60 o más. Creo que en el 2018 fui condecorado en California como un mexicano pintor reconocido por el Consulado Mexicano y tuve una exposición en las oficinas, eso fue algo supergrande, fue algo muy gratificante porque yo quería representar al mexicano en California, siempre que voy llevo en alto la bandera de México para que sepan que estamos al nivel de los demás.
Cuéntanos de la serie “Un amor eterno”
Esa serie la dibujé cuando estaba estudiando la maestría y un profesor me dijo ¿qué vas a hacer con esto?, y le dije no sé, él era de Nueva York y cuando terminé la maestría me dijo manda tu idea a una escuela aquí, yo le dije que no quería ir a una escuela y me dijo que era para una residencia. Investigué y le llamé, le dije creo que estás equivocado porque a esa escuela fueron los que están en los libros, cómo voy a ir yo y él me dijo yo sé, pero tu idea es superinteresante. Mandé mi carta, expliqué mi idea, tres semanas después “Diego nos encanta tu idea”, lo leí, lo leí, lo leí, no lo creí y no podía creer que me estuvieran pasando cosas así nuevamente soy mexicano, el color.
¿Cuál ha sido tu experiencia como docente?
He llegado a un nivel de que quiero que mis alumnos tengan éxito, que sepan que tienen un mentor que es como ellos, que habla como ellos, que tiene las mismas raíces que ellos, tengo varios que han logrado colocarse en las mejores escuelas de arte en los Estados Unidos, porque les digo que cuando era niño no había ningún mexicano que estudiara artes que me ayudara y hoy estamos los dos, ellos me tienen a mí.
¿Cómo quiere Diego Gutiérrez Monterrubio cerrar el 2021?
Quiero tener más éxito con Marcello, un proyecto que inició en medio de la contingencia sanitaria y ya pinté algunos cuadros, quiero que siga viajando, obviamente es algo virtual. Terminar este año con el éxito de trabajar en el arte, seguir dando clases de historia, de arte, pintura, yo quiero que mi gente siga estudiando.
¿Cómo se siente aquel niño que caminaba de la mano de su abuelo por Tampico?
Me encantaría enseñarle todo lo que he hecho en el nombre de él, que mirara las exposiciones, los cuadros que tienen su nombre Monterrubio en la pared, mi mamá me ha dicho tu abuelo está aquí contigo y yo lo sé, yo lo llevo conmigo, viaja conmigo y me encantaría caminar con él en las exposiciones. Concluyó con lágrimas en los ojos y feliz de compartir su gran trayectoria.