Hoy 3 de febrero se celebra el Día Internacional del Abogado como una manera de reconocer a los profesionales que con el conocimiento de las leyes defienden diversas causas para hacer un mundo más justo y quienes en esta pandemia han tenido que hacer uso de las diversas herramientas digitales para cumplir con su trabajo.
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Aunque en México es más reconocida la celebración del 12 de julio, no se puede pasar desapercibida ya la fecha del 3 de febrero, porque en esta también los abogados reafirman su compromiso de hacer justicia de manera eficiente y ética.
En una amena charla con EL SOL DE TAMPICO, seis prestigiados abogados como Xorge Alberto Lozano, Mireya González Chío, Yolanda García López, Angélica V. Sánchez Valdez, José Aarón Whijares Luna y Luis Benito Campillo Salas nos compartieron parte de sus experiencias profesionales.
Los abogados y sus perspectivas
Xorge Alberto Lozano Castillo, presidente de la Barra de Abogados de Tampico y Madero, asociación que este año celebra su 45 aniversario, destacó que desde temprana edad quería ser abogado, “porque es una profesión de estudio constante y en la que cada día necesitas ser mejor, además de que alcanzar la justicia en los asuntos legales es gratificante”.
Él va a cumplir 19 años de ser abogado y comenta que durante la pandemia ha sido complicado el trabajo legal, “pero se cumplieron los objetivos y tenemos que readaptarnos a las nuevas tecnologías”.
Por su parte Mireya González Chío, quien fue fundadora de la Asociación de Abogadas de la Zona Conurbada, señaló que esta agrupación integrada por mujeres litigantes nació en el Palacio de Justicia de Altamira con el anhelo de dignificar el ejercicio de la abogacía.
Ella tiene 35 años de ser abogada, profesión que siempre anheló estudiar, “por el deseo de asumir ante la justicia la defensa de los hombres y mujeres con responsabilidad, honradez y fidelidad”, resaltó.
Uno de sus retos de este año 2021 es seguir estudiando las nuevas implementaciones judiciales, por ejemplo los juicios orales y la innovación tecnológica del sistema de trabajo de manera electrónica.
Readaptarse a las nuevas tecnologías
Yolanda García López, con 26 años en la profesión, resalta que el año 2020 “implicó un reto a vencer, al tener que cambiar la forma de trabajar y aprender a desempeñar nuestro trabajo utilizando al cien por ciento las herramientas tecnológicas que en algunos aspectos han sido benéficas”.
La abogada dice que su perspectiva para este año es “continuar trabajando en los retos que se nos presentan en esta época de pandemia y crisis, pero con una visión de que mejorará la economía y con ello el sector laboral, aprovechando como litigante las nuevas áreas de oportunidad generadas en estos momentos a nivel mundial, siempre con una visión de solucionar los problemas legales a las personas o empresas sin paralizar nuestro trabajo legal”.
Angélica Sánchez, quien asumirá la presidencia de la Asociación de Abogadas de la Zona Conurbada y con una trayectoria profesional de 38 años, dice que su reto del 2021 es continuar preparándose para seguir trabajando en esta nueva normalidad y proporcionar a sus clientes la debida atención de su caso.
En el caso de José Aarón Whijares Luna, la lectura de autores como Eduardo García Maynez con su obra “Introducción al derecho”, fue lo que lo motivó a descubrir la abogacía, de la cual se graduó hace 15 años.
Una de sus perspectivas de este 2021 es incursionar en el campo oral, así como adentrarse en la tendencia en el ejercicio de búsqueda de justicia mediante tribunal electrónico que en Tamaulipas está muy avanzado a diferencia de otros estados, el reto es evolucionar a lo virtual y el participar activamente de forma electrónica por plataformas digitales.
Con 11 años siendo abogado, Luis Benito Campillo Salas está plenamente convencido de que haber estudiado Derecho ha sido su mejor elección, ya que para él esta carrera es hermosa y recuerda que “desde pequeño me gustaba ayudar a las personas a resolver sus conflictos, por mínimos que sean, siempre tenía ese deseo de que algún día la realidad nacional cambiara, que se dejaran de cometer tantos abusos con las personas, que por fin un día no encuentre una noticia de alguna tragedia o corrupción; tal vez veía esto muy lejos de mis manos, pero conforme pasaban los años yo iba creciendo y madurando en mi forma de pensar.
Entonces, por qué esperar a que alguien más cambie esa realidad si yo también puedo aportar a ese cambio, fue ese día el que decidí estudiar derecho”.