Como una oportunidad para vincular a la sociedad moderna con las costumbres, ritos y forma de vivir de los antiguos pobladores de la región, el 4 de octubre de 2003 fue presentado el Museo de la Cultura Huasteca en las instalaciones del Espacio Cultural Metropolitano, lugar donde se encuentra hasta el día de hoy.
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Sin embargo, esta galería tiene como sede anterior las instalaciones del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero y es el esfuerzo de autoridades, instituciones y ciudadanía por preservar los hallazgos históricos y arqueológicos más importantes de la región.
En entrevista con EL SOL DE TAMPICO, el encargado del despacho de la Crónica Municipal, Josué Iván Picazo, ofreció un recorrido por la historia de este importante proyecto, el cual alberga casi 2000 piezas y a través de exposiciones, conferencias y demás actividades busca preservar su compromiso inicial.
¿Cuáles son los antecedentes del proyecto?
De acuerdo con el investigador, la historia del Museo de la Cultura de Huasteca se remonta a una pequeña sala de exhibición que se encontraba en la biblioteca "Jesús Quintana".
Dicho espacio fue inaugurado en 1942, durante las fiestas del primer aniversario de la biblioteca municipal, y contó con piezas que fueron donadas por el público en general y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Otto Lieberenz, Francisco Zorrilla, Adalberto Argüelles, Agustín Luna y el profesor J.C. Rojas fueron los responsables de otorgar algunas piezas de esta primera sala.
Además, entre los donadores destaca Manuel Valero Del Hoyo, quien posteriormente apoyaría la constitución del museo en el ITCM.
"Desconozco realmente cuál fue el destino posterior de estas piezas, pero pudieron haber sido el germen del museo que ya formalmente se inaugura el 16 de enero de 1960, en un aula del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero", comentó Picazo Baños.
La llegada del museo al Tec de Madero
Ya ubicado en el ITCM, destacadas instituciones como el INAH y autoridades de índole local, municipal y estatal participaron en la formación de la galería, la cual sobresalió por ser la única en su tipo en la región.
"Contó con el apoyo de quien era gobernador entonces en 1960, el doctor, Norberto Treviño Zapata, y para ese museo que se instaló en el Tecnológico de Madero, también se recibieron donaciones de particulares" indicó el cronista de Tampico.
Luis Ugalde y Castro, Román Piña Chan, Joaquín Meade, Francisco Corcuera, Eusebio Dávalos y Jorge Gurría Lacroix fueron algunos colaboradores de esta etapa del proyecto.
Es importante mencionar que el Museo albergó 300 piezas, las cuales se encontraban divididas en dos secciones. La primera de ellas constaba de 12 vitrinas que exponían objetos pequeños, mientras que la segunda incluía esculturas de gran tamaño.
Entre las figuras de mayor tamaño se encontraba una réplica del Adolescente Huasteco, considerada como una obra maestra entre la cultura regional y cuya pieza original se ubica en el Museo Nacional de Antropología.
El Espacio Cultural Metropolitano, el nuevo hogar del proyecto
Durante 40 años esta galería tuvo su hogar en una de las mayores Casas de Estudios de la localidad, hasta que en 2001 un grupo de particulares solicitaron ante las autoridades correspondientes la constitución de un edificio dedicado a la difusión arqueológica e histórica regional.
En un inicio, el Edificio de La Luz que hoy ocupa la Secretaría de Hacienda, fue considerado para ser la sede de este ambicioso proyecto.
Y después de un arduo trabajo en conjunto entre autoridades y el Patronato del Centro Cultural Metropolitano, el espacio se estableció en su actual locación: el Espacio Cultural Metropolitano.
"A la par que se construía el edificio que hoy conocemos como Metro, el INAH puso en marcha el proyecto del nuevo museo para lo cual se sumó a esta labor como arqueóloga investigadora Sophie Marchegay", destacó Josué Picazo.
Así mismo, en esta etapa del proyecto no solo se añadieron las piezas exhibidas en Ciudad Madero, sino que también se recibieron nuevas donaciones por parte de particulares interesados en poner a disposición del público sus propias colecciones.
Como resultado de esta sinergia, la galería consta de alrededor de 1800 piezas que datan de los tiempos precolombinos hasta la época moderna.
Un espacio que rescata la cultura de toda la Huasteca
En la actual exhibición, el público puede obtener información de las etnias náhuatl, huasteca, tenek otomí, entre otros.
Por otro lado, Josué Picazo indicó que a la colección se integraron figuras de Veracruz y San Luis Potosí y, además, participaron los centros INAH de Hidalgo y Querétaro.
En este sentido, entre los temas que se exhiben en las salas destaca una muestra de la concepción de la vida, fertilidad y muerte de los antiguos Huastecos, una muestra de objetos de cerámica y la manera en que dichos grupos celebraban sus ritos funerarios.
Cabe destacar que Víctor Hugo Hasso fue el responsable del diseño de la museografía, el cual se mantuvo igual desde 2013 hasta 2018, año en que sufrió distintas modificaciones.
Se integraron nuevas piezas y se hicieron proyecciones audiovisuales sobre su historia.
Finalmente, el encargado del despacho de la Crónica Municipal señaló que en los últimos años el Museo de la Cultura Huasteca ofreció conferencias y recibió a especialistas dedicados a la cultura huasteca y con el ámbito histórico regional.
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"También uno puede encontrarse con que a veces destacan una pieza o se exhibe una pieza que estaba resguardada o se monta por ejemplo también, los altares de muertos, de acuerdo a las tradiciones de la región", finalizó Josué Picazo.