El público esperaba ansioso, mientras los reflectores iluminaban el escenario en el que sólo se encontraba una mesa, cuando de pronto, los gritos de enojo y el deseo de participar en un festival de monólogos hicieron que Sandra Muñoz irrumpiera el lugar para iniciar su magistral actuación.
“Es momento en el que público sólo me vea a mí, no compartir el escenario con nadie. Sí, ya sé que no me inscribí, ese día estaba muy ocupada”, exclamaba la actriz interpretando su personaje.
Fue así como inició la presentación de “Las penas saben nadar”, del cubano Abelardo Estorino, y dirigida por Marcial Salinas, misma que se presentó en dos funciones en las instalaciones de Dosce, la Compañía el pasado fin de semana.
La historia aborda diversos temas en los que muchas veces un actor se ve envuelto ante la falta de oportunidades y discriminación.
Risas, nostalgia y hasta llanto fue lo que se pudo apreciar en el desarrollo de la historia que sin duda, permitió a los espectadores vivir una aventura emocionante.
El público premió el trabajo escénico de Sandra Muñoz con un cúmulo de aplausos.