La fecha del 11 de septiembre se considera el Día del Rock mexicano por el histórico festival de Avándaro realizado en 1971 en nuestro país. Entre bandas, conciertos, discos y canciones, también existe una novela que representa a este género musical: se trata de Las Jiras.
Escrita por el guitarrista Federico Arana en 1973, él decidió construir una historia de no ficción, pues simplemente hizo un retrato de lo que estaba viviendo la escena del rock mexicano en ese tiempo; pero con una gran mirada crítica, inteligente, mordaz y llena de humor negro.
El día a día de una banda
La trama nos describe el día a día de la banda de rock “Los Hijos del Ácido”, en el México de finales de los años 60. Ellos en busca de mejores oportunidades emigran a los Estados Unidos, sin papeles y casi a la aventura. Logran comenzar a tocar pero pronto son descubiertos por la patrulla fronteriza y son deportados. De nuevo en el Distrito Federal encuentran pocas oportunidades de trabajo y un ambiente hostil, el grupo se desintegra. Pero el guitarrista regresa a Estados Unidos, se casa con una chica norteamericana y obtiene la ciudadanía. Desafortunadamente, casi de inmediato es enviado a la guerra de Vietnam.
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Una crítica al mundo del rock
Federico Arana aprovecha su novela para estructurar una feroz y muy divertida crítica al mundo del rock y todo lo que le rodea: las autoridades, los empresarios, la policía, el núcleo familiar, la iglesia, los porros, etc. Pero su pluma se ensaña con los músicos de rock, al presentarlos como improvisados, alineados, sin valores, egoístas y casi menos que analfabetas funcionales.
La calidad literaria de esta obra fue reconocida desde el momento de su publicación hace 50 años, en 1973, cuando obtuvo el premio Xavier Villaurrutia. El relato avanza en dos tiempos, uno narra el andar de “Los Hijos del Ácido”; y en el otro descubrimos al protagonista “El amarillo” a través de su experiencia en la guerra de Vietnam.
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La literatura y lenguaje de la onda
Un punto interesante referido a su lenguaje, es que la novela puede insertarse en el género llamado “literatura de la onda”, pues utiliza de manera intensa las formas expresivas de los jóvenes. Incluso el libro incluye al final un glosario para definir palabras y expresiones como: azotarse, cámara, chueco, echar la paloma, fresa, mole, padre, picudo o tronárselas.
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Las Jiras ha tenido múltiples ediciones, pero actualmente solo se consigue en librerías de viejo o plataformas digitales de libros usados. Federico Arana es un personaje polifacético: guitarrista, pintor, caricaturista, escritor incansable, biólogo, profesor, entre otras actividades; y continúa en activo, investigando y publicando acerca del rock nacional.