Las historias eligen al escritor para que las cuente: Sergio Aguayo

Escritor jalisciense, radicado en Estados Unidos, es autor de la novela "El Heredero Perdido de Palermo", ambientada en los muelles de Tampico

Juan Carlos Velarde | El Sol de Tampico

  · jueves 17 de diciembre de 2020

Sergio Aguayo, escritor jalisciense, radicado en Estados Unidos | Cortesía Sergio Aguayo

Primera parte

Basada en una paramnesia que experimentó en 2017, Sergio Aguayo construyó un personaje ficticio, en un principio, al que después, con base en la consulta de archivos históricos reconoció como el protagonista.

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"El Heredero Perdido de Palermo" es una narración intensa en descripciones que hacen imaginar a los lectores cómo era el ambiente que se vivía en los muelles portuarios de Tampico. Lo más extraño es que Aguayo nunca lo ha visitado".

Miguel Ángel Mar, integrante del equipo de Diseño Editorial de El Sol de Tampico, resultó beneficiado en la categoría creador con trayectoria Cortesía | Miguel Ángel Mar

¿Quién es Sergio Aguayo?

Mi nombre completo es Sergio Aguayo Gómez y tengo 56 años. Soy originario de una pequeña población de no más de 550 habitantes, ubicada a orillas de la laguna de Sayula, Jalisco, muy cerca de Guadalajara. Allí cursé mis estudios primarios y secundarios y me mudé a la ciudad de Guadalajara al cumplir los 16 años para estudiar la carrera de Programador Analista de Sistemas Computacionales.

Después de graduarme tomé un curso de Cartografía Digital en la Ciudad de México. Y trabajé para dos compañías privadas en diferentes tiempos. Al igual que para el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guadalajara, Jalisco.

Con el paso del tiempo me casé con una hermosa tapatía y engendramos dos hijos. El mayor nació en Guadalajara, Jalisco. Tiempo después, gracias a una oportunidad de trabajo que se me presentó en el 2000 nos mudamos a Denver, Colorado. En donde nació mi hija, y aún residimos. Siempre extrañando a nuestro bello país y su cálida gente.

Archivo | El Sol de Tampico

¿Cómo decides ser escritor?

Por casualidad o designios celestiales. Desde niño me ha gustado leer y me encerraba durante horas en el cuartito de trabajos de la casa de mis padres, en donde mis hermanos mayores guardaban sus revistas de historietas y novelas inmortales de escritores famosos de todo el mundo. Allí me encontraba mi madre, cada que me buscaba para que fuera a comer algo. Dado que yo perdía la noción del tiempo, mientras dejaba volar la imaginación, fantaseando con lo que leía en dichas revistas y novelas. Pero honestamente, nunca pensé que algún día me convertiría en escritor.

¿Cómo surgió tu primera novela?

“El Heredero Perdido de Palermo” nació gracias a un sueño que tuve a mediados de mayo del 2017.

Recuerdo perfectamente ese día debido a que dicho sueño fue algo fuera de lo común. No solo por lo que trajo consigo al paso del tiempo, sino también porque fue algo extraño y vivido; como si se tratara de una de mis vidas pasadas.

Y así me lo preguntó un amigo en mi lugar de trabajo, cuando le conté acerca del sueño y de lo emocional que fue para mí esa extraña experiencia. Después del sueño, comenzaron a sucederme una gran cantidad de cosas extraordinarias, que algún día contaré en otro libro.

¿Hiciste labor de investigación histórica para ambientar tu primer trabajo narrativo?

En realidad, no. Sé que la mayoría de los escritores que escriben alguna novela histórica se pasan hasta tres años haciendo investigación. Pero en mi caso, no fue así.

Lo que voy a decir a continuación les va a sonar aún más extraño y difícil de creer que el sueño que tuve, pero es la verdad absoluta. Tres días después del sueño, le conté a mi esposa y a mis hijos acerca de este, y argumentando que parecía una novela o el guion de una película, me sugirieron que escribiera una especie de semblanza, por si todo comenzaba a olvidárseme al pasar de los días.

Les confieso que al principio no les hice mucho caso, pensando que comenzaría a olvidar lo soñado al pasar de los días. Pero cuando al fin me decidí a hacerlo, noté que cada imagen y detalle había quedado grabado en mi memoria, de manera imborrable.

Y conforme terminaba de escribir un capítulo, investigaba para ver si lo escrito era verdad; y así logre encontrar una gran cantidad de similitudes entre mi sueño y la realidad, ocurrida 122 años atrás. No solo en Tampico, Tamaulipas, sino también en otras ciudades del continente americano y en el viejo continente.

Debo confesar que al principio de todo aquello me daba un poco de temor. Pero aprendí a manejarlo y sacarle provecho, gracias a una amiga que me ayudó a entender lo que me estaba sucediendo.

Alguna vez escuché a Gabriel García Márquez y a Mario Vargas Llosa decir que las historias eligen al escritor para que las cuente. Y hasta que me sucedió esto, comprendí al 100% lo que querían decir.

Quizá alguno de ellos vivió algún día una experiencia similar, pero por temor a ser juzgado de loco, no se atrevió a confesarlo nunca.

¿Cuál es el argumento de tu novela?

Es la historia de vida de Alejandro Domínguez, un estibador del puerto de Tampico que vive una aventura de manera inesperada, debido a un suceso catastrófico ocurrido en los muelles fiscales. Dicha aventura lo enfrenta a situaciones de peligro y conoce a quienes lo ayudarán a dilucidar la verdad acerca de su origen. En lo que él cumple, movido por los hilos del destino, cinco misiones de vida.

No les cuento más acerca de la historia narrada en el libro, para no ser aguafiestas. Mejor les aconsejo que lo lean.

¿La novela surge de un interés de ser escritor o como un homenaje a la historia del puerto de Tampico?

Ni lo uno ni lo otro. Pero debo confesar que me fascinó escribir este libro, y que el mismo, encierra un homenaje a la gloriosa historia de este bello puerto tamaulipeco. Al igual que a sus habitantes y sus bellos edificios y monumentos históricos.

Sin dejar de lado a la gran cantidad de inmigrantes italianos que arribaron a nuestro bello país, entre 1881 y 1882, tras haber desembarcado en el histórico puerto de Veracruz. Ya que muchos de ellos murieron en el intento, durante y después de la larga travesía. Fundando después varias poblaciones en nuestro querido país, enriqueciendo nuestra cultura y economía.

¿Cuál es tu palabra favorita?

Justicia. Detesto las injusticias y la mentira. Al igual que la delincuencia y la corrupción. Y desgraciadamente, son los males que asolan al mundo actual.

El ser humano fue creado para evolucionar, y no para retroceder en la cadena evolutiva. Pero nos cuesta entender dicha ley natural, a pesar de que la llevamos tatuada en nuestro ADN, desde los más remotos orígenes de la especie.

A diferentes tiempos y en diferentes formas, nos iremos dando cuenta de que estamos viviendo una etapa de cambios importantes en los diferentes aspectos de la vida.

¿Consideras que no se ha dado relevancia al Tampico antiguo con sus grandes edificios históricos, muchos de los cuales lucen deteriorados y en abandono?

De manera absoluta. Es una vergüenza, tanto local como nacional que permitamos que nuestro glorioso pasado se derrumbe al paso del tiempo, llevándose consigo la belleza arquitectónica y de otra índole, que dio lustre y una identidad propia al Tampico de aquellos tiempos.

Debemos conservar y restaurar edificios como el de Correos, la Aduana Marítima, la Catedral de la Inmaculada Concepción, etc. Sin olvidarnos del tranvía y tantas otras cosas que resaltan y resaltaban ese legado histórico.

¿Cómo ves a Tampico desde la distancia?

Debo aclarar que, en mi vida actual, no soy habitante ni nativo de Tampico, pero lo amo como si lo fuera. Quizá en alguna vida pasada lo fui. Como lo fui sintiendo conforme escribía cada capítulo de mi libro.

Cada que terminaba de escribir un capítulo y buscaba información al respecto, encontraba los lugares de manera inmediata, como si yo hubiera recorrido esas calles y muelles, hace mucho tiempo.

De igual manera, al narrar algunos de los sucesos tristes en la historia, derramaba alguna lágrima, como si recordara tiempos ya vividos.