En Tamaulipas la música demostró que no tiene barreras; hasta la tierra del huapango, la picota y la polca, llegó en los años 60 el rock & roll y como una ola los jóvenes fueron volcados entre clubes, moda y libertad.
Hoy 7 de enero en algunos puntos se celebra el Día Mundial del Rock & Roll, aunque el debate se extiende a que el día es el 13 de julio, fecha que recuerda el concierto Live Aid realizado en 1985, los rocanroleros del pasado siempre se dan el tiempo para revivir aquellas célebres épocas.
EL “ROCANROL TAMAULIPECO” NACIÓ EN TAMPICO Y MADERO
Eran de Tampico y Ciudad Madero los primeros jóvenes que se aventuraron a tocar este ritmo en Tamaulipas, se hacían llamar “Los Frenéticos del Rock & Roll” y tocaban donde se les permitiera.
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“El primer grupo de Tamaulipas que se formó fue 'Los frenéticos del rock, de Tampico y Ciudad Madero; los frenéticos eran Saturnino Barrón, Fernando Mares, Rodolfo Sandoval, Juan José Santillana y Ponchito Aguirre”, relató a EL SOL DE TAMPICO, Carlos Carreón, conocedor de este tema ya que disfrutó de su juventud bailando en los clubes, lo que lo llevó a convivir con músicos de este género de Tamaulipas y México.
A principios de los 60 cuando esta música empezó a escucharse en la entidad, aún no existían lugares donde ir a bailar por lo que “Los frenéticos” tenían que improvisar. “Tocaban en un cuarto grande que parecía una caja de cerillos larga y amarilla, a principios de los 60, no podríamos decir que era un salón, incluso cuando se fueron a la Ciudad de México se toparon con que ya existía otro grupo con su nombre, así que quedaron como solo como 'Los Frenéticos'” dijo.
EL ALOHA, PUSSYCAT Y OTRAS DISCOTECAS EMBLEMÁTICAS
En los 60 y los 70 cuando una persona decía que iría a un concierto quienes lo escuchaban pensaban en un evento de música clásica, en el Tamaulipas del rock & roll se hablaba de ir a “tocadas” en clubes o discotecas.
Esteban Aguilar, músico tampiqueño, quien a sus 20 años fue tecladista de “División del Norte”, recuerda las tocadas en el Hotel Inglaterra, en pleno corazón de Tampico. “Los peces azules tocaban entre el 67 y 68 en el Inglaterra, eran muy buenos, también estuvo 'El Aloha”, declaró.
Mientras que en la avenida Hidalgo, frente al edificio antiguo de la Beneficencia Española, se encontraba el concurridísimo “Pussycat”, al que Esteban y sus amigos llegaban caminando desde el Instituto Regional de Bellas Artes (IRBA) donde estudiaban música puesto que no había carro, ni dinero para el escaso transporte público. “El propietario era Jimmy Humphrey, su club era de un nivel al del Whisky a Go Go, emblemático en Los Ángeles, California. Ahí tocaban The Misyterious, con Freddy Armstrong, Rafael Sánchez Rivera 'El Rivers' y Sergio Salas”, puntualizó Carlos Carreón.
POLICÍAS LES CORTABAN EL CABELLO A LOS HOMBRES EN REYNOSA
A más de 50 años de que se viviera la era del rock & roll en el territorio tamaulipeco, Esteban Aguilar no logra explicarse por qué los habitantes de la frontera se escandalizaban más que los de la zona sur del estado.
En Reynosa, lugar a donde él se había ido para tocar con “División del Norte”, los policías detenían a los jóvenes para darles tijeretazos en sus melenas largas.
“Se escandalizaban más en la frontera que en Tampico y no lo entiendo porque allá están pegados a Estados Unidos, donde los muchachos venían a divertirse desde Nuevo Laredo a Reynosa”.
Detalló que la moda era usar cabello largo, tipo afro, pantalones acampanados y botas que lucían una costura enfrente; no existían los tatuajes o las perforaciones. “En la frontera era muy feo, los policías te detenían, ¿Cómo puede ser eso cuando allá se vivía más rock, hasta había más clubes para tocarlo?, cuestionó el músico que tocaba seis noches en el club Alaska.
ROCK VS CUMBIA EN TAMAULIPAS
Tampico al ser un importante puerto tiene rasgos multiculturales, así que mientras algunos bailaban cumbia, otros hacían lo mismo con el rock.
“Nos criticaban mucho, si tú ibas al Casino Moctezuma, a la Esquina Superior donde se tocaba música tropical estaba a reventar; con nosotros (los rocanroleros) sí se llenaba, pero no para que no cupiera la gente. Hay quienes nos miraban feo, yo siempre usaba un sombrero negro”, indicó Carreón.
“Decían que esa música -el rock- no sirve, así como lo dicen de las cumbias, yo toco un poco de todo y me gusta, vivo de eso y estoy orgulloso. Me da tristeza que hagan menos las cumbias cuando no es fácil sostener el ambiente hora y media”, planteó Esteban.
LOS ROCKODRILOS BAND: PASIÓN SIN EDADES NI ÉPOCAS
El gusto por el rock & roll permanece en Tampico y esto ha quedado demostrado con la banda de rockabilly “Rockodrilos Band” que aunque es relativamente nueva ha generado interés en las nuevas generaciones.
“Lo que más nos sorprendió es que es un género musical pues ya retro y vimos mucha gente joven, en la primera presentación hubo gente de edad adulta o tercera edad, pero cada vez se va más sumando jóvenes”, explicó, Yunni Balderas, vocalista del grupo, que ha realizado sus primeras presentaciones en el establecimiento, La Pequeña Nueva Orleans.
El nombre de este grupo que toca música de Elvis Presley, Chuck Berry, Stray Cat, Nancy Sinatra hace alusión a los ya emblemáticos cocodrilos de la ciudad. “Fue agarrar los más icónico de la misma ciudad para de alguna manera seguir representando una parte de Tampico, en este caso vienen siendo los cocodrilos, tema que le llama la atención a los tampiqueños”, expresó la artista.
¿QUÉ SIGNIFICA HABER VIVIDO EL ROCK & ROLL?
Esteban Aguilar, quien tocó en la noche mítica de Avándaro el 11 de septiembre de 1971 frente a unas 200 mil personas, reflexiona ante la pregunta, aunque afirma que la música libera los sentimientos.
“La música te pude hacer llorar hasta bailar, me sigue gustando lo que hago, eso es lo importante, me encantó haber tocado rock”, finalizó.
Pese a la rebeldía que se relaciona con el rock & roll, destacó que tocar este género no es sencillo y que ellos como músicos estudiaban en casa diario, además de los ensayos con el grupo.
“Entre nosotros nos preguntábamos, ¿ya estudió? Lo hacíamos en nuestros ratos libres y es que nos exigíamos hacer una buena música, un buen rock”, aseguró.
