Pánuco tiene el honor de ser la cuna del tradicional huapango que penetra en la Huasteca, sobre todo en la veracruzana. Esta tradición por fortuna ha pasado de generación a generación y lejos de extinguirse recobra más fuerza. Sin embargo, no siempre fue así, hubo un momento, sobre todo en las últimas dos décadas del siglo XX, que a punto estuvo de desaparecer este género musical en Pánuco.
“El huapango ha tenido altas y bajas a través de casi un siglo, pero nunca se ha extinguido completamente. En Pánuco se han dado varios momentos importantes, uno de ellos alrededor de la década de 1930 cuando un selecto grupo de personas lo incorporó a su vida familiar y política, de ahí surgieron bailadores excepcionales como Camilo Guzmán Herbert y por supuesto Raúl Pazzi Sequera”, señaló Luis Enrique Pérez, cronista de Pánuco.
REPRESENTATIVIDAD DE RAÚL PAZZI
De esta manera, con el liderazgo de Raúl Pazzi Sequera se gesta una nueva etapa para el son huasteco en esta localidad, logrando trascender las fronteras de la mano de tríos hoy legendarios como “Los cantores de Pánuco” y “Los camalotes” a partir del año 1959.
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En términos dancísticos el huapango se sistematizó académicamente y ello permitió que se cultivara bajo ciertos códigos de la danza como expresión artística. Así fueron surgiendo los primeros concursos en las ferias de Pánuco, popularizándose en la juventud panuquense.
LUZ MARÍA GAYOSSO Y LAS NUEVAS GENERACIONES
Para la década de 1980 el huapango nuevamente tuvo altibajos, en ese entonces aún no había Casa de Cultura en el municipio.
Sin embargo, en 1980 a iniciativa de la maestra Luz María Gayosso Betancourt se retoma el baile del huapango para conformar una estampa huasteca con niños de la primaria “Gral. Desiderio Pavón Hernández”, suceso que sentó las bases para la incorporación de su enseñanza en algunas escuelas públicas.
“Cuando Luz María Gayosso retoma el huapango como una actividad extraescolar, el huapango permea a una nueva generación de niños y jóvenes a los que Luz María preparó para cumplir con presentaciones y concursos interescolares, no solo de nivel primaria, sino también de nivel bachillerato”.
El éxito de la maestra Luz María Gayosso como instructora de huapango propició que durante la década de 1990 e inicios de 2000 se coronaran decenas de parejas de bailadores de huapango en los principales concursos nacionales.
“Don Raúl Pazzi y Patricia Florencia fueron los pioneros, de hecho, Paty le enseñó mucho a Luz, pero yo considero que el huapango en Pánuco floreció gracias a Luz María.
Ella tomó las riendas del huapango cuando nadie le daba importancia y no solo eso, también creó un gran grupo con el cual trascendió fronteras y creó generaciones de bailadores que hoy en día transmiten el conocimiento que ella nos dio”, señala Denisse Marlenne Pineda Salinas, directora de la agrupación Huastecos Independientes, AC.
SIGUE LA TRADICIÓN DEL HUAPANGO
De esta forma, al paso de los años han surgido más agrupaciones que fomentan la enseñanza de esta música y baile tradicional, tal es el caso de la Asociación Camilo Guzmán Herbert, Amigos Huastecos de Pánuco y la agrupación “Huepantli”.
Así mismo, los esfuerzos por mantener vivo este arte también se han reflejado en las políticas culturales del municipio, tan solo en 2015 el exalcalde de Pánuco, Ricardo García Escalante, promovió talleres de música huasteca en la Casa de la Cultura.
“Don Artemio Villeda solía decir que la cuna del huapango no tenía niño, refiriéndose a que no había niños y jóvenes aprendiendo a tocar sones huastecos. Ante este panorama una suma de voluntades decantó en la implementación de una serie de talleres gratuitos en los que niños y adolescentes aprendieron a tocar el violín, la jarana y la guitarra quinta”, puntualizó el cronista de Pánuco.
Todos estos esfuerzos han contribuido a que en el presente una nueva generación de panuquenses toquen, canten y bailen huapango con la ilusión de que algún día su talento sea tan grande como el del bailador Raúl Pazzi Sequera, la cantora Emma Maza o el violinista Aureliano Orta.