Los hijos siempre han sido responsabilidad de sus padres, quienes tienen la obligación de cuidarlos, protegerlos, amarlos y orientarlos, para que crezcan en un ambiente de amor, comprensión y felicidad, que les permita ser niños contentos y con mucha confianza en sí mismos.

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En cualquier parte del mundo, sin importar la raza, religión, cultura, idioma los padres son piezas fundamentales en el crecimiento de sus hijos, para que en un futuro puedan ser hombres o mujeres responsables y de bien.

Este primero de junio se celebra en todo el mundo El Día Mundial de las Madres y los Padres, que tiene como finalidad reconocer la labor y honrar a todos los padres, que diariamente se esfuerzan por darles a sus hijos, alimentación, educación y sobre todo hacerlos crecer en un hogar lleno de armonía y mucha calidez familiar.

La educación

Para la maestra Alma Icela Márquez Moreno, de la Escuela Normal Anglo de Tampico “La participación de los padres en la educación de los hijos es primordial y necesaria, no solo por el apoyo que pueden transmitir, sino también para hacer sentir al estudiante que no está solo en este proceso, deben sentirse parte del mismo y dedicar tiempo a ello, generando un ambiente de aprendizaje propicio, favoreciendo en ellos el hábito de estudio, estableciendo límites y responsabilidades, siempre en un marco de amor y comprensión para que sea parte del escenario cotidiano. De esta manera estarán favoreciendo el desarrollo pleno de la personalidad, formando hijos con valores, responsables, comprometidos, seguros de sí mismos, considerados y comprensivos con los que le rodean y con sentido de justicia”.

Y es que como señala el alumno de sexto año Rodrigo Gael Gómez Ramírez “Tener el apoyo de mis padres me da seguridad, me motiva a prepararme y a desarrollar mis habilidades y el amor por el estudio, a descubrir de lo que soy capaz de hacer y a creer en mí. Su apoyo es incondicional y es la guía en mi camino”.

El padre o la madre ausente

Por su parte el Lic. en Psicología Alejandro Ramírez, dice que el no tener un padre o una madre, puede traer muchas consecuencias en su vida adulta como son: Suicidio, depresión y ansiedad, entre otras.

Resalta que “Es de vital importancia la integración y la presencia de los padres, que son clave en la familia y en el desarrollo de los niños, son una figura de apoyo, seguridad, que les permitirá adquirir mayor autonomía e independencia en los hijos, es fundamental para el adecuado desarrollo de su personalidad y sobre todo en el impacto que tendrá en el desenvolvimiento de una vida exitosa y feliz en la adultez, por lo que es trascendental hoy en día fomentar los valores de unión familiar para una adecuada salud mental y formación humana, como parte de su educación la cual debe comenzar en casa”.

La familia

Moisés Salas y Martha de Salas, son un matrimonio con dos hijas una jovencita Citlally y una niña Miranda, que siempre buscan la felicidad familiar y que como padres tienen tres palabras claves: El amor, el compromiso y el liderazgo.

Ellos son una familia unida, donde les han inculcado a sus hijas el valor del altruismo, la solidaridad, la honestidad, la responsabilidad y sobre todo a que luchen por sus sueños e ideales.

Ellos recuerdan esos momentos que los han marcado como familia, como su boda, el nacimiento de sus hijas, sus aniversarios y otros que quedaron en su memoria y los recordarán por muchos años, ya que son los hilos con los que se entreteje los tapices de su historia.

Para ellos el nacimiento de sus hijas fue algo maravilloso, aunque tuvieron el medio natural "Debido a que eres responsable de un ser que le diste la vida, que deberás cuidar, educar y formar como una persona para que sea capaz de tomar sus propias decisiones y como padres no deseas que les pase nada y que sean muy felices", añaden.

Sus consejos

Que hagan lo que les guste y apasione y que lo hagan lo mejor posible; que no se encaden a nada que a la larga los destruya. Que sean responsables de sus actos y que desarrollen su generosidad, ayudando a quien las necesite.