En el Día Internacional de los Beatles charlamos con quien es reconocido entre los fans del rock como uno de los principales seguidores del cuarteto de Liverpool.
A finales de los años setenta las paredes de los baños, las gradas de las canchas, y mesabancos de la Escuela Secundaria Técnica No.3 de Ciudad Madero estaban rayadas con una pinta que proclamaba: “Lennon forever”, acompañada de un garabato hecho con esterbrook que simulaba el rostro del músico de pelo alborotado y anteojos redondos.
“Que quién hacía esos rayones que estaban por todos lados, me preguntaron hace poco unos amigos de la secundaria. Pues yo, les dije, quién más”, dice sonriendo Fernando Zevadua.
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En aquellos años Fernando vivía por la calle Tamaulipas. Ahorraba lo que le daban para la escuela y lo que ganaba en propinas de mandados y, tras juntar 120 pesos, revisaba minuciosamente las secciones de discos de Sears, de Woolworth, o la discoteca Aguilar en el centro de Tampico, para comprar la música que escuchaba en estaciones como Radio Ola.
Entonces a Fernando lo comenzaron a llamar “El Bitle”. Y aunque confiesa que nunca le agradó que le dijeran así, lo cierto es que a la fecha es reconocido entre los fans porteños del rock como uno de los principales beatlemaniacos de la zona.
Fernando, taxista de profesión, entre carrera y carrera escucha a los Beatles desde su celular. Aún conserva buena parte de los discos viniles de LP y EP que compró entre los setenta y ochenta, tanto de la banda como los produjeron como solistas John, Paul, George y Ringo. Ya no tiene dónde escucharlos, “pero en internet está todo y es muy cómodo”.
“Cuando murió Lennon se desató una beatlemanía aquí en Tampico, en todos lados estaban sus discos. Yo tenía catorce años y lo primero que pensé cuando supe la noticia de su muerte fue: ya nunca los veré en vivo”, relata.
Y en seguida añade: “Lennon era mi favorito. La personalidad de Lennon era supercreativa. Lennon era, tal vez, el más rebelde de los cuatro, y qué chavo no es rebelde; de ahí que yo me identificara con él”.
UN ROCK REBELDE Y ARTÍSTICO
Cuando se habla de los Beatles es difícil no evitar hablar de “coincidencias mágicas” alrededor de su historia. Pero que cuatro muchachos, de clase media baja, en un puerto de una conservadora ciudad inglesa, se hayan juntado a componer canciones que 50 años después mucha gente sigue escuchando y disfrutando, sin duda, tiene algo de especial.
A Fernando le ocurrió uno de estos eventos singulares. En su casa, donde se escuchaba mayormente boleros, a los 10 años encontró, por azar, un casete que traía escrito el nombre de la banda, al ponerlo comenzó a escuchar canciones como "Let it be".
“Hasta tiempo después, cuando me compré el Álbum Rojo, comprendí que el casete de mi casa era un tributo, porque las versiones no eran las mismas”.
Pero esos covers fueron suficientes para que Fernando fuera cautivado por el encanto Beatle. Como miles de fans que cada 16 de enero celebran a la banda en cuyo concepto “está sintetizado, no solo el verdadero sentido vanguardista y rebelde del rock and roll sino su concreción como disciplina artística”, como escribió el periodista de rock, Hugo García Michel en 2004.
“NOS QUEDARON A DEBER MÁS DISCOS”
“Últimamente, me la he pasado viendo el documental -dice respecto a Get Back- ya lo he visto cuatro veces”. Para Fernando, el mayor mérito del documental de Peter Jackson, de casi ocho horas de duración, está en las imágenes inéditas que permiten apreciar mayores matices en la dinámica personal y creativa que llevaba por entonces la agrupación, misma que no reflejaba del todo una película anterior, Let it be.
“Ahora podemos ver lo humano que eran, las molestias que tenía Harrison por no ser considerado, percibo la molestia de McCartney sobre Yoko Ono, y vemos Lennon que anda navegando de muertito. Pero también vemos los genios que eran: montar unas canciones en menos de un mes, no cualquiera lo hace. Hoy, ni mi computadora lo hace”.
Para Fernando, los Beatles “tranquilamente quedaron a deber, al menos cinco discos más”.
Y como prueba, afirma, están los discos solistas que los cuatro músicos lanzaron posteriormente, integrados en buena parte por canciones compuestas durante su estancia en la banda.
“Si agarras sus canciones del 71 como solistas, armas un disco beatle, lo mismo con las del 72 también. En el 73, la canción ‘My love’, de McCartney, estaba en el número uno, ¿qué canción la sacó del número uno? ‘Give me love’ de George Harrison. Por eso digo que nos quedaron a deber como cinco discos”, afirma.
—¿Crees que en algún momento se olvidará la música de Los Beatles?
No. No, porque Los Beatles son los artistas más versionados de todos los géneros. Además, cada siglo tiene un evento revolucionario, y en aquella época, los sesenta, fueron un parte aguas y, dentro de ella, está la música de Los Beatles.
“Si dentro de cien años hacen un documental sobre la década de los sesenta, de fondo va a estar la música de los Beatles. Así como nos acordamos de Beethoven y de Mozart, así se van a acordar de la música de los Beatles”.