Con gran tristeza se dio a conocer el deceso de Don Mario Humberto Rábago Castillo, un deportista porteño fuera de serie, quien escribió su nombre de manera destacada en disciplinas como el beisbol, softbol y golf.
El deceso de “El Tío Mario”, como se le conocía en los círculos sociales y del deporte de Tampico, se registró el día de ayer, a la edad de 101 años, generando gran consternación en sus familiares, amigos y comunidad deportiva.
Su hermano, el ex alcalde José Francisco Rábago Castillo, señaló que Mario jugaba beisbol en cualquier posición “menos de cátcher” y recordó que en una ocasión le prometió a su familia anotar un jonrón y así lo hizo.
“El beisbol fue una de sus primeras pasiones y participaba con equipos que tenían jugadores aficionados y profesionales”, señaló Pepe Rábago.
Después del beisbol, comenzó a jugar softbol, “íbamos a un campo llamado “Los Cocos” y atravesábamos el Río Pánuco y ahí estaba mi hermano con toda su pasión e intensidad, entregándose al juego”.
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Entre las anécdotas como softbolista, relata que en una ocasión Salvador Salazar, destacado deportista, que si tuviera que escoger a cinco jugadores de softbol, ahí estaría Mario, porque era un hombre que siempre destacaba en cualquier actividad deportiva.
Comienza a jugar golf en la CDMX
Titulado de la carrera de Contador Privado emigró a la Ciudad de México, donde llegó a dirigir la empresa Liquid Carbone de México.
Ahí es donde “El Tío Mario” comenzó a jugar golf, ya que la empresa en donde laboraba tenía convenios con el Club de Golf de México.
Se involucra cada vez más en este deporte y consigue destacados récords, entre ellos varios “Par de vida”, que es un término que se utiliza para describir el numero esperado de golpes que debería necesitar un golfista experto para completar un hoyo o una ronda de golf.
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Cuando tenía 70 años aproximadamente logró varias proezas en el golf, que lo convirtieron en un ejemplo en esa disciplina. Incluso en el Club Campestre de Tampico se realizaron varios torneos que llevaron su nombre, donde participaron sus hijos y nietos, que también heredaron la pasión por el golf.
Homenaje en el Casino Tampiqueño
En el año 2004 se le realiza un homenaje en vida, donde estuvieron destacados golfistas de la zona e invitados.
En el evento Don Mario se dijo muy agradecido por este reconocimiento y las muestras de afecto de gran cantidad de personas.
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Pepe Rábago siempre recordará a su hermano Mario como un hombre fuera de serie, alegre, comprometido con su trabajo, su familia y quien dejó un gran legado en el mundo deportivo, ya que enseño el valor de la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia.
Su esposa Carmen Saldívar Cadena de Rábago, sus hijos, nietos y bisnietos reciben las condolencias por este deceso. Sus restos son velados en la Funeraria Altamira, de la zona centro de este puerto. Descanse en paz don Mario Rábago Castillo, también conocido como “El Tío Mario”, recordado por ser una leyenda del golf, beisbol y softbol en Tampico.