Enero, mes de Tamaulipas y nuestras riquezas culturales

El director del ballet Nexcóyotl, Daniel padilla, dio una cátedra de los elementos que caracterizan los ropajes típicos de las distintas regiones de Tamaulipas

Víctor De Sampedro | El Sol de Tampico

  · domingo 16 de enero de 2022

Alumnos del ballet folklórico Nexcoyotl | Víctor De Sampedro

Para dar a conocer la riqueza cultural de nuestra entidad, el Congreso estatal proclamó en el 2020 a enero como "Mes de Tamaulipas y sus Raíces". Uno de los elementos que mayor caracteriza estas tradiciones es el baile folclórico, en el cual se pueden encontrar diversos atuendos.

Uno de los grandes exponentes de este género es el Ballet Folclórico Nexcóyotl, cuyo director Daniel Padilla explica un poco de las características de los vestuarios oriundos de las distintas zonas de Tamaulipas.

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VESTUARIO DE TAMAULIPAS

De acuerdo con el instructor, en la región norte se bailan las polkas, retises y redovas. Para estas coreografías las mujeres llevan un vestuario hecho de telas mascota y popelina, su calzado son botas, estilo adelita y como adorno se lleva una mascada. El varón utiliza pantalón vaquero, camisa de cuadros, una mascada al cuello, así como de una tejana y botines negros.

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En el centro de Tamaulipas normalmente se presentan las picotas. Para ello, las bailarinas usan un atuendo hecho en manta adornado con listones de colores y grecas, mientras que su cabeza es adornada por una trenza.

El hombre lleva igualmente, un traje de manta con un fajín a la cintura, en tanto que en su cuello y muñecas porta listones. Ambos intérpretes pueden estar descalzos o llevar huaraches; dependiendo de la ocasión.

Finalmente, en la zona sur se bailan los huapangos huastecos. El maestro Padilla comparte que se usan tres vestuarios; el primero de ellos es el campero, el cual es de diferentes tonalidades.

El vestido de las mujeres está adornado por toda la orilla y parte del cuello con barbas, tomadas de la cuera tamaulipeca. Así mismo, uno de los elementos que caracterizan al atuendo son las flores y grecados. Su compañero, por otra parte, utiliza una guayabera, paliacate, botines, sombrero y un pantalón vaquero.

Valeria y Nestor Bautista | Víctor De Sampedro

El segundo traje es el ranchero; en este, las bailarinas llevan una falda floreada, cuera tamaulipeca y una camisa blanca, mientras que los ornamentos típicos son un moño al cuello, claveles y trenzas.

En el caso del varón, lo que comúnmente emplea en su vestimenta es un sombrero tipo sahuayo, camisa blanca, paliacate, pantalón vaquero, y botines.

El último de los ropajes es el traje tradicional de gala, para el cual las mujeres visten una falda, chaqueta, zapatos y como decoración un moño rojo y claveles. El hombre, por otro lado, usa una camisa, paliacate, un sombrero tejanos y pantalón vaquero el cual, dependiendo de la ocasión, puede ser cubierto con una chaparrera. En ambos casos, ambos bailarines pueden llevar una cuera representativa del estado.

Francisco Herrera y Yurley López | Víctor De Sampedro