La crisis de agua que afronta la zona metropolitana de Monterrey en Nuevo León, obliga al sur de Tamaulipas a voltear a ver a la caja de agua del río Guayalejo que abastece a la población de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, y facilita la operación de uno de los mayores corredores industriales del país.
Hasta hace unos años se decía que la región sur de Tamaulipas jamás afrontaría una escasez de agua dulce, sin embargo, en marzo de 2020 una falla en el sistema de esclusas y la escasez de lluvias que generaron pérdida en el embalse provocó la penetración de agua salina a la reserva del Sistema Lagunario del Chairel afectando el abasto doméstico durante casi dos meses.
Antes, en el 2017 un retraso en los trabajos de cambio de una tubería principal en la zona norte de la ciudad dejó sin abasto de agua a más de 200 colonias por más de 48 horas generando malestar entre la población.
QUÉ ES LA CAJA DE AGUA
Para especialistas en el cuidado del medio ambiente, la llamada caja de agua viene siendo precisamente la parte alta de la Sierra Madre Oriental, la misma cordillera natural que viene desde el norte del país, pasando por el vecino estado de Nuevo León y que también representa la fuente natural de almacenamiento de agua para los regiomontanos, pero al menos en las dos últimas décadas se registraron infinidad de incendios terminando con grandes extensiones forestales.
“La caja de agua para el río Tamesí y su cuenca alta, en este caso el río Guayalejo, es la biosfera El Cielo que de ahí nace, escurre todo el agua por dicho afluente que viene a abastecer del vital líquido a nuestra zona sur de la entidad y es fundamental iniciar una campaña intensiva del cuidado de esa región natural”, consideró el director de Ecología y Medio Ambiente en Altamira, Biólogo Rubén Herbert Zárate.
Entre las propuestas que plantea el profesional del Medio Ambiente está “que cada municipio participe con el elemento humano para reforestar esas áreas dañadas en los incendios de este año, quizá con recursos económicos, incluso con plantas propias de la zona que tengan como meta no solo conservar esa zona propia de la llamada caja de aguasino también reforestar las partes bajas que están abiertas al cultivo y a la ganadería de los municipios como González, El Mante, Xicoténcatl, Antiguo Morelos, Altamira, pues al final somos afectados por la falta de lluvia que cada vez es un problema muy recurrente”.
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UNA AMENAZA A MEDIANO PLAZO
Explicó que los incendios registrados este año en la biosfera “El Cielo” ubicada en la parte alta de la Sierra Madre Oriental en los municipios de Gómez Farías, Jaumave, Ocampo y Llera, consumieron más de 20 mil hectáreas dañando en su mayoría árboles adultos que vienen representando la fuente natural para el almacenamiento del agua que posteriormente vierte a los cuerpos de agua, en este caso a la cuenca alta del río Guayalejo.
URGE REFORESTAR PARA LA CONTENCION DE SÓLIDOS
La deforestación, aparte de no almacenar el agua en los árboles, provoca una grave erosión en los terrenos adyacentes a los cuerpos de agua, provocando el azolvamiento de ríos y lagunas; en el caso de nuestra parte baja del río Tamesí como el sistema lagunario existe esa problemática que se traduce en una menor capacidad de agua dulce que al no tener espacio se vierte al mar de una forma natural siendo desaprovechada para consumo humano.
“Nos estamos tardando en reforestar, el programa Sembrando Vida que inició la administración federal es muy positivo, desafortunadamente apenas tiene 2 años y se requiere emprender estas tareas de reforestación de una manera inmediata, aquí la comunidad en general deberá trabajar mucho pues depende de todos nosotros que en el mediano plazo tengamos agua, recordando que un árbol tarda de 3 a 10 años en desarrollarse”, señaló Herbert Zárate.
SE EMPIEZAN A TENER ESTRAGOS EN LA ZONA RURAL DE ALTAMIRA
La comisariada ejidal de San Carlitos, Tomasa Chaires Vázquez, indicó: “A consecuencia de que en los últimos 5 años no hemos tenido fuertes precipitaciones pluviales, nuestro pozo de agua que teníamos para abastecernos de agua los 60 habitantes del ejido se ha secado por completo. La autoridad ejidal de este sitio afirmó que la problemática de la falta de agua empezó a sentirse desde hace un año, “cada vez tardaba más tiempo en recuperar el nivel de agua el pozo que tenemos ahí para surtir la comunidad, por lo que actualmente nos surten por medio de pipas en lo que nos terminan la obra de introducción de la red de distribución”.
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Dicha red de distribución que surte a estas localidades del norte de Altamira se abastece del río Guayalejo, específicamente de la planta conocida como El Tomate y que la red de distribución está tendida sobre el sistema lagunario norte de Champayán.
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LA "HORA CERO" NOS PUEDE LLEGAR AL SUR DE TAMAULIPAS
Para Marisol Marín, presidenta de la agrupación “Marisol Marín” Protección Ambiental en Altamira, la “Hora Cero” le puede llegar al sur de Tamaulipas como le está pasando hoy en día al vecino estado de Nuevo León, si desde ahora no se inician las tareas de reforestación no solo en el área rural sino también en la zona urbana. “La Hora Cero la están viviendo los vecinos del estado de Nuevo León, no es ninguna ficción lo estamos viviendo por medio de nuestros vecinos, debemos recordar que este calor es por todos los árboles que hemos derribado y no hemos sembrado, aunado a que no cuidamos el agua, no tenemos la costumbre de reciclar el agua que usamos”, destacó Marisol Marín.