El vino, su motivación

Haddaoui Pérez Morgan, chef sommelier comparte su camino y trayectoria en el mundo de la gastronomía, educación y enología

Carmen Jiménez | El Sol de Tampico

  · domingo 9 de agosto de 2020

Foto: Carmen Jiménez | El Sol de Tampico

Teniendo como ancla una familia que le otorgó la libertad de ir por sus sueños, motivar a alcanzar sus metas y recibirlo siempre con los brazos abiertos, Haddaoui Pérez Morgan es un hombre que comparte como el vino, la gastronomía y la educación han forjado su trayectoria.

Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí

Originario de Chiapas, Haddaoui, confió en su instinto e ilusionado en aprender, compartir, enseñar y descubrir ingresó al Instituto Culinario de México campus Puebla, institución que le permitió abrir una ventana muy valiosa.

Leonardo Barrón, capitán en el Casino Tampiqueño | José Luis Tapia

“La gastronomía es una inquietud que nace en mí desde muy chico, en la familia tuvimos la oportunidad de viajar por muchos estados de la república que me permitieron conocer diferentes sabores y saber que dedicarse a ello era una profesión, no fue difícil realizar la elección”, recordó.

Los clubes o asociaciones escolares siempre son una ventana para que los alumnos crezcan durante su preparación en las aulas y en el chef no fue la excepción ya que al formar parte de la Sociedad de Chefs Degustadores del ICM le permitió conocer su pasión.

Foto: Carmen Jiménez | El Sol de Tampico



“Ser parte de la asociación fue una de las experiencias más significativas y que marcó lo que soy ahora, éramos un grupo de alumnos que nos asesoramos de maestros, la conformabamos alumnos de diferentes semestres, disfrutamos trayendo bodegas a la escuela, presentando eventos, poco a poco los maestros nos dejaron la responsabilidad de guiar los eventos que representaban una gran responsabilidad pero sin duda fue una de las experiencias que me acercaron más a la inquietudes que tuve la universidad acerca del vino, describió.

Al egresar de ahí gracias a su dedicación inició a laborar en un Hotel Boutique en la ciudad de Puebla, pero el destino le presentaría la oportunidad de alcanzar una de las metas que tenía a 10 años, su certificación como sommelier consejero.

LA CERTIFICACIÓN INTERNACIONAL

“La universidad presentaba un panorama gastronómico de los más amplios que me ha tocado ver, cuando yo egrese yo salí con trabajo en un hotel boutique de la ciudad de Puebla, un año después la universidad nos invita a los que formamos parte de este club a tomar una certificación como sommelier consejero por la Université du Vin Suze la Rousse” detalló.

Foto: Carmen Jiménez | El Sol de Tampico

El coordinador de la carrera en gastronomía y administración turística del IEST Anáhuac, recordó que en ese momento no existía en México ninguna institución que otorgará el grado de sommelier con aval internacional, lo cual representaba una gran oportunidad personal.

“Esta universidad es antiquísima de Burdeos, que se dedica a la formación de especialistas en vinos fue un curso de una semana intensa de actualización y luego haces 5 exámenes de diferentes categorías para obtener los puntajes, logre la certificación que me había planteado al egresar pero a largo plazo, tal vez en algunos años y en el momento que se dio no lo esperaba”, explicó.

Recordó que dicha certificación fue algo que lo llenó de orgullo pero también causó un gran impacto, ya que le permitió reflexionar sobre los resultados que traen los esfuerzos y horas de dedicación que dedicó durante su estancia como estudiante de licenciatura.

LLEGADA AL IEST, ANAHUAC

Luego de ser parte del cuerpo docente de diversas universidades en Chiapas, asistir como invitado a Festivales Gastronómicos y trabajar haciendo vinos en el Valle de Guadalupe Haddaoui, recibió la invitación para ser parte del IEST Anáhuac y adquirió un compromiso con Le Cordon Bleu.

“Todo lo que he vivido a lo largo de estos años ha sido un trabajo de adaptación he tenido la oportunidad de gracias a mi familia de vivir diferentes experiencias entonces siempre he estado muy abierto a aprender, cuando me fui a Tampico tenía 10 años de haberme salido de mi casa, no esperaba estar tanto tiempo ahí pero ha sido muy gratificante”, compartió.

Haddaoui, explicó que para él ha sido una gran experiencia compartir con sus alumnos todo lo aprendido, también compartir con símiles de diversos países experiencias que le han permitido darse cuenta que la gastronomía mexicana está a la altura de cualquier otra.

“La gastronomía es y será siempre una de las banderas que representan a nuestra cultura, México desarrolla todo a través de sus raíces gastronómicas, lo que nos tiene aquí directamente con la pandemia nos va a obligar a evolucionar como cultura gastronómica a pasos que nos negamos a dar pero México está listo para convertir a pequeños changarritos en instituciones que puedan replicar su gastronomía a nivel empresarial, tener gastrónomos empresarios, gastrónomos emprendedores, una gestión apropiada de la gastronomía”, describió.

Su labor en la institución le ha permitido conocer una ventana en donde combina la gastronomía con el sistema educativo, siempre motivando a los alumnos a encontrar su pasión, educarse en lo que los inspire y valoren todo lo que ellos quieran alcanzar.

“Yo siempre los invito a que encuentren su pasión, la gastronomía es un oficio que se trabaja con pasión no por ganar dinero no por ganar fama, sino por encontrar tu lugar en al industria de la gastronomía y estar completo ahí, para mí eso es lo más importante, encontrar la pasión que te va a motivar día a día”.

ACCIONES QUE INSPIRAN E IMPACTAN

Inspirado en personas que con su estilo de vida y filosofía están en constante evolución como el enólogo Hugo D’Acosta y el chef Enrique Olvera, Haddahoui, ha emprendido diversos proyectos trascendentales en su vida uno de ellos ha sido la capacitación a mujeres en la Selva Lacandona y el otro su labor en el Valle de Guadalupe.

“Tuve la oportunidad de dar una capacitación a un grupo de mujeres con el fin de desarrollar un trabajo de cultivo de setas, mi labor era enseñarles cómo trabajar este producto que no era endémico.

El poder trabajar en una comunidad con estas características, entrar a la selva estar dando esta plática, yo llegaba a cocinar con ellas y al terminar viendo sus tradiciones, su hogar, te permite reflexionar que no importa quien va a recibir la capacitación, el que alguien quiera superarse en donde quiera que esté lo merece, eso es lo máximo”, describió.

Describió también que la temporada que estuvo en el Valle de Guadalupe, era un proyecto a 10 años, pero su constancia y disciplina lo llevaron a concretarlo al año siguiente de haberlo planteado.

“La temporada que me tocó estar en el Valle de Guadalupe, era un proyecto que yo tenía a 10 años, lo proyecte, lo vi y al año siguiente tuve la oportunidad de despertarme 6:30 am y ver en el amanecer a través de los viñedos más hermosos de México, el no despegarte de tus metas personales es super importante”.

En este sentido describió que para él el vino es una motivación es algo que te empuja a siempre querer aprender más a descubrir nuevos aromas, nuevos sabores, nuevas botellas, texturas y saber elegir qué vino para cada ocasión.

“El vino para mí es una motivación, porque aunque crees saberlo todo el día que abres una botella aun cuando ya la has probado la circunstancia en la que la pruebes va a ser distinta, el vino te enseña la humildad de aprender todo el tiempo”, describió.

Finalizó compartiendo que continuará su preparación todos encaminados al desarrollo de su trabajo como docente y espera concluir la maestría en Alta Dirección por la Universidad Anáhuac y alcanzar el nivel máster sommelier.