Éramos felices y no lo sabíamos, fue exactamente hace 2 años cuando Tampico vibró con el concierto de Emmanuel y Mijares en el Centro de Convenciones, sabíamos del coronavirus pero ni la mente más creativa pudo adivinar sobre el duro confinamiento y la incertidumbre que se nos aproximaba.
Bailamos “Toda la vida”, “La chica de Humo”, “Bella”, suspiramos con el popurrí de Mijares donde cantó “Tan Solo” y hasta coreamos el naranana de “Hey Jude”; fue la última vez.
LA CITA Y LA DUDA
Las personas que acudieron a este concierto recuerdan que ya se sabía del coronavirus en México y de su fácil contagio por lo que hubo quienes dudaron en acudir, se llamaban entre los amigos para definir si era correcto o no presentarse en el Centro de Convenciones y dejar que se perdiera el boleto.
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“Mi boleto era de gradas y toda la tarde pensé en no ir, llamé a un amigo, le pregunté ; él no dudo, dijo que ya habíamos pagado y que teníamos que hacerlo, que irían nuestros amigos, que no podíamos faltar “, recordó Mariana.
La preocupación existía, un día antes del concierto, el 13 de marzo, unos 40 alumnos del Colegio Americano de Tampico habían regresado de un viaje de estudios en Washington, la escuela les había pedido a los estudiantes mantenerse pendiente de su estado de salud y guardar cuarentena junto con su familia.
LA LEYENDA URBANA
Sobre este concierto pesa ya una leyenda urbana , de esas que abundan en Tampico y que con paso de los años ganan más arraigo... apenas habían pasado 6 días del evento cuando el 20 de marzo la Secretaría de Salud de Tamaulipas confirmó el primer caso de Covid-19 en la entidad.
Se trataba de un paciente de 55 años de edad, originario de Malasia, quien vivía en un fraccionamiento residencial de Altamira.
Como un virus los rumores se esparcieron y hubo quienes aseguraron, que el paciente contagiado también había ido a bailar y cantar con Mijares y Emmanuel lo que diseminó la idea de que podría darse un brote masivo de coronavirus.
“Se dijo que era un hombre que trabajaba en uno de los puertos de aquí, que estuvo en el concierto y que todos podríamos habernos contagiado, empezábamos a sentirnos culpables, nunca se supo si fue verdad, al menos yo no me contagié aquella vez”, recordó Paola Solís, asistente del evento musical.
GUANTES Y CUBREBOCAS
En ese momento aún no era obligatorio usar cubrebocas, estábamos en aquellos tiempos donde era extraño ver a las personas con mascarillas, sin embargo, en este concierto “una extraña pareja” llegó portando este tipo de protección, además de guantes de latex.
Obviamente, causaron sorpresa y temor, sin embargo, la pareja tomada de la mano ingresó estoica a buscar su asiento.
“Estaba bien lleno, muy padre, fue el último concierto previo a la pandemia, iba con 2 amigos, estábamos de pie y se veían muy bien”, relató Paola.
“Yo fui con mi pareja y con Paola, pensé que no conocía la música de Emmanuel y Mijares, descubrí que conocía todas las canciones, cantamos y bailamos esa noche”, agregó José.