En cine su trabajo más reconocido es en la película “Danzón” de María Novaro. Trabajó también con Jaime Humberto Hermosillo en la película "De noche vienes Esmeralda", por la que fue nominado a un Ariel. Su más reciente trabajo cinematográfico ha sido en la película “Seguir viviendo” (2013) de Alejandra Sánchez y recientemente en “Los insólitos peces gato” de Claudia Sainte-Luce.
Desde 1978 se ha dedicado a la investigación, práctica, difusión y enseñanza del Teatro Cabaret. Ha dictado la materia en el CUT (Centro Universitario de Teatro) de la UNAM, en el CECUT, de Tijuana Baja California
En la Universidad Autónoma de Guadalajara, en el Departamento de Bellas Artes, especialidad Teatro, de la Universidad de Sonora, en la Universidad de Aguascalientes, en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, Venezuela y en el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile, en la Ciudad de Santiago, donde también inauguró el Primer Festival Internacional de Cabaret en Santiago de Chile 2014.
Ha sido beneficiario de la Beca FONCA/CONACULTA para Creadores Escénicos con Trayectoria (2013-2015) en la especialidad de Teatro-Cabaret. Ha sido reconocido con la medalla Una vida en el Teatro que otorga ITI UNESCO en 2017 y con la Medalla Xavier Villaurrutia 2017 que será entregada en la ceremonia inaugural de la 38 Muestra Nacional de Teatro en la Ciudad de León, Guanajuato.
¿Cómo ha sido tu carrera, de qué forma has enfrentado el difícil reto de hacer teatro en México?
Con paciencia y determinación, sobre todo porque pertenezco a un grupo socialmente marginal, soy gay, soy artista y en este país los gays, los artistas y la cultura tienen poca cabida. Entonces ha significado para mí hacerme fuerte ante los avatares del destino y mantenerme firme en mi determinación de las artes escénicas que son lo que me gusta hacer, me llena, me satisface, me permite tener un discurso propio sin que alguien me diga qué es lo que tengo que hacer.
¿Qué pretendes con La Ópera o La Nacha, desmitificar la creencia de que la ópera es elitista?
De la ópera a la que se refiere el título del espectáculo es una obra de teatro de Bertold Brecht que se llama la Ópera de los Tres Centavos, que es de alguna manera un antecedente muy fuerte de la comedia musical y de la ópera un poco más cercana a un público masivo.
La ópera desde su nacimiento es un espectáculo elitista por naturaleza, que solo podían pagar los príncipes y los reyes, porque requiere de una gran producción. Entonces, la Ópera de los Tres Centavos es un espectáculo popular que retomaron Bertold Brecht y Kurt Weill, después de la Ópera del Mendigo, un espectáculo del siglo XVIII.
En 1976 hice la obra de Brecht, y fue una puesta en escena histórica porque marcó la diferencia, ya que nació el Sindicato de Actores Independientes, que escindimos de la Asociación Nacional de Actores, fue algo muy interesante.
La década de los setentas fue importante para mí porque me definió como artista, como persona y como ente político. Tiene muchas canciones que me interesan mucho y estamos trabajando con el diseñador para las cuestiones gráficas y de ilustrar estos textos, porque habla de la sexualidad, de la miseria sobre la manipulación.
Y La Nacha, porque en los setentas Nacha Guevara llegó a México y yo descubrí a Nacha Guevara, la vi por primera vez en físico y me impactó ver cómo una persona, solita en el escenario, con un cómplice musical que era su esposo, tenía un discurso muy potente, lograba llenar teatros, lograba hacer que la gente escuchara su discurso político.
Ella llegó a México huyendo de la dictadura militar argentina. Me impactó y me estimuló para el trabajo que deseaba realizar, porque en ese tiempo descubrí el teatro cabaret que se estaba haciendo en México, con Juan Ibáñez, la revista mexicana que se hacía en el teatro Blanquita con Julio Castillo, y los trabajos de Enrique Alonso, “Cachirulo”.
Entonces, esa década y esas improntas artísticas marcaron mi decisión de dedicarme al teatro cabaret, que sólo requiere talento y determinación para decir lo que se tiene que decir en el momento que se tiene que decir.
¿Llevarás a otros estados tu obra o solo se presentará en la Ciudad de México?
No soy artista de llenar estadios, mi discurso es más íntimo, más directo. Definitivamente no es espectáculo para masas. Si bien puedo llenar un teatro de dos mil personas, para salir a provincia a los productores no les interesa un espectáculo como el mío. Tiene que ser en pequeños espacios, dedicado a un público muy específico que entienda qué es un teatro cabaret y no que esperan señoras chichonas con plumas y lentejuelas, sino un discurso de otra naturaleza.
Un cabaret inteligente, un cabaret que te haga reflexionar y sobrepasar la amargura del momento del día.
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¿Cuánto tiempo durará la temporada?
Solo durante el mes de septiembre se presentará la obra, ya que posteriormente viajaré a Hermosillo, Sonora, para atender un compromiso como profesor, en esta ocasión con una compañía independiente para montar un espectáculo de cabaret sobre teatro griego.
Haremos una versión revisitada de Las Troyanas y de Hécuba, de Eurípides en un contexto cabaretero.
¿Cuándo te volveremos a ver en el cine, como en Danzón, Los Insólitos Peces Gato?
-Cuando me inviten. El cine que se hace actualmente es consumo más rápido, y no soy de andar persiguiendo ese tipo de chuleta. Estoy tranquilo, pero el año que entra estaré en Chile para grabar una película que me propusieron, justo el 30 de junio, el día de mi cumpleaños. Ese día que me diagnosticaron Covid-19 y ese día me hablaron para la película. Así es que ese día, Dios, si es que existe, me dio un palo y me dio un pastel.
¿Tienes otro proyectos actualmente?
Estoy con De Pícaros, Truhanes y Actores, que es un espectáculo que hice para el Cervantino en el 2016, que ha sido muy reconocido y con el que me invitaron a un festival de teatro clásico en España, también estuve en Quito, Ecuador y en otros festivales internacionales en la Ciudad de México. Hay el proyecto de remontarlo y es lo que vamos a hacer también, en esta temporada, en septiembre.
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Si están en la Ciudad de México, hay un teatrito en la zona rosa llamado Varsovia, al que pueden acudir. Podrán tomar un vinito, escuchar canciones y hacer una revisión de la década de los años setenta. Muy pronto me despediré de teatro, porque no quiero andar causando penas por ahí.
¿Te dedicarás a la docencia?
Me dedicaré a escribir, no sé para qué quieren que escriba mis memorias, si no tengo nada escandaloso qué contar. Mi vida ha sido, si bien no es una monotonía, quizás habrá alguien que compre mis memorias, pero tampoco no voy a ser un éxito editorial.
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Lo haré para satisfacer mi curiosidad, porque al estar revisando la década de los setentas mis trabajos, me he dado cuenta de que he tenido una vida entretenida. No sé qué tanto le interese a la gente, a mí me parece importante, pero bueno, lo voy a hacer, por no dejar.