Inspiradas en las palabras de Albert Einstein en las que señala: “El Arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo”, el día de hoy madres de familia nos comparten cómo han involucrado y encaminado a sus hijos en el mundo de las manifestaciones artísticas.
A través de la danza, la música, el teatro, la pintura y muchas más mujeres talentosas motivan en sus hijos su interés por el arte, compartiendo momentos únicos en donde logran una conexión muy especial que va más allá de cualquier sentimiento.
María Antonia González Gómez, directora de la Orquesta Sinfónica de la UAT, compartió que desde muy pequeñas, sus hijas Caro e Itzel estuvieron muy cercanas al arte, conforme pasó el tiempo ellas decidieron profesionalizarse en danza y canto respectivamente, en ocasiones han tenido la oportunidad de compartir escenario, experiencia que ha resultado muy satisfactoria.
“El compartir el mismo escenario en alguna presentación con la orquesta es maravilloso, lo disfruto muchísimo, porque además estamos haciendo lo que nos gusta, aprendemos una de otra y lo integramos en nuestros saberes; ahora que estamos en casa las tres, hemos tenido la oportunidad de disfrutar hacer equipo y apoyarnos entre todas, también de pronto tocar, cantar y bailar para pasar el rato y divertirnos un poco”, compartió.
La reconocida actriz Carolina Bringas es una mamá joven quien comparte que desde pequeños sus hijos estuvieron en contacto con el teatro y aun sin ella forzar su acercamiento ha sido una apropiación natural y tal vez inminente, describió.
“Ser madre es una de las experiencias más transformadoras que he vivido, ha cambiado mi forma de ver la vida y por ende mi forma de relacionarme con el teatro. La maternidad no ha apagado mi compromiso por el teatro, por mucho lo ha multiplicado y es algo de lo que estoy orgullosa; no pretendo que mis hijos sigan mis pasos, pero sí quiero dejarles esta herencia a través de mi vocación, el teatro, una herencia de trabajo, compromiso, perseverancia y, sobre todo, de amor”, detalló.
Inculcar la danza acompañada con el altruismo ha sido una de las misiones de la bailarina Norma Flores, quien ha tenido la fortuna de emprender grandes proyectos junto a su hija Ingrid Salazar, destacada en cada meta que se ha trazado con compromiso y amor.
“Como bailarinas compartimos en todo momento en grupo, la danza también es una forma de comunicación donde expresamos nuestros sentimientos y emociones, con movimientos y gestos, transformando esta pasión en beneficio de las personas con discapacidad desde hace 13 años, aplicando el baile como terapia en discapacidad intelectual y motriz, para elevar autoestima, integrarlos a la sociedad y dar una mejor calidad de vida; creando así una sociedad más incluyente”, señaló con mucho orgullo Norma Flores.
Su pasión por la música le ha permitido a Jerusa Wong Reyes, destacar en agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de la UAT y la Camerata Cortinas, hoy en día esa misma pasión se la trasmite a sus hijos Andrea y Diego Esquivel, con quienes comparte momentos muy especiales.
“Disfruto compartir con mis hijos de la música ya sea escuchándola o tocando juntos pues creo que es una forma muy especial de fomentar una relación más cercana con ellos, resulta inspirador verlos desarrollarse en cada uno de los instrumentos que ellos han elegido”, describió con gran alegría.
“Las circunstancias de la vida nos llevó hacia el camino de compartir la danza entre madre e hija, y esta dinámica para nosotras ha representado uno de los sucesos más importantes y valiosos en nuestra historia. Momentos inolvidables de felicidad, agradecimiento, conexión, admiración, fortaleza, crecimiento, amor y realización dentro del salón de clases y arriba del escenario”, compartió Ana Rosa Jaime de la Serna, quien tiene la fortuna de compartir bellos momentos junto a su mamá Rossy de la Serna.