Hablar del acordeón no solamente es mencionar géneros musicales como la cumbia y el regional mexicano, sino también es hablar de las emociones que puede evocar como la alegría, tristeza y nostalgia.
En este Día Mundial del Acordeón, EL SOL DE TAMPICO conversó con Leonardo Vargas y Tomás Turrubiates, quienes mencionaron que este instrumento les ha permitido desarrollarse como músicos profesionales y expresarse de una manera única y especial.
Una oportunidad para crecer como artista
A pesar de formarse en la misma Alma Mater, la Facultad de Música y Artes de la UAT, estos músicos cuentan con caminos totalmente distintos como exponentes del acordeón.
Leonardo comenzó a estudiar este instrumento a los 12 años, después de tener una gran trayectoria como violonchelista en distintas agrupaciones de la localidad, entre ellas la Orquesta de la maestra María Teresa Cortinas.
“Mi primer maestro fue el maestro Moisés Cruz que tiene su grupo versátil, cristiano, y con él ahora sí que me puse aprender poquito a poquito mis primeras canciones en el acordeón; de hecho la primera canción que saqué fue golpes en el corazón de Los Tigres del Norte”, explica.
Con el paso del tiempo, y bajo la invitación de uno de sus mejores amigos, Leonardo se uniría a un mariachi.
“Ya de ahí comenzó el gusto por la música de mariachi, que también dentro de la música de mariachi, el acordeón no es un instrumento requerido u oficial, por así decirlo, en la instrumentación pero sí se ha ido adoptando al pasar el tiempo”, explica.
Restaurantes y cantinas, espacios para formarse
Por su parte, Tomás Turrubiates comparte que fue en su niñez que surgió la inquietud por aprender a tocar un instrumento, aunque en un inicio no sabía a cuál enfocarse.
“No sabía cuál hasta que un amigo en la secundaria, recuerdo que me puso una canción. Recuerdo que era del grupo Intocable, y pues le dije, 'sabes qué, me gustaría tocar lo que está sonando al principio de la canción, me gustaría tocar el acordeón”, menciona el intérprete nacido en San Luis Potosí.
A los 15 años recibió su primer acordeón, el cual era un diatónico, mejor conocido como “de botones”, y que en sus propias palabras es muy complicado de estudiar debido a la complejidad de su mecanismo.
“Lo que yo empecé a hacer fue ir a buscar ahora sí que de cantina en cantina, por qué ahí te sorprendes a veces del talento que hay en la cantina y lo vas buscando, lo vas apreciando”.
A raíz de esto, y después de un extenso tiempo de preparación, Tomás tendría la oportunidad de formar parte de diversos grupos de la localidad y conocer a sus mayores ídolos.
Un instrumento que traspasa fronteras
Leonardo comentó la influencia del acordeón en la música de distintas regiones del mundo, fue lo que más lo cautivó de este instrumento.
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“Lo que me llamó fue todo el impacto cultural que tiene, tanto en México como en otros países como Colombia o incluso su país de orígen que es Alemania”, explica.
Por otro lado, el sonido tan particular que produce y las emociones que puede despertar a través del mismo, hicieron que Tomás decidiera convertirse en acordeonista.
“No me interesa si está sonando bien o suena mal, a mí me gusta escuchar el sonido del acordeón, ya sea en mariachi, en música folclórica, de banda o un tango” comentó con gran entusiasmo.
Los retos que implica ser un acordeonista
Al hablar sobre los retos que representa dedicarse a este instrumento, tanto Leonardo como Tomás coinciden en que la mayor complicación a la que se enfrentan es continuar estudiando.
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“El mayor reto es uno mismo, es seguir estudiando, seguirse preparándose, estar informando y ahora sí que estar vigente tanto con la música actual como con la música viejita” señaló Leonardo Vargas.
Además, los jóvenes señalaron que es de suma importancia que los músicos se mantengan atentos a las tendencias que surjan en el ámbito musical, pero sobre todo, dedicarse a esta profesión con gran pasión y amor.
“Algo que he aprendido con el tiempo es simplemente sé tú. Muchos podrán tocar muy padre, muchos podrán tocar muchas cosas pero simplemente toca con el corazón, toca lo que sabes y tócalo bien seguro”, añade Tomás.
Satisfacciones alcanzadas mediante el acordeón
Al anteponerse a estas situaciones, gracias a su disciplina y respeto por la música, estos artistas pueden presumir que han concretado algunos de sus mayores sueños.
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Conciertos con orquestas, colaboraciones con diversos mariachis de la localidad, así como formar parte del homenaje a Cuco Sánchez, son solo algunas de las actividades que Leonardo Vargas ha realizado en su faceta como acordeonistas.
Entre tanto, Tomas Turrubiates comparte que la mayor alegría que le ha dado este instrumento es la oportunidad de abrir espectáculo de grandes exponentes del regional mexicano como lo son Bronco y grupo Duelo.
“Una de las más impactantes es tocar con el maestro Héctor Infanzón, un solo de acordeón, de improvisación, al más puro estilo de improvisación, que no sabíamos en qué tono estábamos pero estábamos improvisando”, recuerda.
En este sentido, los acordeonistas invitaron a las nuevas generaciones interesadas en practicar este instrumento a hacerlo con un sentido de responsabilidad, disciplina y un fuerte sentido de amor.