Uno de los sacerdotes más estimados y queridos de la Diócesis de Tampico, Monseñor Alfonso Ramírez Luna, tuvo su encuentro con el Padre Celestial ayer sábado 8 de agosto a la edad de 80 años, después de varios días de permanecer internado en un hospital de este puerto.
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La noticia provocó una gran tristeza y consternación entre los feligreses de la zona conurbada, en donde Monseñor era muy apreciado porque siempre tenía una palabra de aliento y consuelo hacia aquellos que se acercaban a pedirle su consejo espiritual.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de pesar y condolencias por la partida de Monseñor Ramírez Luna, entre ellos: “Descanse en el amor que vivió y predicó con pasión. Mil y mil gracias por todo”; “Estará siempre en nuestros corazones querido padre Alfonso, gracias por todo”; “Me quedo con sus enseñanzas y buenos momentos, con todos los retiros que me enseñaron a vivir de la mano de Dios y como usted me decía siempre que viviera como si fuera el último día y el mejor de mi vida. Hoy yo le digo que Dios lo llamó en el mejor día a disfrutar de la vida eterna. Lo voy a extrañar, pero agradezco a Dios por su vida”.
Hoy domingo 9 de agosto será sepultado por la mañana y al mediodía se oficiará una misa por el eterno descanso de su alma en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, la cual será a puerta cerrada debido al confinamiento social por la pandemia del Covid-19 y será transmitida por Facebook de la Diócesis y la señal de Televisa del Golfo.
Su historia de vida
Alfonso Ramírez Luna nació el 8 de febrero de 1940 en Tampico, fue hijo de don Pedro Ramírez y doña Rebeca Luna, fue el cuarto de una familia de 8 hermanos. Recibió el sacramento del Bautismo en el Templo de la Compañía de Jesús en San Luis Potosí.
Cursó estudios desde los 13 años en el Seminario Conciliar de Tampico, partiendo después a Roma a terminar su preparación sacerdotal en la Pontificia Universidad Gregoriana.
Se ordenó sacerdote el 14 de marzo de 1964 en Roma, en una solemne Eucaristía, y ese mismo año arribó a nuestro puerto a prestar sus servicios pastorales en la Iglesia del Sagrado Corazón en el legendario Barrio de la Unión.
Fue nombrado Vicario General de la Diócesis de Tampico en tiempos del Obispo Arturo Szymanski, con quien lo unió siempre una gran amistad y cariño fraternal.
Estuvo también como párroco en la Iglesia María Auxiliadora; después en el Seminario de Teziutlán, Puebla como docente y regresó a seguir prestando sus servicios en Tampico.
Posteriormente en la década de los 80 lo trasladaron a Ciudad Mante, Tamaulipas, en donde convivió con toda la comunidad y los habitantes de los ejidos circundantes, llevando siempre la palabra de Dios, porque fue un sacerdote entregado y lleno del espíritu del Creador.
Desde allá empezó a transmitir la palabra de Dios a través de la radio en dos horarios, mañana y tarde, con gran auditorio ya que era un sacerdote fiel a los principios de la Iglesia y con profunda vida de oración.
Nuevamente regresó a Tampico como párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, donde estuvo por muchos años, de donde finalmente se jubiló hace tres años, dejando entre toda la comunidad de esa parroquia un gran vacío por su incansable atención a las necesidades espirituales de sus feligreses.
Su labor pastoral también se extendió a trabajar con grupos de AA, Cursillos de Cristiandad y el movimiento Encuentros de Novios, colaboró en el programa local “Pasarela” de Televisa del Golfo y fue colaborador de nuestra estación hermana ABC Radio, con su programa “Reflexiones”.
En el 2017 decidió jubilarse, sin embargo continuaba con su apostolado desde la Casa de Juan Pablo II, donde residía y atendía a todas aquellas personas que lo buscaban para algún consejo u orientación.
Descanse en Paz Monseñor Alfonso Ramírez Luna.