Fuerte, de buen humor y con excelente actitud, don Enrique Chirinos Mariño celebró con sus 4 hijos, 16 nietos, 32 bisnietos, 3 tataranietos y muchos amigos un siglo de vida y grandes historias.
Y el festejo no fue para menos, ya que no todos los días se cumplen 100 años, por eso el evento no pasó desapercibido, con música, comida abundante y el calor de sus invitados.
Don Henry, como le dicen de cariño, es considerado un tamaulipeco amante del béisbol, quien durante muchos fines de semana con sus inigualables amigos, hoy ya fallecidos, cosecharon por décadas grandes triunfos y trofeos que embellece los estantes de su hogar y los vívidos recuerdos de su memoria
Su cumpleaños número 100 se celebró en el Salón Aramis, ubicado en la colonia Heriberto Kehoe de Ciudad Madero, lugar que en pocos minutos se llenó con más de 200 invitados.
UNA VIDA DE ESFUERZOS
Enrique Chirinos Mariño recuerda, con una gran sonrisa, que nació el 16 de junio de 1922 en Altamira, Tamaulipas, gran parte de su niñez fue de esfuerzo y dedicación, permitiéndole conseguir su primer trabajo a la edad de 12 años, como tipógrafo de “El Libro Mayor”, oficio que disfrutó y le gustó demasiado.
El feliz abuelo comenta que contrajo matrimonio con la señora Guadalupe Martínez el 30 de marzo de 1950, con quien procreó a cuatro hijos: Enrique, Candelario, Guadalupe y Mercedes.
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RECHAZÓ UNA PLAZA EN PEMEX PARA ESTAR CON SUS HIJOS
En ese momento unas amistades le ofrecieron una plaza de Petróleos Mexicanos, misma que no aceptó, ya que deseaba disfrutar el mayor tiempo de sus pequeños, con quienes jugaba los fines de semana al béisbol y el ajedrez. Fueron años de mucha felicidad, desafortunadamente la vida le arrebato el 17 de octubre del 2003 a su compañera de vida.
Él siguió laborando en la imprenta “Del Norte”, ubicada en la calle Aquiles Serdan, misma que lo liquidó al cumplir la edad necesaria para su retiro.
UN PADRE AMOROSO Y PROTECTOR
La dedicación a la familia es reconocida por sus hijos, quienes le agradecen los momentos de cercanía, pláticas y juegos que Don Henry tuvo con ellos.
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Si vástago, Candelario Chirinos Martinez, platicó a EL SOL DE TAMPICO que su padre siempre antepuso el amor a sus hijos al trabajo, “te puedo decir que siempre prefirió quedarse con nosotros cuando lo necesitamos, recuerdo que se sentaba a disfrutar de una buena partida de ajedrez o salíamos al parque a jugar beisbol”.
Nunca le falló a su familia, y que mejor ejemplo que hoy en su cumpleaños número 100, sus 4 hijos, 16 nietos, 32 bisnietos y 3 tataranietos, los cuales se hicieron presente para verlo sonreír cada vez que pasaban a darle un cariñoso abrazo.
SOBRESALE A UNA OPERACIÓN
Marisol Martinez, sobrina de Don Henry, platica que en el 2010 se le detectó, a la edad de 88 años, un coágulo alojado en el cerebro, lo que terminó ocasionando una parálisis en la mitad de su cuerpo, fue en ese momento cuando el neurólogo del IMSS les advirtió sobre la posibilidad de quedar en cama sin movimiento alguno.
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Pero tras una reunión familiar todos votaron en ponerlo en manos de Dios y los especialistas quienes le practicaron una cirugía que le cambió la vida, ya que tras sobrevivir a la misma, pudo sobreponerse y continuar disfrutando el amor de sus seres queridos.
En la actualidad don Enrique Chirinos Mariño ha superado diversas adversidades médicas y llega con gran entusiasmo al siglo vida, contando con entusiasmo las grandes historias alojadas en su memoria, convirtiéndose en una referencia de sabiduría, vivencias, conocimiento y amor a su familia. ¡Muchas felicidades!