¿Quién pensaría que ir de compras reduce los niveles de estrés, eleva el ánimo y además te permite ejercitarte?, muy pocas personas, ya que la mayoría coincide en que ir de compras o de “shopping” puede convertirse en una adicción.
En el marco del Dia Mundial del Shopping, que precisamente se celebra hoy y el cual comenzó siendo el famoso 11/11 -doble once-, que era una festividad que celebraba la soltería, tuvo su origen en la Universidad de Nankin de China en el año 1993.
Las personas que son amantes de las compras, se podrán dar gusto, ya que todas las tiendas tienen diversas promociones y dada la tecnología es muy fácil comprar en tiendas de China o Japón, entre otros países, aunado a que estamos en pleno Buen Fin.
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Para muchas personas ir de compras es una actividad que disfrutan plenamente, ya sea solos, con amigas o familia, pero que en ocasiones es muy criticado porque las deudas aumentan y en ocasiones se compran artículos que no se necesitan.
Para el psicoterapeuta clínico, Alejandro Ramírez Padilla ir de compras tiene muchos beneficios psicológicos y emocionales. "Evidentemente que el ir de compras reduce el estrés por el mecanismo placentero que induce a hacerlo, sin embargo, es importante no excedernos en las compras compulsivas y establecer prioridades y necesidades reales de compra".
ADICCIÓN A LAS COMPRAS: ¿MITO O REALIDAD?
“La adicción a las compras se produce cuando ir a comprar se convierte en una necesidad, dejando de ser una actividad lúdica como entretenimiento o para solventar una carencia. En la mayoría de los casos se trata de productos innecesarios o relacionados con la moda y también es conocida como compra compulsiva u oniomanía y se trata de una adicción que provoca a la persona comprar por comprar, siendo incapaz de controlar los impulsos”, dijo el experto.
Las personas que son adictas a las compras señalan que es una forma de llenar vacíos existenciales y/o emocionales, convirtiéndose en un hábito compulsivo que quien lo padece emplea este mecanismo para mitigar la ansiedad que conecta con la satisfacción momentánea de conseguir algo por impulso.
Después viene el arrepentimiento, como en cualquier adicción, pero muchas ocasiones se puede perder el control y volverse un acto compulsivo.
“Lo más riesgoso de esto es que puede ser un foco para otros trastornos conductuales o de personalidad, como es el caso de la acumuladora y convertirse hasta en una situación psiquiátrica incluso”, refirió.
¿CÓMO AYUDAR A ALGUIEN QUE ES ADICTO A LAS COMPRAS?
Si no se trata debidamente esta adicción puede agravarse y las personas que la sufren pueden padecer ansiedad, falta de control o sentido de culpa; además puede provocar problemas familiares, de pareja o laboral, así como endeudamientos, mentiras o robos debido a los impulsos incontrolados por poseer un artículo.
Tratar estos padecimientos es posible basándose en estrategias a nivel conductual para que el paciente consiga mejorar su autocontrol, reduciendo sus conductas desadaptativas y el objetivo es que la persona adicta mejore su nivel de funcionamiento, reduzca la ansiedad y en algunos casos para potenciar los resultados se combina la terapia psicológica con la farmacológica.