El arte de crear historias por medio de movimientos, gestos y expresión corporal es algo que solo los mimos pueden lograr. En el marco del Día Internacional del Mimo, entrevistamos a Marco Rivas, quien se dedica a esta actividad que pese a los años, sigue conquistando a chicos y grandes.
ANTECEDENTES DE LA MÍMICA
Según historiadores, los mimos se originaron en Grecia donde se realizaban obras de distintos géneros y poco a poco se fue expandiendo a otras regiones, evolucionando con el correr del tiempo.
Su desarrollo se logró gracias al trabajo de diversos representantes como Jean-Gaspard Deburau, Jacques Copeau, ÈtienneDecroux, Jacques Lecoq y Marcel Marceau. Cada uno se dio a la tarea de agregar elementos distintivos a este arte.
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LA HISTORIA DE UN MIMO EN TAMAULIPAS
En el sur de Tamaulipas existen figuras importantes en la realización de arte, un caso especial es Marco Antonio Rivas Vélez, quien con 18 años de trayectoria se desenvuelve como director y actor teatral en el estado.
El día de hoy él comparte su experiencia, cómo surge el deseo de desarrollar su actividad actoral en dicha área y los más grandes logros de su carrera artística.
1.-¿Qué ha significado para ti ser mimo?
Ha resultado una total fascinación que me ha llevado a respetar la labor de estos artistas. El mimo tiene poderes asombrosos. Sin hablar, conversa; sin acompañarse de nada, lo tiene todo sobre el escenario cuando el acto comienza; sin ser libro, es un poemario.
Desde que vi a mis maestros ejecutar este arte, sentí un llamado poderoso a realizarlo. Desde entonces lo busqué, le estudié y terminé ejecutándolo y mi corazón se llenó de confirmar que, en efecto, el arte del mimo tiene que ver con lo mágico, pues es capaz de hacerse de cualquier cosa, comunicarse con toda persona en el mundo y tratar cualquier tema con su lenguaje.
2.-¿Cómo describirías este arte?
La pantomima es un lenguaje universal. Una oportunidad para establecer comunicación con los otros, sin importar su origen. Es una llave, abre las puertas hacia los mundos individuales que somos cada uno de los espectadores y dialoga. Tiene un mensaje especial. Pero sucede en silencio. Es el cuerpo del mimo el que escribe mensajes para que sean leídos por el público. Entonces se vuelve muy especial, pues no todos disfrutan de leer o saben leer en silencio. La pantomima es un hecho mágico y el mimo es la varita. Ejecutado con maestría: encanta.
3.- De las figuras en este arte, ¿quiénes te han inspirado?
Pues uno, cualquiera, puede nombrar a los grandes de la pantomima internacional, son los mejores referentes cuando se habla de poética, dominio de la técnica y comunicación clara y eficaz.
Muchos mencionarán a Marceau, por ejemplo. Sin embargo, nunca olvidaré aquellos primeros acercamientos que tuve con la pantomima; ver a sus personajes misteriosos, a pocos metros, desarrollando sus historias, me cautivó de sobremanera. Es entonces cuando, de inmediato, puedo nombrar, por ejemplo, a David Orta, Mario Villanueva, Alberto Stanley, entre otros, mis maestros; pues presenciar la actuación de un buen mimo es un momento muy especial, en muchos casos determinante, para saber si acaso la cuerda invisible de la que tira ese artista con el rostro pintado de blanco sale de tu corazón.
4.-¿Cuál ha sido el proyecto que más te ha gustado realizar?
Creo que de las experiencias que he tenido, el hecho de formar mimos es lo que más disfruto. Recuerdo las “mimo - comedias populares” y los concursos de zona entre secundarias.
Sin embargo, creo que lo que más ha resultado en satisfacción es un proyecto unipersonal al que llamo “Distanciamiento”, cuya premisa consiste en develar lo ruidoso que es nuestro entorno, una realidad que resulta perturbadora cuando nos hacemos conscientes de ello.
5.-¿Trabajas en algún proyecto?
Actualmente desarrollo un programa académico para el estudio de la pantomima y la formación de mimos con la finalidad de construir un espectáculo a gran escala. Noto que muchos han comenzado sin estudios a desarrollar este arte, pero los tiempos actuales exigen una dignificación de la pantomima y sus artistas, con la finalidad de conservar su integridad, la calidad y el prestigio.
6.-Siendo un trabajo actoral con tanta historia, ¿qué mensaje le darías a las personas interesadas en realizarlo?
Constantemente imparto cursos de pantomima y noto las mismas cosas en los estudiantes: se puede compartir con muchos, tanto como sea posible, pero es solo aquel que dedica tiempo para estudiar, observar, entrenar y construir el que logrará aportar reflexiones sensatas sobre el oficio, claridad al escribir con el cuerpo, materializar lo invisible y generar una poética que le permita ser único e irrepetible. Lo anterior para quienes desean iniciar su formación. A los espectadores yo les recomendaría permitirse atender al mimo.
La vida llama tan ruidosamente nuestra atención que nos resulta difícil aislarnos, concentrarnos, observar, leer y conmovernos en silencio.
PARA CELEBRAR
Para celebrar este día lo ideal sería apreciar una obra de pantomima, pero la contingencia sanitaria continúa, entonces en los hogares se recomienda disfrutar películas en donde los mimos sean los personajes principales.
Una creación tampiqueña es Pantomimus, historia narrada en lenguaje de señas donde se nos cuenta el momento previo de un mimo antes de salir a presentar su acto en el escenario. Al mimo bajo estrés y pánico se le presentan la tragedia y la comedia para ayudarlo a combatir sus temores.
Dicha producción dirigida por Clío Acostas está disponible en el canal de YouTube Musas Films y puede ser apreciada de manera gratuita.
Un mimo hace posible que los sentidos se activen, las emociones sucedan y el ruido se extinga. Los tiempos actuales exigen una dignificación de la pantomima y sus artistas.