Si bien este género nació en Andalucía, España, en Tampico se arraiga una gran pasión por la práctica y promoción del flamenco, existen diversas instituciones que imparten clases y se ha desarrollado un festival anual que ofrece a la sociedad conferencias y talleres.
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En días pasados en el marco de la celebración del Día Mundial del Flamenco, EL SOL DE TAMPICO tuvo la oportunidad de platicar con integrantes de Puerto Flamenco, institución que dirige Lizzet Pérez y que cuenta con gran reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Las bailarinas explicaron que este 2020 la celebración fue distinta, sin salir de casa, sin escenarios, pero continúan felices de poder seguir compartiendo en redes sociales su pasión por lo que consideran el motor de su existir.
"El flamenco llegó a mi vida para sanarme, hacerme sentir y vivir al máximo, conocer a mis mejores amigas y formar una familia flamenca. Hoy celebramos desde dentro, desde donde es el flamenco, del corazón; extrañando el escenario, pero con la firme idea de que pronto volveremos a hacer sonar el tablao", expresó Nancy Basáñez Aguilar.
Por otro lado, Victoria Hernández comentó que durante el confinamiento descubrió dicha disciplina que la convierte en un ser libre y capaz. Para Diana López, el flamenco la hace feliz, libre y nada se compara con el, señaló que el confinamiento pasará y volverá al estudio, al tablao y a Puerto Flamenco a seguir bailando con su familia flamenca.
"Disfruto la libertad en cada uno de mis movimientos, amor fuerza y pasión. Me dan la esperanza de un nuevo día respetando el confinamiento", Lynda Estrellita Martínez.
Gloria Carrera y Cecilia García comparten una perspectiva muy similar "el flamenco es el arte que regala esperanza", ellas aseguran que la disciplina se ha convertido en su motor, ya que sus tacones gritan lo que su alma calla.
Lizzet Pérez concluyó con la frase: "¡Feliz día! Mi compañero de vida y motor de mi existir".