Primera de dos partes. Para el exalcalde de Tampico, José Francisco Rábago Castillo, las más grandes obras parten de la imaginación, de tener un sueño y perseguirlo y aunque esto pudiera leerse trillado, este hombre un día soñó con que la ciudad contará con teatro y hoy se llama Espacio Cultural Metropolitano.
En octubre de 1998, cuando era candidato a la alcaldía y su promesa de campaña era construir un gran teatro, hubo quienes con burla llamaron este proyecto “rabagolandia” e incluso publicaron inserciones para hacer pública su incredulidad y mofa.
EL SOL DE TAMPICO conversó con el también exdiputado local y federal al respecto y sobre el origen del Megaproyecto de la Laguna del Carpintero.
Cuando anuncia este proyecto en campaña hubo gente que puso en duda su compromiso y llamó el proyecto “rabagolandia”, ¿Qué le decían?
➡️ También lee: Hotel Marriott en la Laguna del Carpintero sigue en pie: esto sabemos del proyecto
PR.- Para mi “rabagolandia” es un halago, es a mi favor. La gente pensó que los estaban engañando por votos para ganar la elección, que era un sueño, que no era posible, una fantasía, que con el recurso municipal no alcanzaba para hacer la cuarta parte de lo que se decía.
Entonces, hasta hicieron publicaciones aquí en EL SOL DE TAMPICO, que era “rabagolandia”, yo le agradezco a quien firmó esa publicación, Samuel Rodríguez Caspeta, no sé quien es, por que hoy se demuestra que yo no estaba mintiendo.
¿Cómo inició la transformación Laguna del Carpintero?
PR.- Decía Albert Einstein que la imaginación es más importante que el conocimiento, el entonces gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Guerra, me preguntó cuál eran los tres sueños de los tampiqueños, le dije que la vía corta por tren de México a Tampico, el puente elevado sobre el río Pánuco y el saneamiento de la Laguna del Carpintero, porque esa laguna es una joya.
Tenía que pasar por ahí cuando iba de mi casa a mi trabajo, esa era la ruta más corta por el perimetral y obviamente en la época de seca olía muy mal la laguna y el gobernador, que era un experto en proyectos hidráulicos, la saneó.
Yo tenía en mi imaginación todo lo que ustedes están viendo; imaginé la laguna con el teatro, con el Centro de Convenciones, con el Vivero, así se hizo porque hay un plan maestro.
Hubo que hacer negociaciones políticas para amarrar el megaproyecto. ¿Cómo se dieron?
PR.- Tomás Yarrington había sido elegido para ser el candidato del PRI para la gubernatura de Tamaulipas, un día llamó a mi casa y dijo que a la hora que fuera yo le llamara y ese día fue el más importante para el teatro de la ciudad, hoy el Metro.
Fue como a las 2 de la mañana del 27 de mayo de 1998, me dijo que yo tenía a la gente y que él quería que yo fuera el candidato a la Alcaldía de Tampico, le dije que no me moría por ser el candidato municipal y que si iba ser presidente quería ser alguien que dejará huella.
Le dije ‘en mi imaginación tengo un proyecto turístico que yo llamé el Megaproyecto de la Laguna del Carpintero, vamos a empezar con un gran teatro, Tomás’.
¿Cómo era el teatro que usted le planteó al entonces, candidato Yarrington?
PR.- Yo le dije a Tomas que quería que se comprometiera conmigo, que no era un proyecto de tres años, que yo quería un gran teatro, no un teatro con 10 cajones de estacionamiento, una cosa bien hecha para detonar la joya que es la Laguna.
Tomás me dijo que con toda libertad podría comprometerme a hacerlo en la campaña. ‘Cuenta conmigo como gobernador que voy a ser, te voy apoyar con la terminación de esa obra’.
➡️ Te puede interesar: Laguna del Carpintero de Tampico es un polo de inversiones: Canaco
Me preguntó qué otra cosa quería, le dije que necesitábamos resolver problemas con el tráfico vehicular, que necesitábamos un distribuidor vial frente al aeropuerto y conectar la Avenida Universidad con la Avenida Hidalgo. A todo Tomás dijo que sí, es más dijo, ‘Tampico va ser la locomotora de desarrollo de Tamaulipas’.
El 4 de octubre de 2003 con la obra “Les Ballets de Montecarlo”, el Espacio Cultural Metropolitano fue inaugurado, ¿Dónde estaba usted?
PR.- Fue el día de San Francisco, de mi santo, el 4 de octubre del 2003, ese día yo no estaba en el presidio pero sí en la primera fila, en el presidio estaba el presidente municipal en turno que era Arturo Elizondo, estaba el gobernador con su esposa, estaba la señora Gilda Appedole, ella fue la encargada de hacer un patronato.
Ese día me nombran a mí y quiero decirle que yo me llevé un gran aplauso, yo vi a gente del Partido Acción Nacional que se desbordaba y les daba mucho gusto y me seguían aplaudiendo por la inauguración del teatro, yo los vi.
Ese aplauso nunca se me va a olvidar, yo me levanté como tres veces para agradecerle a la gente, Doña Ofelia -su esposa- estaba feliz, me felicitó, sabía que había sido un gran logro. El gobernador me dijo ‘Ese aplauso mata grilla’.
Como tampiqueños nos cambió la manera de pensar con ese teatro, el tenor Fernando de la Mora dijo ‘Ese es el mejor teatro de América Latina’.