Figuras como Dolores Bernal y Cecilia Lugo han sido inspiración para la tampiqueña Marisol Aldana, quien asegura que de manera inesperada la danza llegó a su vida hasta convertirse ya en una carrera profesional que hoy ejerce con gran pasión.
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La egresada de la licenciatura en Danza Contemporánea por la Universidad Autónoma de Nuevo León se describe como una persona que trata de estar en constante evolución, "creo que nunca soy la misma de un día anterior", señala en entrevista para EL SOL DE TAMPICO.
El día de hoy comparte sus proyectos, entre ellos Coyót, una videodanza seleccionada en el programa "Tejiendo movimientos", que es organizado por la Compañía de Danza Laberinto en Moviento, A.C., y todos los proyectos que busca emprender para la consolidación de su carrera.
¿Cómo nace en ti el gusto por la danza?
Realmente el gusto por la danza fue algo totalmente inesperado, aproximadamente a mis 13 años comencé a bailar en la Academia Ballet Reflejos y desde ahí no he dejado de hacerlo.
Encontré en ella una forma de expresión que se queda conmigo para toda la vida. Afortunadamente, tuve la aferracion, la decisión y la fortuna de poder estudiar esta disciplina como una carrera profesional.
¿Qué figuras han influido en tu desarrollo artístico?
Realmente han sido muchas, de todos los maestros y todos los compañeros aprendes algo, la maestra Dolores Bernal en Nuevo León me enseñó la disciplina de nunca perder un entrenamiento.
También Aurora Buensuceso fue mi primera maestra de danza contemporánea aquí en Tampico, venía a impartir un taller y ella me mencionó acerca de las escuelas que hay en Monterrey por ahí del 2012.
De otros maestros que no mencionaré nombres, he aprendido cómo no quiero ser o comportarme con respecto a mis alumnos o con respecto a otros compañeros en la escena.
¿Cómo ha sido experimentar la danza contemporánea?
La danza contemporánea ha sido todo un viaje de autoexploración tanto corporal como emocional, ya que si no te conoces es imposible que puedas ser un intérprete.
Lesiones, corazones rotos, perder mi autoestima, volver a recuperarla, perder la salud y estabilidad en mi cuerpo, volver a recuperarla poco a poco, todo ha sido perfecto para poder llegar a este punto.
¿Qué experiencia te deja Coyót?
La videodanza está basada en la leyenda purépecha de “El coyote y la mujer cometa”, me deja la experiencia de que realmente puedo seguir haciendo arte por cuenta propia.
¿Qué es lo que te ha inspirado en tu quehacer en el arte?
Me inspira la animalidad, las emociones profundas, los recuerdos enterrados, lo más real y humano.
¿Te gustaría explorar otras disciplinas, cuáles y por qué?
Actualmente estoy explorando dentro del teatro con el grupo Teatro Ingenio-Creación, dirigido por el maestro Marco Antonio Rivas Vélez. Ha sido una experiencia maravillosa donde he conocido a grandes personas dispuestas a compartir sus aprendizajes y su amistad.
Por otro lado, realmente soy una persona muy curiosa que quiere hacer todo, he indagado un poco en el dibujo, las artes marciales, yoga, me encantaría aprender a cantar formalmente también y ser una caja de monerías.
¿Trabajas en algún proyecto?
Actualmente dentro de la obra “Es tan solo un animal” de Teatro Ingenio-Creación como actriz, con la cual pronto tendremos funciones en la zona conurbada.
También tengo un proyecto pendiente en Nuevo León, una pieza de danza llamada “Río y Lluvia”, dueto donde se explora un encuentro con la figura del niño interno.
¿Algún mensaje a las personas interesadas en la danza?
Sé que por el momento no hay muchas oportunidades de una formación integral en danza contemporánea en la zona conurbada, pero si seguimos en este camino pronto podremos tener grupos, compañías y funciones cada fin de semana.
La danza crece cada día más, solo hay que comenzar a organizarnos, no esperar a que venga un maestro de afuera para comenzar proyectos, y dejar de lado el ego y la competencia, ya tenemos todo en contra los artistas, todavía más si no nos unimos.