Terminar una relación nunca es fácil, durante todo el proceso se presenta un sinfín de emociones que en ese momento parece que no tienen fin, donde abundan el dolor, la tristeza, las lágrimas, la ansiedad y el sentir que se acaba el mundo, porque la pareja te ha dejado de querer y tú no puedes vivir sin él o ella.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
La Lic. en Psicología Gabriela Mendo, del Colegio de Psicólogos del Sur de Tamaulipas, conversó con EL SOL DE TAMPICO sobre este tema que en muchas ocasiones se asemeja a la muerte de un ser querido, según sus palabras.
Comenta que la primera etapa es la fase de negación y aislamiento que se caracteriza porque la persona se niega a la realidad y es una etapa generalmente breve, que suele ocurrir como forma de protección, pues el impacto de la ruptura es tan grande que cuesta asimilarlo, es importante que el individuo se haga consciente de sus emociones y el motivo por el cual están ahí, es necesario que vea la situación de la manera más objetiva para obtener más claridad.
Durante este proceso también se siente rabia e ira muy fuerte hacia la otra persona que le ha dejado y también está la frustración por lo que ha ocurrido y culpa a la otra persona de los males de pareja, en ocasiones hasta existen sentimientos de venganza o de coraje hacia uno mismo o las personas de su alrededor.
También se da la fase negociación, ésta se refiere a "intentar aceptar la situación y acercarse a la otra persona de nuevo y se puede caer en hacer cualquier cosa por recuperar la relación".
Además, se encuentra la fase de depresión, "aquí la persona pierde la esperanza de recuperar a esa persona, comienza a ser objetivo y a darse cuenta de que no hay marcha atrás, por lo que se siente realmente apenado ante la pérdida de quien fue tan especial para él o ella", expresó la terapueta.
Por último está la etapa de aceptación, "tras la tristeza de la fase anterior, la persona comienza a percibir un nuevo futuro, acepta que la relación se acabó y que lo que no pudo ser, no será. Ya no busca estar con la otra persona, se siente en paz y preparado para conocer a una nueva pareja".
"El desamor se puede superar, nuestra psique puede superar una ruptura de pareja, sin embargo hay algunos casos en los que la tristeza y las sensaciones de malestar son tan grandes que pueden provocar algún tipo de trastorno psicológico y ante una situación, lo mejor es ponerse en contacto con un profesional", finalizó.