Este año el Club de Leones de Tampico celebra el 86 aniversario de su fundación, con la satisfacción de cumplir con su labor humanitaria que a través de diversas obras ha dejado constancia de su lema universal: "Nosotros servimos".
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Su historia
El actual presidente del Club de Leones de Tampico, C.P. Wenceslao Bocanegra Lechuga, cuenta sobre los inicios de este organismo de servicio. "Era el año de 1934, de aquel Tampico de bonanza y riqueza, lleno de extranjeros atraídos por la abundancia del petróleo.
"En ese entonces se conocía a ese Tampico, como el Nueva York chiquito, de grandes y fastuosos salones de baile, de centros nocturnos, donde desfilaban hombres y mujeres con atuendos traídos de Europa y Nueva York, cuando la moneda de circulación era la plata y el oro", comenta.
Sin embargo, como él mismo lo refiere, "había el otro Tampico, el verdadero con sus colonias con muchas necesidades, que necesitaban urgentemente atención y servicios".
Relata que en esas colonias como la Obrera, El Golfo, la Tamaulipas, el Cascajal, entre otras, vivían los obreros de las refinerías y de los muelles, los empleados de las tiendas del centro, personas y familias con muchas necesidades.
En esos tiempos, Tampico vivió la catástrofe del ciclón de 1933 que devastó gran parte de las casas que eran de madera, y eso, de acuerdo a Wenceslao, fue quizás lo que dio origen a que se formara en el año 1934 el Club de Leones de Tampico, para ayudar a las personas más necesitadas de la zona conurbada y la región.
Nace el club de Leones de Tampico
En aquel entonces se reunía por las tardes en el hotel Inglaterra un grupo de distinguidos hombres de la sociedad tampiqueña como Guillermo Barriga Guendulain, Samuel Melo Ostos, Alberto Cabezut, Alfonso Menabrito, Teodoro Meza Moreno, entre otros de corazón altruista, que decidieron unirse para formar un club de servicio, que tuviera la misma filosofía de Lions International, la cual era apoyar a las personas más necesitadas.
Después de varias pláticas el 22 de junio del año 1934 firman el acuerdo y nace el Club de Leones de Tampico, que ese mismo año recibió su carta patente de Lions International, que es un reconocimiento universal.
"Son ya 86 años ininterrumpidos de trabajar hasta la fecha, de dar miles de servicios a la población de Tampico, Cd. Madero, Altamira y la región norte del estado de Veracruz y San Luis Potosí, todo ello ha marcado una gran diferencia en sus respectivas comunidades", comenta Wenceslao Bozanegra, quien por segunda ocasión es presidente del club.
En más de 8 décadas ha realizado varias obras, algunas de las más emblemáticas son la Escuela Granja Club de Leones. la Secundaria No. 3 Club de Leones y el Kínder Club de Leones ubicado en Tancol, entre otras.
Sus programas permanentes
Los Leones dedican su tiempo a atender algún servicio de quien lo solicite, sin distinción de raza, credo o religión, y tienen 5 programas permanentes que cubren todos y cada uno de los clubes en el mundo y que son la diabetes, medio ambiente, mitigar el hambre, cáncer pediátrico y campaña a favor de los ciegos y sordos.
Además los Leones se dedican a promover la alfabetización en el mundo, con campañas que llegan hasta los lugares más apartados de las ciudades.
Algunas de las campañas permanentes que realizan los Leones de Tampico son:
"La lata que dan los leones": Es un programa dedicado a solicitar a la población productos básicos para que en el mes de diciembre se armen despensas que son entregadas a personas de escasos recursos.
"Ponle los zapatos a los niños": En esta se compran zapatos nuevos y se llevan a escuelas donde hay niños descalzos. "Tratamos de ayudar a un gran número de pequeños que acuden sin zapatos a tomar sus clases", dice Bocanegra.
"Que los niños no pasen frío" y "Atender la ceguera": En lo que se refiere a la primera, donan sudaderas nuevas a personas que viven en zonas de escasos recursos, generalmente se lleva a cabo en el mes de enero, y en la segunda se realizan cirugías de cataratas y otras enfermedades de los ojos, para la cual cuentan con el apoyo de los socios, Dr. Antonio Niño Malo y Dr. Carlos Larrión.
Además en su recinto ofrecen consultas médicas, donde se dona la medicina y además cuentan con un consultorio de nutrición, psicología y bufete jurídico.
La satisfacción de ser león
Para Wenceslao Bocanegra "ser socio león es motivo de orgullo y satisfacción, ya que pertenecemos a la asociación que fue invitada para formar parte del Acta Constitutiva de las Naciones Unidas, y es la única agrupación que hasta la fecha tiene un asiento permanente por ser el club de servicio más grande del mundo".
"En el Leonismo hay hombres y mujeres de un gran valor que poseen talento, energía, entusiasmo y sobre todo buena voluntad, dadas las cualidades de la naturaleza humana, algunas veces nos sentimos predispuestos a dejarnos absorber por aquellos pequeños detalles, cosas que en realidad son insignificantes, en realidad todo esto es trivial al compararse con el espíritu del Leonismo, el cual ofrece grandiosas oportunidades y grandes responsabilidades, constituyendo además un estímulo imperecedero de servir al prójimo", señala.
Wenceslao dice muy convencido: "Si se pudiera lograr que el espíritu humanista del Leonismo se adentre en los corazones de muchas personas y lo lleven a la práctica en sus vidas, demostraríamos que tenemos en nuestras manos un instrumento de poder ilimitado para obtención de la convivencia en paz entre todas las gentes de este mundo".
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