Inspirada por personajes como Martin Luther King, respaldada con el apoyo de sus padres y segura de convertirse en una mujer que sea apreciada por su trabajo, inteligencia y perseverancia, Cindy Lucía Félix Hernández se dio a la tarea de convertirse en la mejor alumna, hoy es una realidad.
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En entrevista para EL SOL DE TAMPICO ella comparte que estudiar una carrera universitaria fue un privilegio y eligió una profesión que le permitiera ayudar al prójimo, hoy convertida en una egresada trabaja constantemente para lograrlo y retribuir con su trabajo a la sociedad.
Cindy actualmente labora en un despacho en donde cuenta con el apoyo de grandes mentores y asegura que la preparación llevará a la mujer actual a todo campo que se sueñe, se luche y se trabaje, esto teniendo como ejemplo a figuras como Marie Curie, Sor Juana Inés de la Cruz y Diana de Gales.
¿Cómo describes a Cindy?
Una mujer perseverante y determinada, porque sin importar los obstáculos que puedan presentarse, sé a donde quiero llegar, y no me detengo hasta alcanzarlo. También me gusta recordar que nunca se termina de aprender, por lo tanto, es necesario seguir leyendo, estudiando, para estar cada vez más preparada, y poder ser una ciudadana que pueda brindar un servicio a la sociedad, siempre con los pies en la tierra.
¿Qué representó para ti la oportunidad de estudiar una carrera universitaria?
Mis padres siempre me dieron la oportunidad y el apoyo incondicional de seguirme preparando, y sin duda, la universidad era elemental. Para mí fue un privilegio, ya que lamentablemente, la educación superior es una herramienta que no está al alcance de todos. Mis papás con esfuerzo me brindaron de todo lo necesario para estudiar lo que yo quisiera. Era mi deber responderles como se merecían.
Por ello decidí estudiar Licenciatura en Derecho, porque mi deseo es poder ayudar a la sociedad en sus problemas jurídicos de una manera eficaz y honesta. Y elegí una escuela que me pudiera ayudar a convertirme en una abogada capaz y con los principios éticos necesarios para el ejercicio de mi profesión: la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
¿Qué son para ti tus padres?
Ellos fueron mi motivación durante el estudio de mi carrera. Desde que entré a la Facultad me planteé ser la mejor estudiante para poder tener mejores oportunidades, pero principalmente, para hacer sentir orgullosos a mis padres, para hacerles saber lo valioso que es para mí tenerlos, y para agradecerles por todo el amor y apoyo que siempre me dieron.
¿Recuerdas alguna experiencia o situación a la que hayas enfrentado al estudiar?
Uno siempre tiene en algún momento de su etapa de estudiante, crisis, momentos de tensión y desesperación. Yo recuerdo que, en varios momentos de mi carrera, pensaba si había elegido la profesión correcta, o si sería lo suficientemente buena algún día. Pero siempre conté con el apoyo de mi esposo, mis hermanos y de mis padres para seguir adelante. Me di cuenta de que la clave es persistir, convertir esos sentimientos en un motor para superarme.
¿Qué sentiste al recibir la medalla “Francisco A. Villarreal”?
Fue un honor convertirme en portadora de la medalla “Francisco A. Villarreal”, pues sentí que todo el esfuerzo y dedicación que hice como estudiante había rendido frutos. Compartí la satisfacción y la felicidad con quienes más quiero: mi familia. Este logro es también de ellos, pues contribuyeron también a mi formación como profesionista. Se lo dedico a mi esposo Caleb Soni, mis hermanos Arturo y Denisse Félix, y a mis papás Arturo Félix y Lucía Hernández.
También siento una gran responsabilidad de portar tan honorable reconocimiento, ya que ahora es mi deber poner muy en alto el nombre de mi Facultad, pero sobre todo de la UAT.
¿Cuál es tu apreciación del rol de la mujer actualmente?
Las mujeres somos un pilar importantísimo en la sociedad. Considero que para poder lograr que seamos escuchadas, tomadas en cuenta, tratadas con dignidad e igualdad, es nuestro deber estar preparadas, informarnos siempre de todo lo que acontece a nuestro alrededor. De esta manera, nadie podrá minimizarnos. Debemos estar unidas y estar dispuestas a defender nuestros derechos.
¿Qué sigue para tu preparación profesional?
Es mi deseo convertirme en una buena abogada litigante, eficaz en la solución de problemas jurídicos, ser de apoyo para quienes requieran mis servicios. Realizar todos los posgrados que mi capacidad me permita. Es mi deber seguir estudiando, preparándome para ser mejor, y lo haré con gusto.
¿Trabajas en algún proyecto?
Actualmente estoy trabajando en el despacho Vega Delgado Abogados, a cargo de los licenciados José Santos Vega del Castillo, Mario Alberto Vega Bolaños y Liliana Delgado Herbert. Ellos se han convertido en mis mentores, mis maestros en el ejercicio de mi profesión.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones?
¡Nunca dejen de prepararse! Hagan lo que más les apasiona, valoren las herramientas que poseen, nunca se rindan, sin importar lo difícil que se vuelvan los obstáculos.