Niños, niñas, mamás, papás, tíos, tías, primos, primas y hasta los abuelitos de la zona conurbada se reúnen en la sala, el comedor, en la cocina o en la comodidad de su recámara frente al celular; el objetivo no es otro más que elevar sus plegarias al Señor.
La contingencia sanitaria por el coronavirus ha provocado que la iglesia católica suspenda el acceso a la eucaristía dominical y pida a la feligresía no acudir a la Catedral de Tampico o a las más de sesenta parroquias de la zona sur de Tamaulipas en grupos numerosos, pero esta situación no ha mermado la fe de los creyentes.
Aunque en la mayoría de las ocasiones los expertos señalan que la tecnología fomenta el aislamiento y la falta de comunicación en las familias mexicanas; cuando es usada de manera correcta y con un noble propósito puede unir no solo a los hogares, sino a todo un pueblo.
Ejemplo de ello ha sido la propuesta por autoridades eclesiásticas de la región, quienes, encabezadas por el Obispo de la Diócesis de Tampico, Mons. José Armando Álvarez Cano han optado por transmitir vía Facebook las misas y las adoraciones al Santísimo.
Mientras las iglesias permanecerán abiertas para que los fieles puedan realizar su oración de manera privada o en pequeños grupos conservando las medidas de higiene y prudente distancia, es ahora en los hogares tampiqueños donde se congregan las familias a rezar, quedando demostrado así que cuando uno desea estar en presencia de Dios no hay impedimentos, que la fe mueve montañas y que la oración acerca a los corazones.